Los representantes de Finanzas del grupo de las 20 economías industrializadas y en desarrollo, entre ellas México (G-20), acordaron evitar una guerra de divisas al detener las devaluaciones de monedas, aunque no fijaron metas para reducir los desequilibrios comerciales que empañan las posibilidades de crecimiento global. Países ricos y emergentes decidieron limitar los desequilibrios de […]
Los representantes de Finanzas del grupo de las 20 economías industrializadas y en desarrollo, entre ellas México (G-20), acordaron evitar una guerra de divisas
al detener las devaluaciones de monedas, aunque no fijaron metas para reducir los desequilibrios comerciales que empañan las posibilidades de crecimiento global.
Países ricos y emergentes decidieron limitar los desequilibrios de sus cuentas corrientes y abstenerse de intervenir para devaluar sus divisas (lo cual eleva el valor de las exportaciones de los países) ello con el fin de sostener el crecimiento mundial, según un comunicado tras dos días de intensos debates.
La recuperación económica mundial continúa, pero de forma frágil y desigual. En una economía y un sistema financiero globalizados, las respuestas no coordinadas conducirán a los peores resultados. Nuestra cooperación es esencial
, recalcaron los ministros de finanzas y los gobernadores de los bancos centrales reunidos para preparar la cumbre del G-20 del 11 y 12 de noviembre en Seúl.
Los países del G-20 se comprometieron a tomar un conjunto de medidas para reducir los desequilibrios excesivos y para mantener el estado de sus cuentas corrientes en niveles sostenibles, según este texto. Sin embargo, el comunicado de cierre no incluyó iniciativas políticas después de los esfuerzos de Estados Unidos para limitar los actuales desequilibrios de cuentas corrientes a cuatro por ciento del producto interno bruto (PIB), una medida que apuntaba a China y que no logró el apoyo suficiente. Estados Unidos incluso fue criticado por Alemania y China por su política monetaria ultra flexible, adoptada para impulsar la alicaída economía estadunidense. Estados Unidos pretendió fijar objetivos y un calendario, pero el acuerdo final no contiene ni uno ni lo otro.
Los gobernadores de los bancos centrales, reunidos en un clima tenso por el riesgo de una guerra de divisas
, pidieron sistemas con tasas de cambio determinadas en mayor medida por el mercado
y llamaron a resistir a todas las variantes de medidas proteccionistas
.
Las recientes intervenciones de varios bancos centrales para impedir la subida de su moneda frente al dólar hizo resurgir el espectro de una espiral de devaluaciones competitivas y de una vuelta al proteccionismo, lo que recuerda la recesión mundial de los años 1930.
Mientras Estados Unidos acusa a China de mantener su moneda, el yuan, en un nivel artificialmente bajo, muchos países emergentes se quejan de la política monetaria estadunidense que hace caer el dólar y encarece sus exportaciones, además de atraer hacia ellos capitales volátiles y especulativos.
http://www.jornada.unam.mx/2010/10/24/index.php?section=economia&article=028n2eco