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La economía política brasileña del lulismo sin Lula

¿Y ahora, compañero?

Fuentes: Rebelión

Día 31 de octubre de 2010, Brasil ha elegido su primera presidenta, Dilma Rousseff, en la votación más estrecha desde 1989, 56% contra 43,95% del candidato del partido de derecha (PSDB) José Serra. Esta elección se ha realizado en medio de un contexto de grandes ilusiones en relación al poder constituido. Una fuerte esperanza en […]

Día 31 de octubre de 2010, Brasil ha elegido su primera presidenta, Dilma Rousseff, en la votación más estrecha desde 1989, 56% contra 43,95% del candidato del partido de derecha (PSDB) José Serra. Esta elección se ha realizado en medio de un contexto de grandes ilusiones en relación al poder constituido. Una fuerte esperanza en bonanza futura, o sea, un momento de reflujo para la izquierda anticapitalista. Un consenso y blindaje que rechaza cualquier alternativa que proponga la guerra de clases y el conflicto social como vía de cambio de realidad. 
 
De esa forma, la izquierda brasileña actúa contra los vientos en tiempos de bonanza económica en plena crisis del capital mundial. Por otro lado, hablamos para un futuro que se presenta hoy en datos todavía embrionarios de caídas bruscas del capitalismo, que construye ilusiones al mismo tiempo que las destruye. Así, viviremos más coyunturas de desestabilización del capitalismo, en un gobierno que parecer ser más frágil, un «lulismo» sin el rostro de Lula. Sin caer en el fatalismo de la crisis «ahorita», pues el gobierno Lula y el capitalismo enseñaran que tienen mecanismos para frenar una crisis que parecía cerrar el tiempo. Ese artículo presenta algunos acercamientos coyunturales e internacionales, para que podamos hacer algunos apuntes sobre el medio plazo. La pregunta para la izquierda brasileña anticapitalista y socialista para el próximo período debe ser: ¿Cual es nuestra estrategia de Alternativa de Poder?
 
Espejos retorcidos de la crisis mundial
 
En el año de 2008 hubo un fuerte temblor en el capitalismo. La burbuja en el mercado inmobiliario de los Estados Unidos empezó a estallar y tuvo como ápice la quiebra de la Leman Brothers, institución financiera que había sobrevivido al crack de 2009.  El FMI había estimado en septiembre de 2009 un perjuicio financiero mundial de U$ 30,4 millones de millones de dólares (FMI, 2009). Las ganancias entraran en proceso caótico. Las bolsas de valores en el mundo tuvieran una trayectoria de bajas constantes durante el año de 2008. El índice de Dow Jones abrió el año en 13.044 punto y la Nasdaq en 2.609 punto (02/01/2008), llegando a 7.552 puntos y 1.316 puntos respectivamente en la fecha más drástica de la contaminación del desequilibrio financiero mundial (20/11/2008) (IPEADATA, 2010).
 
Ese cuadro hizo con cambiar el ambiente político en los Estados Unidos, con algunos pequeños ensayos de luchas sociales, sin hacerse procesos estructurados de luchas políticas anti-sistémicas. El pueblo estadunidense ha elegido a Barack Obama, el primer presidente negro, aparente enemigo de la familia Clinton, parecía ser un renovador en la oxigenación de los Demócratas que se venían cada vez más a parecerse a los Republicanos. En Europa el viento ha apuntado el péndulo hacia el crecimiento del conservadurismo y la caída tendencial de la Tercera Vía.

La geografía mundial del capital ha enseñado una reorganización del poder económico dentro de la división internacional del trabajo, con la ascensión de países como Brasil, Rusia, China e India (BRIC). En reuniones del G20 entre países de la tríada, Estados Unidos- Europa – Japón, y los BRIC, los emergentes fueron protagonistas. La imagen de ese acercamiento es descrito por Obama llamando a Lula de «It’s Man», «Ese es el Hombre (en portugués seria: Este é o Cara», hablando de su popularidad en el mundo como jefe de Estado.
 
En eses movimientos geopolíticos estaba implícito que el centro del capitalismo se había desarticulado. El tiempo y la ubicación de la crisis parecían consolidar la evidencia o ilusión de que los BRIC salvarían el capitalismo. Si por un lado, las quiebras de bancos estadunidenses tuvo propagación en todo el mundo del dinero, con retracción del crecimiento económico en Brasil, Rusia, China e India, siendo que esos países tuvieran en 2008 crecimientos de 5,1%; 5,6%; 9,6% y 7,3% (menor que en 2007), respectivamente, pasaran para tasas de – 0,2%; – 7,9%; 8,7% y; 5,7% en 2009. Por otro lado, eses países se recuperaran rápidamente, con recomposición de su empleo y consumo con proyecciones positivas para 2010. Mientras los datos indican baja recuperación de los Estados Unidos y Europa, habiendo amenaza de quiebra por déficits públicos, con la consecuente vieja receta: Prestamos generosos del FMI y sus paquetes de retirada de derechos.  
 
En los mercados financieros esa imagen sobre el potencial de los BRIC aparece con más intensidad. Obama ha liberado una lluvia de dinero por parte del FED (04/11), Banco Central de los Estados Unidos, el gobierno ha comprado U$ 600 millones de dólares de títulos de la deuda americana, creando liquidez en el mercado financiero. Fue inmediato el movimiento de alza de la IBOVESPA (Índice de la bolsa de valores brasileña), casi ha ultrapasado la frontera histórica de 74 mil puntos, alimentando la ilusión de que Brasil llegaría a 90.000 puntos en dicho índice. 
 
Esa medida de inyectar liquidez en el mercado mundial tiene como objetivos: Depreciación de la deuda de Estado Unidos e intento de aumentar sus exportaciones con un impulso inflacionario keynesiano de creación de demanda mundial. Ese dinero ha entrado en los mercados financieros, hizo ganancias y regresó. El IBOVESPA en la semana siguiente de la lluvia de capital ficticio tuvo una caída para bajo de 69.000 puntos.   
 
Las economías de los BRIC empiezan a desconfiar de tanto amor. La burbuja de las economías emergentes empieza a tomar forma. En la última reunión del G20, China y Brasil reclamaran por la lluvia de capital ficticio del gobierno de los Estados Unidos. Los chinos tienen doble preocupación, ellos son los más grandes detentores de la deuda, han de sufrir con la depreciación de su valor. Además de eso, por su condición de economía en expansión, ellos también son frágiles a la inflación mundial, principalmente con el alza de los precios de los alimentos y con el regreso de la crisis alimentaria. El índice de precios de los alimentos de la FAO ha pasado de 188,7 puntos (09/2010) para 197,1 puntos (10/10), siendo que el ápice de las crisis financiera, en el día negro de las bolsas en el mundo (11/08) estuvo en 150,5 puntos, después de haber llegado en marzo de 2008 con la crisis alimentaria a 211,1 puntos (FAO, 2010)
 
Así el mundo parece más frágil y conturbado, no existe espacio ideal del capitalismo o modelo sin contradicciones. La crisis internacional preséntase en diversos ejes contradictorios. Espejismo de imágenes retorcidas en que cada espejo distorsiona y aumenta la confusión de la visión inicial. Eso es, podemos visualizar solamente los hechos en su desarrollar sin entender precisamente su eje principal, ni prever con confianza el final. Pero es evidente que nuevos escenarios de desestabilización y señales bruscos de caídas están por venir. ¿Cuál es el papel de la Izquierda? ¿Apoyar los BRIC como modelo de economía y sociedad, e intentar la suerte con ese capitalismo neodesarrollista tan popular?

La Izquierda en el pasado, presente y futuro
 
Ese espejismo crítico crea ilusiones políticas, además de nuevas versiones más deshumanas de la recomposición del poder política y social del capital. En los Estados, Obama ha ganado con la promesa de traer de regreso el Estado de Bienestar Social con cara ecológica y el keynesianismo. Pero ha revivido la «derecha de la derecha» con el Tea Party, el Partido del Té. En Europa hay un ensayo generalizado de paquetes de ataques a los derechos de los trabajadores conquistados en la época de oro de lucha de clases del viejo continente.
 
En Brasil las ilusiones toman una narrativa histórica. Después de un primer momento sin grandes diferencias con la vieja política, corrupción con superávit primario, el Gobierno de Lula con su Lulismo logra hacer su espacio en el imaginario popular. Él fue a menudo imprimiendo una nueva dinámica en la economía política brasileña liberalizada (insertada en la valorización financiera mundial). Ha articulado políticas focales, organizando y consolidando una arquitectura política del Estado de la Asistencia Social en contraposición al Estado de Derechos, profundizando la gestión de la pobreza para manejar el Ejército Industrial de Reserva, dando estabilidad para la oferta de fuerza de trabajo.
 
En el segundo mandato se completa el proyecto del Partido de los Trabajadores del capitalismo en la era de las finanzas. El Programa de Aceleración Económica (PAC) ha organizado diversas obras de infraestructura y el Banco Nacional de Desarrollo (BNDES) – banco estatal brasileño- ha configurado líneas de créditos para las empresas, buscando formar nuevos conglomerados brasileños, que son verdaderas «Translatinas», empresas transnacionales brasileñas. Sumados a la política de crédito personal barato y la política Sur-Sur de la diplomacia brasileña. El Lulismo reactualiza la narrativa de Getulio Vargas, dictador nacionalista (1930-1954) en la coyuntura crítica del capitalismo de las finanzas. En la crisis financiera de 2008 los elementos neodesarrollistas van a tener evidencia, articulando la recuperación rápida y acelerada de la economía brasileña.
 
El Lulismo es la combinación de fuerzas, que se ha aprovechado de la acumulación política de las luchas de clases del siglo XX, y que llevaron a Lula y el PT a la dirección moral del capitalismo brasileño y de su desarrollo. Esa correlación de fuerzas se ha apropiado de la fuerza social de los movimientos vivos e históricos de la clase trabajadora, además de aprovecharse de las necesidades de sobrevivencia  recreadas por la contra-revolución burguesa brasileña de la actualización de la superexplotación del trabajo (gobiernos desde la dictadura (1964-2002) que han deshecho las conquistas de los trabajadores, con reformas laborales y después privatizaciones). Así se ha recriado la ideología pasada del capitalismo social y humanizado con cara financiera.
 
El nuestro, hoy, está influenciado por el pasado internacional de ilusiones de cambiar el mundo por medio del desarrollo del capitalismo. Ilusión esa que ha llevado al surgimiento del nazifascismo. Pues, las crisis del capitalismo mundial del final del siglo XIX y del comienzo del XX fueran una máquina de triturar cualquier supuesto maquinista humanista del capital. Ellas desmoralizaran la dirección social-demócrata hegemónica entre 1914-1940. El fascismo no fue culpa de la táctica de los Comunistas Alemanes de no alianza con Social-Demócratas en los años 30, pero sí la táctica de la República de Weimar de 1918 de una resolución «pacífica» de las crisis política y económica Alemana.  
 
No es posible saber si el futuro será lo mismo de antes, ni preverlo con seriedad. Pero no podemos alienar nuestro potencial dentro de un campo de fuerzas que buscan soluciones capitalistas para el problema de la pobreza. Esa estrategia puede tragar cualquier organización que tenga miedo de ser oposición o alimenté la ilusión del capitalismo social. El desarrollo del capitalismo es el desabrochar de contradicciones que pueden llevar al caos y romper las ilusiones que ha creado, triturando sueños reformistas. El Fascismo ronda cualquier avance civilizatorio del capital y del capitalismo.

Escenarios del próximo gobierno
 
En las últimas elecciones se han presentado tres candidaturas mayoritarias. Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores), Marina Silva (Partido Verde) y José Serra defendían la manutención del modelo económico. Las diferencias eran puntuales, Dilma era hija política del Lulismo. Marina intentaba abrir espacio para el «ecologismo light». Serra disparaba para todos los lados, intentando traer para él mismo la figura del único gestor capacitado para instrumentalizar el Lulismo sin Lula. Marina logro su espacio entre la intelectualidad conformista con 20 %. Serra ha abierto la segunda vuelta de las elecciones el turno del obscurantismo, enseñando que la recomposición del capitalismo por medio de la orden represiva y negación de libertades individuales está bien viva, él logró mantener sus 45 millones de votos. 
 
Del otro lado de la frontera de las candidaturas del poder dominante estaban el Partido Socialismo y Libertad (P-SOL), Partido Comunista Brasileño (PCB) y Partido Socialista de los Trabajadores Unificados (PSTU), cada cual con su candidato, pero con una línea común, la oposición de izquierda al gobierno Lula, levantando la bandera de la ruptura con el orden de la valorización del capital. Ellos lograran cerca de 1% de la votación, siendo que el P-SOL con el militante histórica de la Reforma Agraria, Plinio de Arruda Sampaio (Fundador del PT, relator de la Reforma Agraria en el gobierno que fue depuesto por los militares) logro 0,9 %, con casi 1 millón de votos. El sector minoritario de los movimientos sociales contra-hegemónicos (principalmente el Movimiento Sin Techo y sectores del MST) apoyaran las candidaturas anticapitalistas. El sector mayoritario del MST y sindicatos estuvo preso a la táctica del neodesarrollismo y regresaran al campo del Lulismo. 
 
Los escenarios parecen adversos para la izquierda anticapitalista en general. La hegemonía de Lula tiene mucha fuerza en la clase trabajadora en sus diversos sectores. La Narrativa de la «Nación Brasileña Fuerte para el Mundo» emociona el movimiento social. Pero el capitalismo no protege a nadie, su movimiento demanda ganancia y barbarie, abre espacios políticos para la oposición al «bloque en el gobierno» actual. En el próximo período el capitalismo presentará posibles escenarios desestabilizadores:
 
·Problema del pago de la Deuda de los países europeos, que genera desesperos financieros. Los préstamos del FMI no resuelven la cuestión esencial de esos países de generar valor y excedente. Está abierto así, el camino por el aumento de la superexplotación del trabajo en un mundo donde la mercancía parece estar «civilizada»;
 
·El doble déficit, comercial y público, de los Estados Unidos. Ellos son detentores de la referencia del valor mundial, el dólar. Eso puede conllevar conflictos económicos entre China y EUA, con depreciación del dólar Mundial, aumento de la inflación de costos e intensificación de tensiones geográficas regionales;
 
·La Burbuja de los BRIC, con especulación de expectativas de ganancias futuras con esas economías emergentes, que puede producir caídas bruscas y pequeños estallidos de las burbujas financieras, desestabilizando esos mercados;
 
·Superproducción de capital de China que puede causar depreciación de productos manufacturados;
 
·Crisis de exportación brasileña, perjudicando el producto interno en una dinámica de alto endeudamiento privado e inflación doméstica.
 
Por otro lado, los últimos tres factores de desestabilización, hoy, son elementos de estabilidad. En Brasil hay la conjugación de estabilidad política con la económica. Pero la victoria estrecha en las elecciones impone el desafío de adecuar intereses, imaginarios y lograr ser la nueva «reina», hecho posible de acontecer, pues el PT tiene aún fuerza histórica para eso. El oxígeno de China, tren que impulsa los BRIC, tiende a ser de medio plazo y el tamaño de las economías emergentes posibilita arreglos de freno a la crisis de valorización mundial. Pero, la Burbuja de los BRIC podrá ser el golpe mortal al proyecto del PT y del lulismo, abriendo espacio para la Oposición Política. Sin embargo, esa Oposición puede ser la de Derecha y los caminos para la recomposición del Poder Burgués sean de orden autoritario y obscurantista.
 
Por fin, cabe decir que el desarrollismo abre caminos de actuación a la izquierda anticapitalista, su camino no es rígido. Cada paso del capitalismo trae otro de deshumanización de la humanidad. Hoy, los proyectos del campeonato mundial de 2014 y sus desalojos forzados, la difícil realización de los derechos a la vivienda y tierra, además de la vieja guerra a los pobres direccionan lugares posibles de actuación para fortalecer la lucha anticapitalista. Pero son puntuales y fragmentarios, como lo es la izquierda anticapitalista. Es necesario fortalecer y reformular la Narrativa de la brasileiridad y brasileirismo revolucionario, sin caer en nacionalismo y espacios de composición con el poder del dinero. La Izquierda deberá urgentemente retomar procesos integradores de composición política y social con sectores amplios del proletariado. El medio plazo del capitalismo pasa como el huracán, rápido e intenso, en momentos de crisis políticas y económicas que crecen en el espacio de los extremos, tanto a la derecha, cuanto a la izquierda. El obscurantismo puede tomar en el futuro el poder de forma fácil, sino hubiera una Alternativa de Poder Anticapitalista consistente y emocionante lista desde hoy.   
 
Notas

FMI (2009): www.imf.org/external/pubs/ft/ar/2009/eng.
 
IPEADATA (2010) www.ipeadata.gov.br
 
Datos de PIB encontrado em: www.bndes.gov.br/conhecimento/publicacoes/catalogo/sinopse_int l .asp
 
Valor Econômico. «Reunião termina com críticas aos americanos, 16/11/2010»
 
FAO (2010) : http://www.fao.org/worldfoodsituation/FoodPricesIndex/es/
 
Reatualizando las características subimperialistas de la economía brasileira
 
Para debate sobre esta «Hegemonía al contrario» ver: OLIVEIRA, Francisco; BRAGA, Ruy e, RIZEK, Cibele (orgs). Hegemonia às Avessas. São Paulo: Boitempo, 2010.
 
Para el debate del capitalismo entre barbarie y civilización ver Luxemburgo, Rosa. (Reforma ou Revolução, São Paulo: Editora Expressão Popular, 1999). Para interpretación de la dialéctica de Socialismo o Barbarie, ver: GERAS, Norman. A actualidade de Rosa Luxemburg. Lisboa: Antídoto, 1978.

Venancio de Oliveira es economista, militante de movimientos populares en Curitiba-Paraná (Brasil)

E-mail: [email protected]

Blog del autor: antesdatempestade.wordpress.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.