Las autoridades brasileñas anunciaron una serie de medidas preventivas e inversiones para afrontar desastres naturales como el que se vive en la región serrana de Río de Janeiro, donde se estima que los muertos pueden pasar de mil. La Defensa Civil, que reportó 765 muertos, pero más tarde corrigió esa cifra a 750, estima que […]
Las autoridades brasileñas anunciaron una serie de medidas preventivas e inversiones para afrontar desastres naturales como el que se vive en la región serrana de Río de Janeiro, donde se estima que los muertos pueden pasar de mil.
La Defensa Civil, que reportó 765 muertos, pero más tarde corrigió esa cifra a 750, estima que el saldo total podrá superar las mil víctimas mortales, ya que existen amplias áreas enterradas bajo toneladas de escombros, lodo y barro, que aún permanecen inaccesibles.
La misma dificultad de conteo existe para las personas desaparecidas. Un registro que lleva el Programa de Identificación de Víctimas indica que existen 333 desaparecidos, pero esa lista sólo incluye a personas cuya desaparición fue reportada por alguien.
Entre las víctimas, un grupo de especial vulnerabilidad lo constituyen los miles de niños y adolescentes que quedaron sin hogar tras las lluvias.
Según informó hoy el diario O Estado de Sao Paulo, sólo en Teresópolis, una de las ciudades más afectadas por la tragedia, unos 2.982 niños y adolescentes están en los refugios destinados a las víctimas o en casa de familiares.
Todavía se desconoce el número de niños y adolescentes que quedaron sin hogar en las otras ciudades afectadas.
Los equipos de rescate también enfrentan serias dificultades para realizar el trabajo. Un bombero especializado en rescates, quien participa de las búsquedas, dijo al diario O Globo que estima que sólo en Campo Grande, uno de los barrios de Teresópolis más devastados por las avalanchas, debe haber más de cien cuerpos enterrados bajos los escombros.
La posibilidad de que existan más cuerpos e incluso sobrevivientes enterrados fue admitida también por el vicegobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezao.
El presidente de la Empresa de Obras Públicas de la provincia de Río de Janeiro, Ícaro Moreno, dijo a periodistas que cabe la posibilidad de que algunos cuerpos nunca sean encontrados a raíz de las dificultades para acceder a varias zonas afectadas.
Autoridades federales, provinciales y municipales anunciaron diversos planes e inversiones en un intento por sortear la tragedia y evitar que vuelvan a ocurrir.
Las secretarías de Ambiente y de Ciencia y Tecnología de Río de Janeiro firmaron este jueves un convenio mediante el cual destinarán recursos en forma conjunta para crear una red de inspección de áreas de riesgo en toda la provincia fluminense.
El anuncio lo hizo el secretario de Ambiente, Carlos Minc, quien indicó que el objetivo del acuerdo es ampliar el sistema de mapeo y evitar tragedias como la que viene afectando a millares de personas desde hace nueve días en Río de Janeiro.
El próximo verano, radares meteorológicos estarán operando 24 horas al día para alertar con hasta 12 horas de anticipación la llegada, distancia, intensidad y velocidad de avance de las lluvias.
La ministra de Planificación, Miriam Belchior, anunció hoy que este año serán liberados unos 3.273 millones de dólares del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), para la contención de laderas y el drenaje de aguas.
Explicó que el PAC tiene previsto destinar un total de 6.500 millones de dólares para ese fin, de los cuales la mitad será usada este año.
En otro orden, profesionales del área de salud de Río de Janeiro comenzaron hoy a prepararse para la eventual aparición de casos de enfermedades que suelen diseminarse cuando existe estancamiento de aguas, como tétanos, leptospirosis o diarreas.
Fuente original: http://www.jornada.unam.mx/2011/01/21/index.php?section=mundo&article=025n1mun