El alivio en los precios de las materias primas fue un espejismo de la crisis que se ha evaporado. Desde junio, al menos 44 millones más de personas han pasado a la pobreza debido al encarecimiento del precio de los alimentos, y varias decenas de millones más corren peligro de engrosar esta cifra. El Banco […]
El alivio en los precios de las materias primas fue un espejismo de la crisis que se ha evaporado. Desde junio, al menos 44 millones más de personas han pasado a la pobreza debido al encarecimiento del precio de los alimentos, y varias decenas de millones más corren peligro de engrosar esta cifra.
El Banco Mundial lanzó ayer esta advertencia de cara a la reunión que mantendrán los ministros de finanzas del G-20 este fin de semana en París. La crisis alimentaria ha sido el principal catalizador de las revueltas en los países árabes, y se ha incluido in extremis en las agendas de los dignatarios internacionales, que temen que el malestar se extienda por otros países en desarrollo.
España fue uno de los países que impulsó que se introdujera como materia en el G-20 el Programa Mundial para la Agricultura y la Seguridad Alimentaria , que en el estallido de la crisis (2008) se presentó como un problema clave para la estabilización de la economía. Desde abril de 2010, el Banco Mundial se hace cargo de este Programa por mandato del G-20, pero cuestiones como el déficit, la guerra de divisas, o la reforma financiera, lo habían sacado del foco de atención de los dirigentes internacionales.
Según el Índice de Precios de los Alimentos que elabora el Banco Mundial, el coste de la comida está a punto de alcanzar su pico de 2008, y la FAO cree que ya se ha sobrepasado.
El trigo ha sido uno de los alimentos básicos que más ha subido, doblando su precio entre junio de 2010 y enero de 2011. También el maíz ha experimentado un vertiginoso ascenso, con una subida del 73%, según la institución con sede en Washington .
El Banco Mundial recuerda que esta nueva oleada de encarecimiento de los alimentos se produce incluso en unas circunstancias más positivas que las de 2008. Por un lado, África ha logrado buenas cosechas en este ejercicio (frente a otros puntos del planeta que han sufrido las inclemencias meteorológicas) lo que ha servido como elemento estabilizador de los precios del maíz en el país. Además, el precio del arroz, un producto indispensable en gran parte de los países en desarrollo, se ha moderado y, según los expertos, la perspectiva para próximos ejercicios es estable.
Sin embargo, según otro estudio elaborado la pasada semana por el mismo organismo , los precios de los cereales seguirán «volátiles» y por encima del promedio histórico hasta al menos 2015.
En total, 1.000 millones de personas sufren hambre en el mundo, el 60% mujeres. Según los estándares internacionales, un pobre es aquel que tiene menos de 1,25 dólares al día para vivir. Precisamente, en los países menos desarrollados, las personas gastan dos tercios de sus ingresos diarios en alimentos, lo que pone en grave peligro a gran parte de la población en estas carestías.