Recomiendo:
0

Le temps des cerises, compuesta en 1866 por Antoine Renard y Jean Baptiste Clément, se convirtió en 1871 en himno de la comuna de París

Amaré siempre «el tiempo de las cerezas»

Fuentes: Rebelión

Cuando estemos en el tiempo de las cerezasel alegre ruiseñor y el mirlo burlón estarán de fiesta.Mujeres hermosas tendrán la locura en la cabezay los enamorados, sol en el corazón.Cuando cantemos en el tiempo de las cerezassilbará aún mejor el mirlo burlón.Pero es muy corto el tiempo de las cerezascuando vamos los dos a cortar […]

Cuando estemos en el tiempo de las cerezas
el alegre ruiseñor y el mirlo burlón estarán de fiesta.
Mujeres hermosas tendrán la locura en la cabeza
y los enamorados, sol en el corazón.
Cuando cantemos en el tiempo de las cerezas
silbará aún mejor el mirlo burlón.
Pero es muy corto el tiempo de las cerezas
cuando vamos los dos a cortar soñando
pendientes para las orejas…
Cerezas de amor iguales que rosas
que caen bajo el follaje como gotas de sangre…
Pero es muy corto el tiempo de las cerezas,
pendientes de coral que se cortan soñando.
Cuando estéis en el tiempo de las cerezas,
si acaso teméis las penas de amor,
evitad a las hermosas mujeres.
Yo, que no les temo a los grandes dolores,
no viviré ya un día sin sufrir…
Cuando estéis en el tiempo de las cerezas,
vosotros también penaréis de amor.
Por siempre amaré el tiempo de las cerezas.
Es de ese tiempo del que guardo en el corazón
una herida abierta.
Y aunque se me ofreciera la dama Fortuna,
no podría jamás calmar mi dolor.
Por siempre amaré el tiempo de las cerezas,
y el recuerdo que guardo en el corazón.