El pasado 29 de marzo, el Wall Street Journal -el Observatore romano del capitalismo mundial- sorprendió a propios y extraños con la amedrentante advertencia a los propios que a continuación se reproduce (Sin Permiso)
Sí, fiscalicen a los súper ricos. Y háganlo ahora. Antes de que el 99% restante desencadene un nueva Revolución Estadounidense, una implosión y la Gran Depresión 2.
Las revoluciones se construyen a lo largo del tiempo, una masa crítica, un punto de deflagración. Luego, se inflaman repentinamente, de manera impredecible. Al igual que en Egipto, que comenzó en la página de Facebook de un joven ejecutivo de Google. Y se hacen virales, rabiando incontrolablemente. No se pueden detener. Aquí en Estados Unidos, esa revolución está configurada alrededor de la ilusión de súper riqueza dominante.
Una protesta de trabajadores británicos se vuelve violenta
Un grupo disidente es acusado de romper vitrinas y de atacar los vehículos policiales mientras decenas de miles de personas marchan contra los recortes del gobierno.
Sabemos que a los súper ricos no les importa. No es con ellos. Ni con el público estadounidense. Ellos no ven. Ni oyen. Están atrapados en la burbuja de la Forbes-400, como en una cámara de sonido que los aísla. Ellos ven al público como trabajadores sin rostro, clientes, contribuyentes. Vemos como el Partido Republicano recobra el poder. Las políticas económicas de la era Reagan (la Reaganomía) está de vuelta. Los sindicatos huyen. Las masas ignorantes son fáciles de manipular.
Incluso Obama está trabajando en secreto con el Partido Republicano, y nunca tocaría a sus donantes súper ricos. Así de poderosa es esta ilusión de súper riqueza que está infectando a todos los estadounidenses.
He aquí cómo un conocedor describió esta ilusión de súper-riqueza: «El 1% superior lleva vidas privilegiadas, no les preocupa mucho. Sus familias hacen vacaciones en los mejores centros turísticos. Sus mayores preocupaciones son encontrar el mejor maestro de Pilates, el mejor masajista, los mejores cirujanos, las mejores escuelas privadas. Ellos no se preocupan por el subyacente deterioro de los Estados Unidos o del mundo, excepto en lo abstracto, porque no se ven directamente afectados por él. Eso no quiere decir que no se conmuevan, que no sean conscientes o que no hablen de los problemas que se suscitan. Pero lo que principalmente les preocupa es proteger y mejorar sus posiciones económicas y sociales, garantizando el buen vivir de sus familias. Y nada de lo que escribas cambiará esto».
Advertencia: en 2011 esa actitud es delirante, mortal y, sin embargo, omnipresente en los Estados Unidos.
Los súper ricos quieren revivir la era del «Gran Gatsby», y no van a aprender hasta que sea demasiado tarde
Nuestro 1% superior cree honestamente que es inmune, que está protegido de las consecuencias no intencionadas de apabullar a los estadounidenses por tres décadas con la cantaleta del libre mercado y el chorreo de las doctrinas Reagan que los hicieron súper ricos.
Están convencidos de que las mismas doctrinas los protegerán de la inevitable depresión que se nos viene. ¿Por qué? Debido a que tienen megadólares guardados. Sus ‘provisiones’ para el largo plazo. Viven en recintos cerrados, custodiados por mercenarios.
Ellos creen que van a seguir viviendo muy bien en una depresión. Pero Ud. no. Tampoco su jubilación. Tampoco el resto de EEUU. Y aún así, a los súper ricos no les importa, «excepto en lo abstracto, porque no se ven directamente afectados».
Advertencia: El espejismo de los súper-ricos nos ha empujado al borde de un gran precipicio: ¿Se acuerda Ud. de los locos años veinte? ¿Del Crash de 1929? ¿De la Gran Depresión? Apenas unos días antes del crash un destacado economista, Irving Fisher, pronosticó que las acciones habían «alcanzado lo que parece ser una meseta permanentemente».
Sí, estaba atrapado en el «Síndrome del Gran Gatsby», una versión anterior de la ilusión de los super-ricos de hoy. Era tan enceguecedor en 1929 que el propio Presidente, Wall Street y todos los estadounidenses estaban absorbidos en él… hasta que la masa crítica alcanzó el misterioso punto de deflagración, provocando la caída de la bolsa.
Sí, estamos reviviendo ese pasado -nunca aprenderemos, no oímos. Y curiosamente no es sólo el Partido Republicano que abarca demasiado, o el indeciso Obama, o los banqueros de Wall Street, demasiado avaros para quebrar, o los arrogantes multimillonarios de la Cámara de Comercio y la Forbes 400. Toda la psiquis política, económica y financiera estadounidense está infectada, como si nuestro ADN hubiera sido reconfigurado.
El Cerebro Colectivo estadounidense está atrapado en esta ilusión de súper-ricos, repitiendo el período previo al crash del 29.
Como tampoco nadie predijo las revoluciones en el mundo árabe
Advertencia: Mubarak, Gadafi, Ali, Assad, incluso los sauditas, también vivían en el espejismo de los súper-ricos. Y lo venían haciendo desde hacía mucho tiempo. Pero ya vemos que eran vulnerables. Estaban maduros, como para una revolución. Ellos, también creían sinceramente que estaban protegidos por Dios, elegidos para la gran riqueza terrenal, disfrutando de sus grandes ejércitos.
Entonces, de repente, de la nada, una nueva generación «educada, desempleada y frustrada» se volvió en su contra, se rebeló, reclamando su parte de los beneficios económicos, las oportunidades, y provocando las revoluciones, en busca de retribución.
¿Y aún no cree Ud. que se viene una depresión aquí en los Estados Unidos? ¿El tercer crash del mercado del siglo XXI? ¿No piensa que una nueva revolución económica esté a punto de estallarnos en la cara? No, no cree, no puede creer… usted, yo, todos estamos infectados por el espejismo de súper-ricos, al igual que los estadounidenses lo estaban en los Locos Años Veinte.
Mire las estadísticas: la última vez que la brecha de riqueza entre los súper ricos y el 99% restante era así de grande fue justo antes de la crisis de 1929 y la Gran Depresión.
¿No se acuerda? ¿O no quiere acordarse? Los Estados Unidos están atrapados en la «negación terminal», listos para la caída. Muchos aún viven en la falsa esperanza de esta ilusión de súper-ricos. ¿No cree usted que el gobierno exagera las estadísticas sobre la recuperación? ¿Se cree la alusión de Wall Street sobre un nuevo mercado a la alza en el futuro inmediato? ¿Cree los engañosos anuncios de Exxon-Mobile sobre las reservas energéticas? ¿Cree a Bill Gross cuando le dice que debemos vender nuestros Bonos del Tesoro para comprar sus Bonos de Países Emergentes? Siga soñando.
Comience a prepararse para la tercera crisis del siglo XXI y la depresión
Negación y mentiras. Recuerde, el 93% de lo que oímos acerca de los mercados, las finanzas y la economía son conjeturas, ilusiones y puras mentiras con la intención de manipularnos a tomar decisiones que nos fuercen a sacar nuestro dinero de nuestros bolsillos para ponerlo en Wall Street. Porque ellos se enriquecen diciendo mentiras sobre las acciones. Odian toda norma fiduciaria de la SEC que los obliga a decir la verdad.
Pero el hecho es que, sobre una base ajustada por inflación, Wall Street perdió 20% del dinero de los fondos de pensiones en la década de 2000 a 2010, ¡más de 10 billones de dólares! En Exuberancia Irracional, Robert Shiller nos advierte de una tercera caída de los mercados. Mejor empezamos a prepararnos ahora.
Antes de empezar a apostarle más a los casinos arreglados de Wall Street, piense cuidadosamente acerca de estas seis mega toxinas que conllevan a la ilusión de súper-riqueza de los estadounidenses, una pandemia que altera la mente e infecta el liderazgo de nuestro país en Washington, en las corporaciones y en Wall Street… pero que también «chorrea», infectando a muchos estadounidenses. Escuche:
1. Advertencia: los súper ricos quieren recortes de impuestos, creando desempleo para los jóvenes
Bloomberg advierte: «Los chicos no están bien» (The Kids Aren’the Alright, en alusión a una canción del grupo británico The Who. NdT). A nivel mundial, el desempleo juvenil está impulsando la revolución. En una columna del New York Times, Matthew Klein, un investigador de 24 años del Consejo de Asuntos Extranjeros establece un paralelo entre la tasa de desempleo del 25% entre los jóvenes revolucionarios de Egipto y el 21% de los jóvenes trabajadores de EEUU: «Los jóvenes serán los más afectados por los reajustes presupuestales de los gobiernos. Aumentarán los impuestos sobre los trabajadores y recortarán el gasto en educación, mientras que los subsidios hipotecarios y los beneficios para las personas de edad seguirán siendo intocables, como lo son los recortes fiscales para los ricos. Más oportunidades perdidas. ¿Cuánto tiempo falta hasta que el resto de los países ricos estallen como Egipto?
2. Advertencia: mientras que los ricos se hacen más ricos con los precios de los productos básicos, los pobres se ponen más furiosos
El comentarista de USA Today John Waggoner advierte: «el aumento de los precios de los alimentos manda a millones a la pobreza y el hambre: el maíz subió 52% en 12 meses. El azúcar, 60%. La soja 41%. El trigo, 24%. Para 44 millones de personas, el «aumento de los precios de los alimentos significa un descenso a la pobreza extrema y el hambre», advierte el Banco Mundial. Las causas son múltiples: los especuladores, el precio del petróleo, las políticas comerciales, la explosión demográfica. Pero en su conjunto, exponen «las desigualdades subyacentes y las cuestiones relacionadas con el nivel de vida, que hierven bajo la superficie», dice un gerente de PIMCO.
3. Advertencia: los pobres del mundo son una bomba de tiempo dirigida a los súper ricos
Un informe especial de la revista TIME, «Pobres vs. Ricos: un nuevo conflicto mundial», advierte que » se está desarrollando un conflicto entre dos mundos – uno rico y uno pobre -, y el campo de batalla es el propio mundo». 25 países desarrollados con tan sólo 750 millones de habitantes consumen la mayor parte de los recursos del mundo, producen la mayor parte de sus bienes manufacturados y disfrutan de los más altos niveles de vida de la historia. «Pero ahora están frente a 100 países subdesarrollados y pobres con 2 mil millones de personas, cientos de millones de las cuales viven en la pobreza y exigen una mayor participación en esa riqueza». Piense en Egipto. Un líder británico llama a esto una «bomba de tiempo para la raza humana».
4. Advertencia: la siguiente revolución será en el «Tercer Mundo Estadounidense»
Estamos maduros para una revolución: En Tercer Mundo Estadounidense, Arianna Huffington advierte: «Washington se apresuró al rescatar a Wall Street, pero se olvidó del estadounidense de a pie… Uno de cada cinco estadounidenses está desempleado o subempleado. Una de cada nueve familias no puede hacer el pago mínimo de sus tarjetas de crédito. Una de cada ocho hipotecas está atrasada o en ejecución. Uno de cada ocho estadounidenses sobrevive con cupones de alimentos». La movilidad social siempre ha sido parte del sueño estadounidense… esa promesa se ha quebrado… El sueño estadounidense se está convirtiendo en una pesadilla. Pronto va a implosionar: fusión, revolución, depresión.
5. Advertencia: hay que rehabilitar a los súper ricos de su adicción a la codicia
En Almuerzo Gratis: Cómo los estadounidenses más ricos se enriquecen a expensas del gobierno (y nos clavan la factura), David Cay Johnston, advierte que los ricos son como los adictos, y para los adictos, «el dinero es como la cocaína, demasiado nunca es suficiente». Hace pocos años, una elite de 300.000 estadounidenses en «la décima parte del 1% de los ingresos tenían tanto ingreso como los 150 millones estadounidenses que constituyen la mitad más baja de nuestra población, económicamente hablando». La ilusión de súper ricos es una adicción que requiere una dolorosa desintoxicación.
6. Advertencia: si los políticos siguen infectados por la ilusión de la súper-riqueza, lo que viene es la revolución
En Pacto Suicida de Washington, Ezra Klein (Newsweek) advierte: «El Congreso se desliza hacia el peor de los mundos: Pérdida masiva de empleos y un déficit explosivo» ¿Qué tan grave es la situación? Se han perdido 700.000 puestos de trabajo más, dice el economista jefe de Moody’s, Mark Zandi. ¿Se acuerda Ud. cuando el vicepresidente Dick Cheney dijo que «los déficits no importan»? Hoy, el Partido Republicano está tan enceguecido por su obsesión de destruir la presidencia de Obama, que dicen que los déficits son lo único que importa.
¡Despierten, amigos! El espejismo de los súper-ricos está destruyendo el sueño estadounidense para el resto de nosotros. Y a los súper ricos usted no les importa. Ya están acaparando en preparación para la bomba de tiempo económica que se avecina. Después no digan que no les advirtieron. Es tiempo para empezar a planificar para la revolución que se avecina, y para otra Gran Depresión.
Paul B. Farrell es autor de 9 libros sobre finanzas, teoría económica y psicología. Entre otros cargos, fue vicepresidente de Financial News Network y de Mercury Entertainment Corp.
Traducción para www.sinpermiso.info: Antonio Zighelboim