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Entrevista a Uday Al Zaidi, presidente del Frente Popular para la Liberación de Iraq

«Mantendremos las protestas hasta la salida de los ocupantes»

Fuentes: Periodismo Humano

Uday Al Zaidi, de 32 años, es el hermano de Montazer al Zaidi, el periodista que arrojó un zapato a Bush y fue encarcelado por ello. Pero Uday Al Zaidi es también presidente del Frente Popular para la Liberación de Irak y uno de los organizadores de las protestas contra la ocupación que tienen lugar […]

Uday Al Zaidi, de 32 años, es el hermano de Montazer al Zaidi, el periodista que arrojó un zapato a Bush y fue encarcelado por ello.

Pero Uday Al Zaidi es también presidente del Frente Popular para la Liberación de Irak y uno de los organizadores de las protestas contra la ocupación que tienen lugar desde hace varios meses en 16 de las 18 provincias iraquíes.

Periodismo Humano ha charlado con él en Madrid, a donde ha acudido invitado por la Campaña estatal contra la ocupación y por la soberanía de Irak.

Nada más recibirnos nos muestra decenas de fotografías de víctimas de la ocupación militar y de la guerra.

«Mira, matanzas de niños, violaciones de mujeres y hombres, cárceles secretas, humillaciones diarias, familias asesinadas por bombas estadounidenses. Una imagen vale más que mil palabras. Estas fotos muestran lo que nos ha traído la ocupación».

Se detiene para coger aire mientras su dedo sigue pulsando el ratón en busca de más fotografías.

«Desde 2003 hay un millón de muertos y cuatro millones de huérfanos. Y la gran paradoja es que Irak es un país rico, pero su pueblo, nosotros, tenemos que rebuscar en la basura para sobrevivir».

La esposa y los tres hijos de Uday Al Zaidi viven desde hace dos años en Siria. Su hermano Montazer se encuentra en Líbano, a donde huyó tras ser puesto en libertad.

A mi hermano le han prohibido la entrada a Irak. Le han tachado con una cruz, a él y a todos nosotros. Yo trabajaba como funcionario en el Ministerio de Cultura, pero me despidieron cuando Montazer lanzó el zapato a Bush.

«A partir de ahí toda mi familia empezó a sufrir un acoso insoportable, registraban nuestra casa, nos vigilaban. Así que decidí enviar a mi familia a Siria, por cuestiones de seguridad. Nos vemos una vez al mes. Yo no quiero abandonar la lucha por la independencia de mi país».

PH: ¿Cuándo y por qué comenzaron a organizarse manifestaciones en Irak?

UZ: Llevábamos manifestándonos un tiempo, pero las protestas tomaron fuerza tras el estallido de las revueltas en Túnez y Egipto. Si ellos son capaces de derrocar dictaduras de más de treinta años, nosotros podemos echar a los ocupantes.

Así que convocamos una manifestación el 25 de febrero y nos encontramos con una gran acogida en ciudades como Mosul, Basora, Bagdad o Diwaniya. Participaron suníes, chiíes, kurdos, turcomanos. No son protestas sectarias.

El sectarismo no existe en la población, sino en las mentes de los políticos iraquíes.

Yo, por ejemplo, soy chií, y me manifiesto junto con muchos suníes contra un gobierno dominado por chiíes.

PH ¿Cree posible mantener como hasta ahora la celebración manifestaciones todas las semanas en varias ciudades iraquíes?

Por supuesto, y no sólo eso. Es posible que estas manifestaciones aumenten en número de participantes y que se propague un movimiento de desobediencia civil iniciado ya en Mosul, con coordinación y apoyo de colegios de profesionales de médicos, abogados e ingenieros.

PH ¿Se han dado algún plazo?

Sí. El 25 de febrero el primer ministro Al Maliki dijo que se daba un plazo de cien días para cumplir sus promesas y acabar con la corrupción. Ese plazo termina el 5 de junio.

Será el 5 de junio cuando, si nada cambia, daremos un impulso a las protestas y al llamamiento a la desobediencia civil.

PH ¿Cuál es la respuesta del gobierno y las fuerzas armadas a estas protestas?

En algunas ciudades dispersan a los manifestantes con gases lacrimógenos, porras e incluso disparando balas de verdad que han causado al menos 50 muertos y centenares de heridos. Yo mismo fui agredido y arrestado el 25 de febrero.

Estuve cinco días en la cárcel, donde recibí descargas eléctricas, me rompieron la clavícula, me dislocaron una muñeca y me rompieron la pierna izquierda [Uday muestra su pierna, aún escayolada].

Las fuerzas armadas estadounidenses están prestando apoyo al ejército iraquí en esta represión contra los manifestantes pacíficos. De hecho es frecuente que las protestas sean vigiladas por helicópteros estadounidenses que vuelan a baja altura, y desde los que han llegado a arrojarnos basura.

PH: ¿Todas sus demandas se centran en el fin de la ocupación militar?

No, aunque mientras haya ocupación es imposible que el resto de nuestras demandas se cumplan.

Reivindicamos que se acabe con el sistema de cuotas comunitarias y sectarias establecido tras la ocupación.

Ese sistema supone, entre otras cosas, que el primer ministro tiene que ser chií, el presidente del Parlamento suní y el presidente del país kurdo.

También exigimos la puesta en libertad de los detenidos inocentes, que son decenas de miles, hombres y mujeres que desconocen de qué se les acusa. Pero nuestra prioridad es vivir con dignidad, con libertad, con independencia. Solo entonces podremos pedir otras cosas, como trabajo, electricidad, el fin de la corrupción, mejoras en el nivel de vida.

PH: ¿Cuentan con algún tipo de apoyo exterior?

No, nuestro único apoyo es el de los miles de manifestantes. Hasta ahora hemos rechazado apoyo de países e incluso de partidos políticos, para que no se nos acuse de que trabajamos al servicio de ellos. Solo trabajamos al servicio del pueblo.

PH: ¿Mantienen contacto con la resistencia armada iraquí?

Sí, por supuesto. Compartimos con la resistencia armada un mismo objetivo: echar al ocupante, pero nosotros resistimos de manera pacífica, a través de protestas. La resistencia apoya esta alternativa pacífica.

Ese apoyo ha sido usado en nuestra contra por parte del gobierno iraquí, que nos acusa de tener vínculos con terroristas, cuando nosotros somos ciudadanos de a pie sin más armas que nuestra voz. Simplemente somos personas que no queremos quedarnos en casa de brazos cruzados.

PH ¿Qué papel está jugando el vecino Irán en territorio iraquí?

Tras la ocupación de Irak Irán logró hacerse con el control de una parte importante de nuestro país. Yo soy chií, confesión religiosa mayoritaria en Irán. Pero aún así mantengo que el papel que Irán juega en Irak es igual o peor que el de Estados Unidos. Los grupos pro iraníes ejercen una represión sistemática.

Las milicias iraníes han hecho mucho daño a este país y están infiltradas en el propio gobierno iraquí a través de los partidos pro iraníes, como el Consejo Superior para la Revolución Islámica, el partido Al Dawa al que pertenece el primer ministro Nuri Al Maliki o el Movimiento Sader, del clérigo Muqtada Al Sader, cuyo brazo armado es el Ejército del Mahdi. En todas las provincias hay milicias iraníes e incluso cárceles secretas controladas por esas milicias.

PH ¿Cuál es su opinión sobre el papel que han desempeñado las llamadas brigadas del Despertar, integradas por antiguos combatientes de la resistencia armada y financiadas y armadas por Estados Unidos?

Las brigadas del Despertar forman parte de la industria americana. Algunos de sus integrantes han pasado a formar parte de las Fuerzas Armadas iraquíes, pero buena parte de ellos han sido engañados y abandonados. El primer ministro Al Maliki no confía en ellos porque son suníes y no quiere una mayoría suní en el Ejército.

Así que algunos han vuelto a las filas de la resistencia, otros se han ido del país y otros han vuelto a sus casas decepcionados.

Estas brigadas son un ejemplo de la táctica estadounidense, consistente en el divide y vencerás. 

La ocupación se aprovechó de la inocencia de la gente, fomentó el sectarismo, manipuló.

Pero desde 2007 los iraquíes son conscientes de esto. Ahora el sectarismo no existe entre la población, solo en la zona verde, donde está el primer ministro y el resto de los gobernantes.

Fuente: http://minotauro.periodismohumano.com/2011/05/15/mantendremos-las-protestas-en-irak-hasta-la-salida-de-los-ocupantes/

rCR