Los fines políticos planteados por el imperialismo nos ha introducido denominada «guerra de cuarta generación», donde nuevas formas de comunicación en red, altamente elaboradas por la inteligencia estadounidense que nos enfrenta al actual escenario, en el que, los medios de comunicación populares, emergen como columna vertebral de la contraofensiva mediática revolucionaria a escala mundial. Los […]
Los fines políticos planteados por el imperialismo nos ha introducido denominada «guerra de cuarta generación», donde nuevas formas de comunicación en red, altamente elaboradas por la inteligencia estadounidense que nos enfrenta al actual escenario, en el que, los medios de comunicación populares, emergen como columna vertebral de la contraofensiva mediática revolucionaria a escala mundial.
Los operadores de la realidad virtual globalizada instaurada desde los grandes centros de poder mundial preparan a diario las percepciones comunicacionales para modificar la conciencia de las personas. Esta guerra de larga data, perfeccionada con los actuales avances tecnológicos, es ejecutada por los medios de comunicación quienes segmentan la información y abstraen a las personas-objetivo de su esencia humana, creándoles artificialmente otra realidad modificada.
A través de la Guerra de Cuarta Generación, el Imperio desarrolla sus planes expansionistas y genera matrices de opinión públicas o tendencias informativas.
La importancia de los comunicadores populares radica en que son los verdaderos agentes que posibilitan identificar dónde está la manipulación y contrarrestarla con difusión de información verdadera. La función es mucho más importante que la mera masiva propaganda gubernamental tendiente a ocupar espacio comunicacional.
En la denominada Guerra sin Fusiles o Guerra Asimétrica, el campo de batalla ya no está en el mundo exterior sino en la subjetividad de los seres humanos. La colonización militar para controlar un territorio ha sido transformada refinadamente en colonización mental con el objetivo de dominar y controlar a las sociedades.
Las grandes corporaciones forman y entrenan expertos comunicacionales en insurgencia y contrainsurgencia que han reemplazado las operaciones militares por las operaciones psicológicas.
Así, el motivo de que los comunicadores populares se han convertido en la vanguardia de las luchas populares es que el propio imperio a puesto como avanzada de su estrategia de dominio a la comunicación imperial global.
La tarea debe estar orientada a deconstruir el mecanismo de manipulación disociativa activado por los grandes medios que responden a los conglomerados capitalistas transnacionales.
La comunicación popular aparece entonces como la tarea más importante de los movimientos sociales en la construcción de «la vanguardia» al servicio de las luchas libertarias mundiales.