Es un crimen que causa horror. No dejo de pensar que fue asesinado por sus ideales porque no hay ninguna razón por la que fuera asesinado en Guatemala», dijo La Premio Nobel de la Paz
La Premio Nobel de la Paz 1992, la dirigente indígena guatemalteca Rigoberta Menchú, derramó lágrimas al deplorar la trágica muerte del compositor e intérprete argentino Facundo Cabral, acribillado hoy en la ciudad de Guatemala.
La Premio Nobel de la Paz sostuvo, en el sitio del atentado, que Cabral murió ‘por sus ideales’, aunque no profundizó en los fundamentos de su apreciación.
‘Es un crimen que causa horror. No dejo de pensar que fue asesinado por sus ideales porque no hay ninguna razón por la que fuera asesinado en Guatemala’, dijo sobre Cabral, quien le cantó a la libertad, a la vida y fue un feroz crítico de las dictaduras militares y gobiernos autoritarios.
‘No encuentro ninguna lógica de la muerte de Cabral aquí en Guatemala, él sólo vino a cantar’, dijo Menchú, tras reiterar que el trovador, de 74 años, murió en este país centroamericano ‘por sus ideales’, a manos ‘del fascismo’.
Menchú indicó en la escena del crimen, donde permanecía el cuerpo del célebre artista, que se trata de un crimen lamentable.
‘Estoy consternada y horrorizada’, manifestó conmovida, entre lágrimas. Exigió al gobierno del presidente Alvaro Colom y a las autoridades correspondientes que resuelvan el caso y se aplique todo el peso de la ley a los autores de los abominables hechos.
Menchú acudió al lugar en que fue ultimado el artista, un transitado sector de la ciudad de Guatemala conocido como El Trébol, donde quedó la camioneta Range Rover perforada con numerosos disparos.
El vehículo llegó a las puertas de la estación del Cuerpo de Bomberos Municipales (CBM) de El Trébol, sitio al que se dirigió el chofer en busca de auxilio en medio del ataque a balazos perpetrado por desconocidos.
Personal del CBM dijeron a periodistas que escucharon la balacera y la llegada precipitada de la camioneta que conducía al artista, y luego de que huyeron los asesinos salieron a auxiliar a Cabral, pero constataron que murió casi en forma instantánea.
Uno de los voceros de la institución de socorro declaró que el artista presentaba entre ocho y 10 impactos de bala en la cabeza y área del tórax. El chofer y al parecer empresario artístico que conducía el vehículo fue ingresado grave a un hospital del sector.
Cabral se trasladaba hacia el aeropuerto internacional La Aurora desde el hotel Tikal Futura, luego de una semana de presentaciones en la capital y ciudades del occidente del país.
El trayecto de menos de 10 minutos entre el hotel y el aeropuerto capitalino fue interrumpido cuando la camioneta fue blanco de numerosos disparos de parte de un grupo de pistoleros no identificados.
Atrás se conducía otra camioneta con guardias que no pudieron defender al artista. Los dos custodios, en calidad de testigos, declaran sobre los hechos como parte de la investigación.