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Un nuevo arrebato de Uribe deja al desnudo a la oposición venezolana

Fuentes: Rebelión

Pongamos las cosas en su lugar: 2 de marzo de 2008: se produce un ataque militar de Colombia en territorio ecuatoriano. Ese mismo día el Presidente Chávez ordena desplazar tropas a la frontera con Colombia y retira el personal diplomático venezolano acreditado en Colombia. Inmediatamente la derecha venezolana, partidos, medios, intelectuales y periodistas tratan de […]


Pongamos las cosas en su lugar:

2 de marzo de 2008: se produce un ataque militar de Colombia en territorio ecuatoriano. Ese mismo día el Presidente Chávez ordena desplazar tropas a la frontera con Colombia y retira el personal diplomático venezolano acreditado en Colombia. Inmediatamente la derecha venezolana, partidos, medios, intelectuales y periodistas tratan de desacreditar la posición de la República y descalifican y acusan al Presidente Chávez, en una clara exaltación de los argumentos del gobierno de Uribe.

9 de agosto de 2012: Presidente Uribe reconoce públicamente que evaluó atacar militarmente territorio venezolano, pero que le faltó tiempo para ejecutar esta acción.

Esta declaración demuestra la claridad táctica y estratégica del Presidente Chávez al evaluar las intenciones del gobierno de Uribe. Lo que significa que sus órdenes de trasladar efectivos a proteger la frontera venezolana y el retiro del personal diplomático acreditado en Bogotá fue una acción efectiva para disuadir al Gobierno de Uribe en la locura de la guerra. Chávez cumplió con su responsabilidad en la protección de la integridad territorial.

Aquí es necesario estudiar y analizar los argumentos de la derecha venezolana contra el Jefe de Estado, a quienes llegaron a acusar de guerrerista. Por el contrario, el propio Uribe, aunque sin ser su intención, los coloca a todos ellos en evidencia (les echa paja), les desmonta todos los ataques que utilizaron contra el Jefe de Estado cuando éste hizo su advertencia al gobierno de Uribe.

Por eso la oposición venezolana prefiere ni darse por enterada de que Uribe planificó llevar su guerra a territorio venezolano bajo la misma doctrina imperialista de no respetar fronteras en la guerra contra sus enemigos. Y, ahora, guardan un silencio tan ensordecedor como la bulla de que hicieron gala cuando el Comandante en Jefe, Presidente Hugo Chávez, movilizó tropas para evitar la locura de las huestes uribistas.

Son hipócritas, son enemigos de la paz, son enemigos del pueblo y son traidores.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.