Hemos mencionado en anteriores tres(3) realidades políticas internacionales: reelección de Chávez Frías, de Barack Obama y la elección de la 5ta generación del Partido Comunista Chino (PCCh) como responsables de las políticas chinas en los próximos diez(10) años. A ello debemos adicionar las crisis en la eurozona, la testaruda decisión de Israel de ir a […]
Hemos mencionado en anteriores tres(3) realidades políticas internacionales: reelección de Chávez Frías, de Barack Obama y la elección de la 5ta generación del Partido Comunista Chino (PCCh) como responsables de las políticas chinas en los próximos diez(10) años. A ello debemos adicionar las crisis en la eurozona, la testaruda decisión de Israel de ir a la guerra contra Siria e Irán, las apatías de los países árabes del golfo Pérsico frente a sus escenarios objetivos de guerra, las inestabilidades en países del África, las contradicciones a lo interno de los países de la ASEAN, las objetivas realidades en el Asia Central que afectan a Rusia, China, Paquistán e India, por último, la incorporación de Australia a los esquemas geoestratégicos diseñados en el marco de la «nueva política Obama» (JVR dixit). En última instancia, pareciera que el Presidente Rafael Correa (Ecuador) tiene razón cuando nos comunica que estamos en un cambio de Era (época). ¿Qué significaría dicha aseveración en propuesta? ¿El actual escenario mundial tendría algún paralelismo con pasadas épocas históricas? Es decir, ¿estaríamos inmersos en el proceso histórico de cambios de sistema como aquellas realidades que se sucedieron durante la Revolución Francesa en considerando que nos referimos tanto a realidades previas como posteriores a las sangrientas realidades de la Comuna de París? Pero ¿cuál y/o cuáles serían las nuevas estructuras socio-económicas pero, fundamentalmente, las nuevas propuestas super-estructurales y, finalmente, cuál y/o cuáles ideologías sustentarían las nuevas realidades mundiales socio-económicas? Ardua tarea intelectual para intelectuales; nos, solo opinamos.
La primera realidad a la cual debemos acercarnos (como neófitos militantes) es la energía. Los EEUU de América ha decidido desarrollar a fondo su industria petrolera para tratar de suplir necesidades de importación de crudo y gas y acelerar las políticas de no-dependencia de las importaciones de crudo y gas desde mercados de países productores de petróleo (Obama dixit). Esta decisión significa que Washington buscará disminuir las importaciones de crudo desde los países del Golfo Pérsico vista tres(3) realidades objetivas: los costos en transporte, las inseguridades en las rutas marítimas que se vienen desarrollando desde la óptica de la geo-estrategia washingtoniana y las realidades que viene imponiendo Israel en el Medio Oriente con importantes consecuencias en las sociedades islámicas (Samuel Huntington). Esta decisión política petrolera tendrá su inicio y, muy al estilo estadounidense, se le conoce su caducidad cual será en el año 2030. En ese marco escénico, tendríamos dos(2) realidades, aparentemente, objetivas: que Venezuela no dejará de exportar crudo a los EEUU de América y que a partir del 2030 (si llegamos) se convertirá en un «socio -partner- ideal, confiable y de mutuo beneficio» para Washington pero sin Obama con las necesidades reales tanto de la sociedad estadounidense como de la industria del «imperio del norte». Debemos aclarar, mejor, precisar, que CITGO es una compañía venezolana en suelo estadounidense (norteamericano como le gusta referir sobre los EEUU de América a un muy respetado amigo).
La segunda realidad sería las realidades políticas que ya se están presentando en la 5ta generación de líderes chinos elegidos en el recién finalizado 18avo Congreso del PCCh. El actual Secretario General, Xi Jinping, le ha manifestado (al estilo chino) a la alta dirigencia de cuadros del PCCh que hay que asumir y combatir, muy seriamente, las realidades de la corrupción que está socavando las bases del Estado socialista chino (pareciera que el sistema capitalista en su fase neoliberal-globalizado está produciendo el desarrollo del «pecado de la corrupción» donde, aparentemente, no se estaría salvando ni el Vaticano). Pero el 18avo Congreso del PCCh no solamente se circunscribió al «tema corrupción» como también lo expuso en su discurso el ex-Secretario General, Hu Jintao. Expresó el aún Presidente de la República Popular China (hasta marzo, 2013) que el «sector militar» chino debería profundizar su reingeniería actual (lo denominan «modernizarse») vista las realidades geoestratégicas que se están desarrollando en la Región de Asia-Pacífico. Frente a esta política militar estamos conociendo como los factores militares chinos y no-chinos vienen informando sobre los nuevos avances, particularmente, en las áreas marítimas, ciberespacio, y profesionalización de los ejércitos chinos vista las nuevas realidades que se estarían imponiendo en la teoría militar sobre la base de la praxis que han desarrollado tanto el Pentágono como Defensa estadounidense en las guerras de Iraq y Afganistán y los escenarios de Libia y Paquistán con los seguros estudios actuales que se realizan en Israel con el escudo anti-misil en el escenario Gaza-Israel (no entramos a considerar los problemas de fondo en este texto). Pero las decisiones del 18avo Congreso del PCCh van más allá. Las políticas de apertura e inversión y transferencia de tecnologías han tenido efectos positivos en las realidades históricas chinas al tiempo que «…al dejar que algunas moscas entren…» (Deng Xiaoping dixit) han conllevado (contenido) problemas super-estructurales. Han llegado (probablemente) los tiempos de la «glasnost china» con características chinas (no es una redundancia). Tiempos de una perestroika china que contenga dos(2) factores importantes: profundizar el desarrollo de las provincias mediterráneas y el marco jurídico perfectible que vaya buscando equilibrios en las sociedades urbanas y rurales de las provincias y ciudades favorecidas por las políticas de Deng Xiaoping (en sencilla expresión). Cabría conocer cómo se seguirán desarrollando las relaciones de «mutuo beneficio» que se vienen imponiendo en las relaciones sino-latinoamericanas no solo por las realidades que enmarcan los intereses en ambas partes sino por las realidades que se están expresando en el marco del desarrollo de la «nueva política Obama» (JVR dixit) y lo que ella significaría, en futuro, en las relaciones entre los EEUU de América y los países al sur del estado de la Florida porque debemos aceptar dos(2) realidades: que la «política Monroe» está en su fase terminal hacia su reingeniería y que más temprano que tarde Washington y el Poder (como lo calificaba Müller Rojas) tendrán que asumir realidades incómodas además de objetivas frente a las cuales tendrán dos(2) actitudes (si se quiere, decisiones) cuales serían tratar de derrocar los gobiernos que Sebastián Piñera califica de «populistas» y/o alcanzar acuerdos en el marco de los «5 Principios de Badung» con todos sus significados frente a un mundo global con una economía globalizada de «nuevo cuño».
Ante los escenarios expuestos y propuesto más arriba, Venezuela tiene que objetivar sus realidades tanto geopolíticas como geoestratégicas en el marco de un escenario mundial inestable como, reiteradamente, lo viene proponiendo el Comandante Chávez Frías. En primer lugar, debemos profundizar las explicaciones que la sociedad venezolana necesita conocer ante las realidades en perfecto beneficio de estar incorporados plenamente al Mercosur. De todas y todos es conocido la militante oposición (aún en las actuales realidades) que el señor Federico Franco, quien funge como Presidente del hermano país Paraguay, sostiene ante la membrecía plena de Venezuela en el Mercosur. El señor Franco nunca jamás aceptará la presencia de Venezuela en el Mercosur y mantendrá posiciones políticas en cualquier foro internacional donde pueda elevar sus posiciones anti-comunistas y anti-chavistas radicales como las sustentó (las primeras) durante el curso de «guerra política» al que asistió en la Academia Fuxingang (Taiwan) en 1.988. En segundo lugar, consideramos que el actual desarrollo tanto de la UNASUR como de la CELAC son dos(2) objetivos imperativos para la consolidación del desarrollo de las bases fundacionales de la unidad de intereses en la diversidad de la América al sur del estado de la Florida (nos permitimos sugerir la lectura del título: «La UNASUR: alianzas militares». Pascualino Angiolillo Fernández. Caracas, 2012, pp. 194). Ello significa repensar y elevar la reingeniería de las realidades tanto de la OEA como de otros escenarios donde participan países mediterráneos y la Comunidad Europea; ello significaría superar, definitivamente, la neo-dependencia y factores negativos del capitalismo actual vista las diversidades latinoamericanas objetivas.
Un tercer escenario a considerar sería las divisiones geo-territoriales africanas cuando se aceptan más las unidades religiosas que étnicas. Tomemos un simple pero importante ejemplo como son las realidades de 30 años en la República Saharaui vis a vis Marruecos como base militar fundamental de este último país de los EEUU de América en el norte de África. Otro ejemplo podría considerar las realidades de Angola donde la UNASUR podría ejercer un papel fundamental en las profundizaciones de las relaciones con no solo Angola sino con el África occidental y Sudáfrica. Ambos escenarios a título de ejemplos.
Lo expuesto como introito serían realidades que se enfrentarán en el desarrollo de los meses del próximo año, 2013, año que podría significarse como catalizador frente a un escenario «cul de sac» global de «la paz y la guerra» (Tolstoi).
Publicación Barómetro 22-11-12
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