No me hace ninguna gracia volver a escribir sobre Venezuela, pues hay quienes me identificarán solo como la defensora del régimen chavista; y les aseguro que, aparte de esta, yo también defiendo muchas otras causas nobles. La incompleta recuperación del presidente Chávez en Cuba, la que le impidió asistir a la toma de mando en […]
No me hace ninguna gracia volver a escribir sobre Venezuela, pues hay quienes me identificarán solo como la defensora del régimen chavista; y les aseguro que, aparte de esta, yo también defiendo muchas otras causas nobles.
La incompleta recuperación del presidente Chávez en Cuba, la que le impidió asistir a la toma de mando en Caracas, ha puesto los dientes largos a los opositores al régimen y los ha ubicado (ayudados por sus tentáculos en la prensa nacional e internacional) en una especie de sobreiluminación mediática, por la que aparecen constantemente en la prensa del mundo entero. No puedo decir que antes haya sido muy diferente, pero esta vez la coyuntura se presta para hablar constantemente de Venezuela, y los medios eligen como portavoces de sus «artículos» y «noticias» a cualquiera que diga estar en contra del chavismo.
Estos reporteros hacen uso y gala de su creatividad maligna, adjudicándole al presidente «comas inducidos» y hasta una que otra muerte. Tal es la desesperación por atacar al comandante y a su gobierno que incluso ayer el diario El País, en la portada de su primera edición, demostró su rigor periodístico al publicar una grotesca foto en la que salía un supuesto Hugo Chávez entubado en un hospital. La foto era falsa, correspondía a un video de Youtube que rodaba por internet. En el video sale un hombre siendo operado en el año 2008, un hombre que no era Chávez… ¡Pequeño detalle!
El País tuvo que retirar sus periódicos impresos y quitar la foto de su web. También tuvo que deshacerse de «El secreto de la enfermedad de Chávez», el artículo que acompañaba a la impactante fotografía, una nota proveniente de la más profunda hoguera de las mentiras.
De manera descarada, la prensa nos viene inoculando sus patrañas, tal y como se ha podido demostrar en esta ocasión. Otra calumnia que este periódico se ha dedicado a esparcir es que la producción de crudo venezolano ha caído fuertemente debido a la mala gestión del gobierno. ¿Es tal la ineptitud que no saben que Venezuela tiene un límite de producción acordado con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)? No, no es que sean ineptos, es que van de «listos».
Tan listos como hace unos meses, cuando, con pasmosa seguridad, pronosticaban que el líder venezolano podría perder las elecciones presidenciales. Igual de sabios que ahora, cuando aseveran que Venezuela atraviesa una debacle económica.
Debacle es la que existe en su código deontológico de «profesionales de la comunicación». Nadie pide que se haga proselitismo político acerca del régimen chavista, sino tan solo que no se desinforme, que se utilicen los datos existentes, que se reflejen los hechos constatados.
El lunes de la semana pasada, el periódico británico The Guardian rompió con las ataduras de mentiras a los que los medios nos tienen acostumbrados al hablar sobre Venezuela. En su editorial titulado «Venezuela, desafiando las predicciones. Otra vez» se explicaba que el aplazamiento de la toma de mando de Chávez está dentro de lo contemplado en la Constitución Bolivariana y, sobre todo, «no es un golpe de Estado», tal y como las fuerzas de la oposición intentan hacernos creer.
Imagínense la sarta de calumnias que se esparcen sobre Venezuela para que un diario inglés (que poca simpatía ha mostrado tener con Hugo Chávez) decida utilizar nada menos que su editorial para desmentir algunas de las infamias con las que la prensa nos bombardea día a día.
Fuente: http://diario16.pe/columnista/17/francesca-emanuele/2289/bombardeos-sobre-venezuela