El discurso de la semana pasada del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jay Powell, en el Instituto Peterson de Economía Internacional de Washington fue realmente impactante. Powell dijo a su audiencia de economistas que «el alcance y la velocidad de esta recesión no tienen precedentes en los tiempos modernos». Uno de los hechos sorprendentes que apuntó fue que, según una encuesta especial de la Fed sobre el «bienestar económico» en los hogares estadounidenses, «de las personas que trabajaban en febrero, casi el 40% de los hogares que ganaban menos de 40.000 dólares al año, ¡habían perdido un empleo en marzo»!
Powell advirtió a su bien pagado público que atendía sentado en su casa gracias a Zoom que “si bien la respuesta económica ha sido oportuna y suficiente, puede que no sea el capítulo final, dado que el camino por delante es muy incierto y con riesgos a la baja significativos». De hecho, si son fiables las reducciones continuas de las previsiones de crecimiento global, el número de optimistas que cree posible una recuperación en forma de V se reduce a los dirigentes políticos y financieros.