Con prudencia y a la par valentía, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha ido explicando a sus coterráneos y al mundo cómo compañías españolas han obtenido enormes ganancias en detrimento del bienestar del pueblo, mediante contratos firmados por los gobiernos de Vicente Fox (2000-2006), Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018).
AMLO, durante varias alocuciones públicas ha puntualizado que empresas españolas abusaron de México durante el “periodo neoliberal” que duró 36 años y en su última conferencia de prensa sugirió “poner una pausa en la relación con Madrid, lo que no significa la ruptura de lazos diplomáticos”
El presidente se refirió en específico a las compañías Iberdrola (electricidad), Repsol (hidrocarburos) y OHL (construcción) donde existió “un contubernio arriba, en la cúpula de los gobiernos de México y España, tres sexenios seguidos” y en los cuales el pueblo mexicano “llevó la peor parte”.
A solo tres meses de su llegada a la presidencia, en marzo de 2019, López Obrador envió una carta al rey Felipe VI por medio de la cual pedía que España se disculpara con el pueblo mexicano por los agravios cometidos durante la época de la conquista, solicitud que fue rechazada inmediatamente por el Gobierno de Madrid.
El 13 de agosto de 2021, al conmemorar los 500 años de la caída de Tenochtitlan por las tropas de Hernán Cortés, que dio paso a la época colonial que duró 300 años, AMLO ofreció perdón a las víctimas por las catástrofes ocurridas en México por la ocupación militar española.
Y en ese mismo acto enfatizó que las empresas españolas «se dedicaron a saquear y robar con el apoyo de los gobiernos mexicanos», cuyo saqueo duró los 36 años del “periodo neoliberal”, por lo que es necesario llevar adelante el cambio.
Con especial claridad para que se comprenda la realidad histórica, el presidente explicó que esas compañías “hacían lo que querían, nos veían como tierra de conquista y se llevó a cabo una especie de segunda conquista”.
En el caso de Iberdrola, compañía que controla la mitad de la energía eléctrica que se produce en el país, ésta se benefició con los contratos firmados en el sexenio de Felipe Calderón y después contrató a la secretaria de Energía del Estado, Georgina Kessel y al expresidente como miembro de su consejo de administración.
Durante su mandato Calderón eliminó la empresa estatal Luz y Fuerza del Centro, despidió a más de 40 000 trabajadores y permitió que Iberdrola se convirtiera en una especie de monopolio en el país azteca.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó que la reforma energética del sexenio anterior auspiciada por Peña Nieto, ha causado daños por más de 20 000 millones de dólares debido a contratos con productores independientes de energía, por lo que el actual gobierno presentó al Congreso una propuesta de ley que propone dar prioridad a la CFE y eliminar la obligación de la empresa de comprar electricidad mediante subastas.
En el proyecto presentado a los legisladores se informa que sólo los subsidios a Productores Independientes de Energía ascienden a 249 606 millones de pesos (12 520 millones de dólares), y de este monto 56 175 millones (2 818 millones de dólares) corresponden exclusivamente a la energética española Iberdrola por la operación del parque eólico La Venta, en el estado de Oaxaca, lo que se considera como una perniciosa sangría para el Estado y el pueblo.
Los representantes de CFE subrayaron que los cambios propuestos por López Obrador ayudarán a crear un mercado real de competencia y aclararon que la nueva reforma no es una nacionalización disfrazada y llamaron a «poner fin al saqueo de un pequeño grupo de particulares, de gángster que se han hecho intensamente ricos» con los contratos al amparo de la reforma energética de sexenios pasados.
Con la nueva reforma a discutirse en el Congreso, señala CFE, se acabarán los subsidios «a un grupúsculo de hampones y las tarifas podrían bajar 20 % o 30 %, que equivaldría a una disminución de 140 000 millones de pesos (70 220 millones de dólares) en beneficio del pueblo mexicano”.
López Obrador también señaló a la empresa OHL ligada a actos de corrupción e incumplimiento de contratos en ambos países y explicó que durante el gobierno del priísta Peña Nieto se prefirió contratarla en detrimento de otra mexicana que garantizaba menor costo en las construcciones las que motivaron perdidas millonarias. Eso, dijo, se realizó con el influyentismo en el manejo del turismo, hasta lo más alto del poder, de España y de México.
En cuanto a la Repsol, aseguró que debe hacerse “un análisis solo de cuánto dinero del presupuesto público obtuvieron y se llevaron de México lo cual ayudaría a comprender que fue un abuso”.
En resumen, Andrés Manuel López Obrador ha expuesto sin tapujos cómo empresas transnacionales, en este caso basadas en España, han afectado a su país con el beneplácito de anteriores gobiernos neoliberales cuyos funcionarios se han enriquecido con lóbregas transacciones.
Nuevos tiempos de soberanía política-económica recorren México y como sentenció AMLO, el saqueo llevó bastante tiempo y ahora ellos no acaban de comprender “de que esto ya es distinto, entonces hay que estarles avisando”.
Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.
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