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Huelga en Boeing: las y los trabajadores se enfrentan a un gigante asediado que contraataca

Fuentes: Viento sur

Un artículo de Neil Irwin en el sitio web Axios, fechado el 11 de octubre, sobre el estado de la economía estadounidense se titulaba “Los huracanes y la huelga de Boeing harán inciertas las previsiones económicas”. Cuando se menciona una huelga sindical en el mismo discurso que los enormes huracanes Helene y Milton, sabemos que estamos ante una gran lucha obrera. El objetivo de este artículo es explicar en qué punto se encuentra hoy [13 de octubre] la huelga en Boeing.

Las dificultades de Boeing
En primer lugar, Boeing no es una empresa cualquiera. Es el segundo fabricante mundial de aviones, con cerca del 40% del mercado estadounidense. Boeing fue en su día el gigante de la industria aeroespacial. Recientemente, sin embargo, ha tropezado con un problema tras otro. Hubo accidentes del Boeing 737 Max en 2018 [en Indonesia] y 2019 [en Etiopía]. Ambos se atribuyeron al mismo fallo técnico[1]. El pasado enero, un Boeing 737 Max 9 operado por Alaska Airlines sufrió el desprendimiento de una puerta de corcho. Una nave espacial Boeing Starliner se consideró insegura para regresar a la Tierra, por lo que dos astronautas de la Estación Espacial Internacional tuvieron que esperar hasta febrero para un vuelo de regreso [tras haber partido en una misión de 8 días, tendrán que permanecer 8 meses].

Esta serie de desastres ha provocado una hemorragia de liquidez. Boeing no ha tenido un año rentable desde 2018. Su deuda asciende a 158.000 millones de dólares. Standard and Poors otorgó recientemente a la compañía una calificación de Credit Watch Negative, una señal de que la firma está rindiendo por debajo de sus competidores. El precio de la acción ha perdido un 40% de su valor este año. Se calcula que Boeing ha estado perdiendo 50 millones de dólares al día desde que comenzó la huelga. Así que no es de extrañar que en agosto se nombrara a un nuevo consejero delegado, Kelly Ortberg, para “darle la vuelta a la situación”.

El gigante de la aviación ha tenido una historia accidentada con los sindicatos. Esta es la octava huelga de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM) en Boeing. La posibilidad de que Boeing traslade su producción a Carolina del Sur, una zona no sindicalizada, ha estado sobre la mesa permanentemente en las últimas negociaciones.

Hay dos temas especialmente importantes para entender el contexto de la actual ruptura de las negociaciones. Hace diez años, Boeing pasó de un plan de pensiones de prestaciones definidas a un plan 401(k)[2] para los nuevos empleados y empleadas. La exigencia de anular esta enorme concesión del pasado es un elemento central de la huelga actual. En segundo lugar, el coste de la vivienda es especialmente elevado en el noroeste del Pacífico [entre las empresas de Boeing, dos de las más grandes están en la zona de Seattle, Washington]. Esto significa, por supuesto, que los salarios aparentemente altos no son tan altos en términos de poder adquisitivo real -incluidos el coste de la vivienda- como lo serían en la mayoría de las demás partes del país.

Viernes 13: comienza la huelga
Estos son los antecedentes de la huelga actual. El viernes 13 de septiembre, 33.000 miembros del sindicato IAM Local 751 se declararon en huelga. La mayoría de las y los huelguistas trabajan en las plantas de Renton y Everett, en la zona de Seattle. La producción de los aviones 737, 767 y 777 se paralizó. La huelga estuvo precedida por un incidente muy inusual dentro del sindicato. El equipo negociador del IAM había alcanzado un acuerdo provisional con la empresa. Afirmaron que el contrato representaba lo máximo que podían conseguir sin recurrir a la huelga y recomendaron votar a favor del acuerdo. Sin embargo, el proyecto de contrato fue rechazado por el 94,6% de la afiliación del sindicato y el 96% votó a favor de la huelga. ¿Fue éste un ejemplo de militancia por parte de los trabajadores y trabajadoras que rechazaron un acuerdo a la baja, o se trató de una complicada maniobra por parte de la dirección del sindicato para lograr este resultado? Es muy difícil responder a esta pregunta. Sin embargo, vale la pena señalar que el presidente del distrito, Jon Holden, no es ningún desconocido. En la última conferencia de Labor Notes[3], compartió el podio con Shawn Fain, de la UAW (United Auto Workers), ante una sala abarrotada. Es más, Jon Holden parece dirigir la huelga y parece ser un líder creíble.

La huelga ha entrado en su cuarta semana y parece mantenerse firme. Los piquetes están muy concurridos. Los piquetes reciben alimentos, leña y otros suministros. La paga de huelga es de 250 dólares semanales. Miembros de otros sindicatos se han unido a los piquetes para mostrar su solidaridad. Debido a la naturaleza altamente técnica del trabajo, será difícil encontrar esquiroles suficientemente formados.

Un mes después del inicio de la huelga, ¿se avecina una guerra de trincheras?
La dirección de Boeing ha intentado varias maniobras en las negociaciones. El 23 de septiembre presentó su oferta directamente a los sindicalistas, pasando por alto al equipo negociador del sindicato. Según el Seattle Times del 23 de septiembre, la nueva oferta supondría un aumento salarial del 30% en cuatro años, frente al 25% rechazado por el 94,6% de los trabajadores.

El 9 de octubre, Boeing dio un paso bastante inusual al anular una oferta de contrato anterior. El 10 de octubre, la empresa presentó una denuncia por prácticas laborales desleales (ULP)[4] contra el sindicato. De nuevo, esto no es algo sin precedentes, pero es muy raro que un empresario presente una denuncia por prácticas laborales desleales contra un sindicato. Normalmente, es el sindicato quien la presenta contra la dirección. Es difícil no tener la impresión de que la dirección de Boeing está multiplicando las iniciativas que tienen eco mediático. La mediación federal se intentó y fracasó. Sin embargo, la empresa ha adoptado un método probado de los manuales de gestión. El 7 de octubre, Boeing puso fin al seguro médico de las y los huelguistas.

De momento, no hay previstas más sesiones de negociación. Quedan sobre la mesa un gran número de reivindicaciones, como el tiempo que se tarda en alcanzar el tope de la escala salarial. Sin embargo, hay dos cuestiones que estarán en el centro del proceso de negociación. El primero es el salario. El sindicato propone un aumento del 40% en cuatro años. La propuesta de la dirección, del 30%, ha sido retirada. La segunda cuestión es el restablecimiento de un régimen de pensiones de prestaciones definidas. Los miembros del sindicato se vieron muy afectados por la pérdida de este beneficio en 2014. El restablecimiento del plan será claramente costoso para la empresa. Esta será una cuestión muy conflictiva.

Ofensiva de la dirección y reestructuración de la empresa
El 11 de octubre, Boeing anunció que despedirá al 10% de su plantilla total, es decir, 17.000 empleados, en los próximos meses. Al mismo tiempo, la dirección de Boeing anunció que aplazaba la producción del modelo 777X de gran capacidad hasta 2026, tras el descubrimiento de defectos estructurales, a pesar de que compañías aéreas como Lufthansa y Emirates los habían encargado. Por tanto, ¡la fecha de entrega se ha retrasado seis años! Además, el nuevo director general, Kelly Ortberg, ha indicado que el modelo 767 dejará de fabricarse después de 2027, una vez cumplidos los pedidos. Es evidente que se está llevando a cabo una importante reestructuración de toda la estructura de producción, con consecuencias para los puestos de trabajo de las y los trabajadores que participan en la huelga de las históricas plantas de Boeing en la zona de Seattle. El Financial Times del 14 de octubre escribía que “miles de empleados de Boeing sabrán esta semana si seguirán teniendo trabajo, ya que el grupo aeroespacial estadounidense se prepara para presentar los detalles de su plan para recortar unos 17.000 puestos de trabajo de su plantilla mundial”. El consejero delegado, Kelly Ortberg, dijo a los empleados el viernes 11 de octubre que “la recuperación de nuestro negocio requiere decisiones difíciles”, así como cambios estructurales, para garantizar que “podamos seguir siendo competitivos y satisfacer las necesidades de nuestros clientes a largo plazo” Nick Cunningham, analista de Agency Partners, afirmó que, dada la falta de detalles sobre las reducciones de plantilla, los recortes propuestos eran “quizá más una anticipación pragmática a la reducción de efectivos” debidos a la huelga. Añadió que “el truco consistirá en no perder al 10% de la gente que se quiere conservar, lo cual es aún más importante de lo habitual en el entorno de escasez de personal cualificado post-pandémico”.

Respuesta inicial de Jon Holden
Jon Holden, presidente de IAM Local 751, tras las diversas decisiones hechas públicas, declaró el 11 de octubre:

Boeing está intentando negociar a través una campaña publicitaria. Esto no funcionará y es perjudicial para el proceso de negociación. Boeing simplemente está intentando utilizar las mismas tácticas de negociación de siempre. Están intentando tratar directamente con las y los trabajadores [pasando por alto al sindicato] y sembrar la duda y la división dentro de nuestro sindicato. Espera abrir una brecha en nuestra organización. No hay ninguna posibilidad de que eso ocurra. Somos más fuertes que nunca y estamos unidos en cada línea de piquete (…) Boeing también afirmó el 8 de octubre que habíamos hecho “demandas no negociables” en la mediación [relacionadas con la queja ULP]. La arrogancia de Boeing al intentar definir lo que podemos y no podemos exigir es muy reveladora. ¿Quiénes son ellos para decir lo que podemos y no podemos exigir en las negociaciones? Estamos luchando por nuestra afiliación y sus prioridades. Cualquier esfuerzo por denigrar a nuestro sindicato y nuestra política de negociación en la prensa no nos alejará de las prioridades establecidas por nuestras afiliadas y afiliados. Los ataques personales en los medios de comunicación nunca funcionarán (…). El director general Ortberg tiene la oportunidad de hacer las cosas de otra manera en lugar de utilizar las mismas viejas amenazas para intimidar y aplastar a cualquiera que se enfrente a ellos (…). En última instancia, son nuestras afiliadas y afiliados quienes determinarán si se acepta una oferta de contrato negociado. Quieren una solución negociada que satisfaga sus necesidades. Volved a la mesa de negociación”.

Al iniciarse la quinta semana de huelga, esta movilización sindical de alto nivel, en el contexto particular de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, se enfrenta a retos de envergadura.

Notas:
[1] Una página web especializada afirma: “La investigación concluye que el MCAS, el sistema informático de estabilización del avión, interactuó negativamente con los datos erróneos de una sonda, provocando que el avión cayera en picado en lugar de permanecer estable” (Red. Al’Encontre).

[2] Un plan 401(k) es un plan de ahorro individual para la jubilación con ventajas fiscales. Permite ahorrar para la jubilación eximiendo de impuestos el dinero invertido y los rendimientos del capital hasta su retirada. El capital procede de los depósitos del ahorrador, que se deducen del salario (y, por tanto, no están sujetos al impuesto sobre la renta) y/o, a veces, de una aportación de la empresa. Este capital se invierte en una cartera de inversiones. En el momento de la jubilación, el ahorrador retira el dinero, que está sujeto al impuesto sobre la renta. Estos planes son vulnerables a los altibajos de los mercados bursátiles, como les ocurrió a los empleados de varias empresas en el año 2008 (Red. Al’Encontre).

[3] Labor Notes es una red de militantes sindicales creada en 1979. Publica una revista y manuales como Secrets of Successful Organizer, y organiza conferencias anuales. Labor Notes explica así su papel: “Fomentamos la organización, las estrategias combativas para luchar contra las concesiones, las alianzas con organizaciones de trabajadores y trabajadoras y los sindicatos dirigidos por sus miembros” (Red. Al’Encontre).

[4] Prácticas laborales desleales (ULP): Las prácticas laborales desleales se refieren a diversas acciones o comportamientos de empresarios o sindicatos que violan los derechos de las y los empleados o socavan el proceso de negociación colectiva. En este caso, el empresario presenta una denuncia alegando que el sindicato está obstruyendo el proceso de negociación. El objetivo es obtener el arbitraje del gobierno federal –NLR– (Red. Al’Encontre)

Texto original: Grève chez Boeing: les travailleurs face à un géant en difficulté qui contre-attaque

Adam Shils es miembro de  International Socialism Projet de Chicago.

Fuente: https://vientosur.info/huelga-en-boeing-las-y-los-trabajadores-se-enfrentan-a-un-gigante-asediado-que-contraataca/