La Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad expresa su enorme preocupación ante la decisión del Gobierno de Brasil de vetar la incorporación de Venezuela como país asociado al bloque de los BRICS.
Consideramos que esta decisión atenta contra la posibilidad de seguir avanzando en el proyecto de integración y resistencia de los países de Latinoamérica y el Caribe con el resto de naciones del Sur Global, para enfrentar las políticas neocoloniales del imperialismo estadounidense y europeo, así como los riesgos que implica el accionar bélico e impune de la OTAN.
En este sentido, el veto de Brasil contra Venezuela supone la existencia de un alarmante mecanismo de presión creciente tanto de EE. UU. y sus socios internacionales sobre el gobierno brasileño en funciones, dando muestras de la extrema fragilidad de ese gobierno ante las fuerzas conservadoras internas, obligándolo a hacer concesiones políticas a la derecha nacional e internacional.
Con el veto contra Venezuela la situación alcanza un punto de extrema gravedad, porque indica que el Gobierno de Brasil no sólo cede ante las presiones de Washington para excluir a Venezuela de una articulación internacional que la vincularía, de modo coordinado y programático, a una esfera de poder de fuerzas alternativas, determinadas a organizar y hacer posible un nuevo orden y equilibrio mundial, sino que demuestra su desacuerdo con el resto de potencias fundadoras de los BRICS con respecto a Venezuela.
Con esta posición hostil hacia Venezuela, Brasil va contra su propia declaración emitida en la videoconferencia para los BRICS de fecha 23/10/2024, donde se expresó que una de las prioridades sería el fortalecimiento del Sur Global. Ahora bien, vetar la inclusión en los BRICS del país que tiene la mayor reserva de petróleo del mundo y un conjunto de políticas y programas coherentes que conforman la Revolución Bolivariana, contradice la posición de estar a favor del fortalecimiento del Sur Global.
En la misma declaración también se reivindica la instalación de políticas financieras que permitirán disminuir el peso del dólar en la economía mundial, así como su uso como arma financiera de guerra contra los países; siendo que Venezuela, víctima de las medidas coercitivas unilaterales (guerra económica) impuestas por el gobierno de EE. UU. y sus aliados, se encuentra entre los países más afectados por esa modalidad de agresión. ¿Por qué entonces prohibir a Venezuela tener la oportunidad histórica de una coordinación con una política de enfrentamiento a los efectos dictatoriales financieros del unilateralismo?
La política exterior brasileña registra conflictos, discrepancias y diferencias con varios de los países del escenario internacional, incluso con algunos que están en el ámbito delos BRICS, lo que torna todavía más absurdo un veto selectivo contra Venezuela y también contra Nicaragua, otro país que también mereció de parte del gobierno brasileño, una acción persecutoria, con la expulsión de la embajadora sandinista de Brasilia, lo que genera conflictos adicionales con países que, en América Latina, llevan una resistencia heroica y coherente a las agresiones programadas por EE.UU.
Por todo lo anteriormente expuesto, hacemos un llamado al gobierno de Brasil a rectificar un curso de acción que solo beneficia al imperialismo norteamericano y sus asociados, y a no continuar sumándose a la campaña internacional de difamación y aislamiento en contra de la Venezuela Bolivariana.
Venezuela juega un papel fundamental en la integración del Sur Global y es un actor geopolítico de peso, que puede y debe jugar un rol destacado en la construcción de un nuevo mundo multipolar. Para este fin, su entrada a los BRICS constituye un paso fundamental.
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