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La disputa ideológica se libra en las bases populares

capitalismo
Fuentes: Rebelión [Imagen: Más rápido, emprendedor. Créditos: Vitor Teixeira (@vitortcartoons), 2019]

En este artículo el autor reflexiona sobre la necesidad de acercarse a los «enormes contingentes de trabajadores han sido relegados a su soledad en sus precarias viviendas» que se sienten atraídos por los discursos de las iglesias neopentecostales y fascistas.

Una vez más, quería plantear una preocupación que ya me he aventurado a abordar en diversas otras ocasiones. Me refiero a la disputa ideológica en los sectores populares para que éstos asuman un papel decisivo y determinante en el proceso político del país.

Aunque el cuadro de deterioro de las condiciones de vida en Brasil nos ha dejado claro que no se vislumbra otra salida para nuestra catástrofe social fuera del socialismo, nos ha sido mucho más difícil identificar cuáles sectores del campo popular están aptos para encabezar el proceso de luchas con este objetivo.

En mi entender, la principal dificultad en cuanto a este aspecto se deriva de las características que han prevalecido en la evolución del funcionamiento de las economías capitalistas en las últimas décadas, con un irrefrenable avance de la digitalización, tanto en el efectivo proceso de producción, como en las demás actividades correlatas.

Para los que, como yo, buscamos analizar el panorama desde una óptica marxista, solía sernos más o menos fácil visualizar en la clase obrera industrial el sector preponderante en la conducción de las luchas en favor del socialismo. Esta comprensión nos llegaba casi de manera natural, en función de la tendencia prevaleciente en el capitalismo de hasta hace muy poco. Es que, el desarrollo de la producción implicaba casi directamente la reunión de grandes números de trabajadores, en enormes plantas industriales, donde cada uno solía percibirse y sentirse como parte integrante de un colectivo, que actuaba dentro de un espíritu complementario y solidario.

Por lo tanto, no era nada del otro mundo para estos trabajadores saltar de esta percepción del día a día de su vida al reconocimiento de la importancia de construir una sociedad en la que la colectividad también fuera la prioridad, o sea, una sociedad socialista.

Sin embargo, con la creciente intensificación del uso de la informática en las actividades económicas en general, las características de la clase trabajadora también han sufrido fuertes alteraciones. El proletariado industrial ha perdido mucho de su expresividad numérica y, actualmente, casi no existen aquellas plantas fabriles con decenas de miles de obreros trabajando lado a lado.

En contrapartida, una significativa porción de los trabajadores ha dejado de ser asalariada para ingresar en la llamada “uberización”, en calidad de autónomos, con la consiguiente pérdida de la mayoría de los derechos que habían sido conquistados por sus antecesores a lo largo de siglos de luchas.

Como consecuencia de todos esos factores surgidos a raíz de la acentuada informatización de nuestra economía, se invirtió la tendencia que venía predominando desde los inicios de la Revolución Industrial. Ahora, en lugar de su aglomeración en plantas cada vez más numerosas, muchos de los trabajadores son inducidos a buscar alternativas individuales de supervivencia económica.

Además de los impactos relacionados con la disminución de su capacidad de resistencia ante los grandes capitalistas, esta nueva tendencia genera enormes problemas de carácter ideológico. Al tener que adaptarse a una situación en la que se ve de forma aislada respecto al conjunto, cada trabajador se convierte en un blanco más fácil para las visiones ideológicas que pregonan y promueven el individualismo como solución de vida.

Y los agentes ideológicos que sirven a los intereses de los grandes explotadores operan en este entorno, a sabiendas de que la realidad circundante oscurece la visión de los trabajadores. Y eso les reduce su conciencia sobre la relevancia de la unidad de fuerzas para lograr cambios. El objetivo de las clases dominantes no es otro que mantener a las masas de explotados incapacitadas para reaccionar y encontrar salidas del estado de completa sumisión en el que se encuentran.

En Brasil, el trabajo ideológico en favor del imperialismo estadounidense y del gran capital tiene en su primera línea a las llamadas iglesias neopentecostales. A pesar de ser enemigas mortales de todo lo que el legado de vida de Jesús significa, estas mal llamadas iglesias se apropian de su nombre para hacer la defensa de toda la podredumbre de extrema derecha que caracteriza al nazismo-fascismo-bolsonarismo. Por eso, no hay forma de emprender la lucha por la justicia social para la mayoría de los trabajadores sin enfrentar ideológicamente el neonazismo bolsonarista-neopentecostal.

En las nuevas condiciones surgidas del capitalismo de la era de la informatización, enormes contingentes de trabajadores han sido relegados a su soledad en sus precarias viviendas. Como esas personas se encuentran en situación de gran vulnerabilidad y se ven solas ante su sufrimiento, esas iglesias del gran capital se aprovechan para atraerlos hacia propuestas del más perverso individualismo y egoísmo.

Por eso, las organizaciones políticas que pretenden representar los intereses profundos del pueblo trabajador no pueden seguir dejándoles a esas corrientes pseudo-religiosas de extrema derecha el campo libre para su actuación. Evidentemente, de nuestra parte, ¡también urge reforzarles a los trabajadores la convicción de que la meta a alcanzar es la construcción del socialismo! Aunque el trabajo militante junto a los obreros en sus fábricas siga siendo correcto e indispensable, necesitamos entender que hay muchísimos otros trabajadores en condiciones muy diferentes al entorno fabril. Es nuestro deber ir a su encuentro allí donde pueden ser encontrados, es decir, junto a sus lugares de vivienda. Eso es lo que están haciendo los ideólogos del gran capital a través de dichas iglesias neopentecostales.

Traducido del portugués para Rebelión por el propio autor.

Fuente: https://www.viomundo.com.br/politica/jair-de-souza-a-disputa-ideologica-se-trava-nas-bases-populares.html

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.