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La reproducción social del sujeto capital

Fuentes: Rebelión

El capital no es un mero objeto, producido por el hombre, es el sujeto que produce al hombre en la sociedad capitalista. En esta inversión descansa buena parte de las cortinas sociales que nos impiden comprender nuestras propias vidas.

Pero vayamos por partes. El capital se nos presenta fraccionado, sectorial y empresarialmente. Como cantidades de capital que dotadas de vida propia, buscando su valorización, funcionan de manera independiente unas de otras. Sin embargo, el capital termina imponiéndose como el protagonista de la vida social en el modo de producción capitalista. Esta contradicción, entre el fraccionamiento autónomo y la unidad orgánica, es abordada por Marx en su investigación de la reproducción social (Libro II de El Capital).

El capital como sujeto

Pero, a qué nos referimos cuando afirmamos que el capital es el sujeto. Mientras la economía convencional se “atasca” en el objeto (máquina, mercancía) sin ver la relación social que hay detrás, la Crítica de la Economía Política (CEP) avanza más allá. No solo ve, en el capital, la relación social objetivada que regula tanto la producción como el consumo sociales y, con ello, la superestructura ideológica y política de la sociedad. Sino que descubre que en su automovimiento, el capital genera las condiciones de su producción, es decir se reproduce. Sin pretender adelantarme, descubre aún más, que se termina aniquilando, pero esto quedará para otro momento.

Un ejemplo. Sabemos que el capital necesita que los obreros estén separados de los medios de producción y se vean obligados a vender su fuerza de trabajo a los propietarios de aquellos, los capitalistas. Esta condición, punto de partida, del capital es re-creada cuando, al final del proceso, el capitalista tiene el producto mientras el obrero tiene solo el salario con el que reconstituir su fuerza de trabajo para volverla a vender.

Unidad versus fraccionamiento

Así, el capital organiza la sociedad autorreproduciéndose; por eso, es el protagonista de la vida social. Para otro momento quedará el papel de las personas en este engranaje social. Ahora se trata de conciliar este planteamiento con la observación de un capital fraccionado, sectorialmente (entre las distintas ramas de la producción) y empresarialmente (las miles o cientos de empresas en cada rama).

Abordar esta contradicción es el significado que encuantro a la investigación sobre la reproducción social.

La reproducción social

Veamos sintéticamente esta el análisis de Marx. Tomemos el caso de la reproducción simple donde la sociedad produce siempre lo mismo, no crece.

El capital social global se descompone en dos grandes sectores, el que produce medios de producción (sector 1) y el que produce medios de vida (sector 2). Cada uno de estos sectores emplean medios de producción (capital constante, c) y fuerza de trabajo (capital variable, v), que genera una plusvalía (p), siendo la suma el valor de la producción (m) de cada sector.

En términos algebraicos la cosa queda así:

Sector 1(medios de producción) c1+v1+p1=m1
Sector 2(medios de vida) c2+v2+p2=m2
Capital total global c  + v  + p= m

Se puede hacer de diversas formas (igualando la producción de medios de producción y su consumo, m1=c; o con los medios de vida, m2=v+p), pero este sistema de ecuaciones lineales tiene como solución v1+p1=c2.

Lo cual significa que la condición para que la sociedad produzca y consuma lo mismo que en el período anterior, es que ambos sectores se relacionen según esta proporción concreta: el valor de los medios de producción consumidos por el sector productor de medios de vida (2) ha de ser igual al valor añadido neto (suma de capital variable y plusvalía, v+p) del sector productor de medios de producción (1). Si no se cumple, la sociedad no podrá sostener la producción y el consumo actuales.

Conclusión

La relación entre ambos sectores, y por extensión las relaciones intersectoriales e interempresariales, que vincula a los capitales individuales es la condición de la unidad de estos y de su reproducción social. De forma más contundente: tras la forma del fraccionamiento de los múltiples unidades autónomas de capital, emerge el contenido de su unidad orgánica, el capital social global, el sujeto de la vida social.

Por ello, cualquier análisis que se reivindique de la CEP debe partir del capital social global para ir descendiendo en concreción hacia los capitales sectoriales y, finalmente, a las empresas aisladas, con el objetivo de explicarse la realidad capitalista.

Pedro Andrés González Ruiz, autor del blog Criticonomia

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.