En este artículo el autor se hace eco de las amenazas exteriores que acechan a la Revolución Bolivariana, para reflexionar sobre la organización del pueblo venezolano.
La Revolución Bolivariana es, una vez más, víctima de un intenso acoso por parte del imperialismo estadounidense y sus sirvientes alrededor del mundo. Como sabemos, esto ya ha pasado en diversas ocasiones anteriores. La más audaz de las ofensivas tuvo lugar en 2002, cuando todas las fuerzas internas vinculadas a los intereses del gran capital venezolano y de los centros extranjeros hegemónicos llevaron a cabo un golpe militar para deponer al Presidente Hugo Chávez y devolverles a los grupos tradicionalmente alineados con la orientación estadounidense el comando del país.
Sin embargo, lo que los articuladores y ejecutores locales del golpe y sus mentores extranjeros no supieron evaluar correctamente fue la reacción de las masas populares venezolanas ante aquella agresión. Así, en menos de 48 horas, la valiente, decidida y multitudinaria movilización del pueblo en las calles acorraló a los golpistas, aplastó sus planes y puso fin al golpe, restituyendo al mando de la nación a aquel a quien el pueblo había elegido para gobernarla, Hugo Chávez.
Hoy en día, los aliados internos del imperialismo estadounidense saben muy bien que no tienen la menor posibilidad de llevar adelante un proyecto de derrocamiento del Gobierno Bolivariano similar al que intentaron impulsar en 2002. Es que, en estos 23 años transcurridos desde aquel fatídico intento, las masas populares bolivarianas han aprendido aún mejor a lidiar con los lacayos del gran capital multinacional y los enemigos internos de su pátria. Por ello, son capaces de neutralizar y derrotar cualquier ofensiva contra el gobierno con el que se identifican.
Por otro lado, las instituciones militares han sido radicalmente transformadas y, actualmente, constituyen uno de los pilares de defensa de la soberanía nacional y de los derechos del conjunto del pueblo. Por lo tanto, ya no es posible encontrar en las Fuerzas Armadas Bolivarianas actores significativos dispuestos a actuar en contra de las aspiraciones de las mayorías nacionales.
Teniendo en cuenta lo que acabamos de expresar, los que defienden los intereses del imperialismo parecen vislumbrar como su única alternativa para la destitución del Gobierno Bolivariano apelar a una intervención directa de las fuerzas militares del propio imperio. Esto explica el despliegue de miles de tropas y equipos militares de los Estados Unidos para cercar y bloquear a Venezuela.
Sin embargo, en estos momentos de gran convulsión, conviene recordar cómo el pueblo revolucionario bolivariano logró infligir a los agentes del gran capital aquella estruendosa derrota de 2002. Con este propósito, quisiera sugerirles a todos que vuelvan a ver con atención el documental La revolución no será transmitida. Esta valiosa pieza de análisis histórico está disponible en los siguientes enlaces:
Dailymotion: https://www.dailymotion.com/video/x9tbche; Vimeo: https://vimeo.com/50485813; Youtube: https://youtu.be/T6zvTKbN_Mo; Odysee: https://odysee.com/@LibertadSinCensura:7/La-Revolución-no-será-Transmitida:2.
Traducido del portugués para Rebelión por el propio autor. Fue publicado originalmente en los siguientes medios:
– https://www.brasil247.com/blog/uma-vez-mais-a-revolucao-nao-sera-transmitida
– https://altamiroborges.blogspot.com/2025/11/outra-vez-revolucao-nao-sera-transmitida.html
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.


