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II Sesión de la Cátedra Hugo Chávez Comunicador

Praxis antiimperialista global II

Fuentes: Rebelión

En el artículo primero1 sobre la cátedra explicamos sus objetivos y fines, su carácter internacionalista y la gran cantidad de colectivos y personas de muchos países integrados en ella incluso con más asistencia que en la anterior. En esta sesión II, se han planteado tres preguntas sobre las que debatir:

1.- ¿Qué significa para el imperialismo la derrota del ALCA como estrategia de dominación?

2.- ¿Qué acciones deben ser realizadas desde la Diplomacia de Paz para el logro de la Segunda Independencia?  

3.- ¿Qué propuestas brindamos los pueblos del Sur Global para vencer las amenazas guerreristas e intervencionistas encabezadas por Donald Trump?

«La mejor manera de evitar la guerra es prepararnos para ella, con toda la fuerza que podamos para advertirle al enemigo que le costaría muy caro violar la soberanía y la libertad de esta tierra»2.

1.- ¿Qué significa para el imperialismo la derrota del ALCA como estrategia de dominación?  

La derrota del ALCA supuso, como veremos, el fracaso de lo que Washington creía que iba a ser su victoria irreversible para aniquilar definitivamente cualquier resistencia de Nuestramérica. El imperialismo esperaba terminar la ocupación de Nuestramérica apoyándose en las burguesías latinoamericanas colaboracionistas. Con la excusa de potenciar la economía con acuerdos con éstas que en realidad eran tratados leoninos que multiplicaban las sobreganancias imperialistas y sobre la base de una represión salvaje multiplicada desde finales de los ’60 con dictaduras, Plan Cóndor, terrorismo en cualquiera de sus formas, etc., EEUU creía que así, con una clase obrera y con las naciones originarias aplastadas por el terror represivo, y con unas burguesías sobornadas con una parte ínfima de las sobreganancias de la explotación, cerraría para siempre la «conquista».

1.1.-

Teniendo en cuenta que la «pedagogía del miedo»3 en general y sus formas particulares de aplicación es una constante básica, con intensidades asesinas que dependen de las circunstancias, sabiéndolo así, siempre tenemos considerar a la hora de cualquier análisis objetivo de la realidad, estas palabras de Hugo Chávez: «El imperialismo norteamericano penetró las Fuerzas Armadas de nuestros pueblos, y formaron dictadores y enseñaron a nuestros soldados a torturar, a desaparecer y a arremeter a nuestros propios pueblos, muchas veces en el siglo XX, muchas veces, las más de la veces. Casi todos los ejércitos de nuestros pueblos actuaron como ejércitos de ocupación en nuestros propios territorios, yo pertenezco al Ejército venezolano que retomó las banderas de Bolívar y se unió al pueblo para hacer una revolución»4.

El reputado historiador J. Fontana, al que luego volveremos, nos aporta un ejemplo de libro, y nunca mejor dicho, que confirma lo expresado por Hugo Chávez: Castañeda, antiguo militante comunista colombiano y amigo de Fidel Castro actuaba «probablemente a sueldo de la CIA»5. Es decir, la penetración de los servicios secretos imperialistas pretendía llegar a todas partes utilizando todos los medios posibles como la supuesta «amistad», etc. La experiencia de la Revolución bolivariana también lo confirma, sus miembros aprendieron a golpe6 las medidas de seguridad y la clandestinidad, y siempre estaban vigilantes para impedir el magnicidio de Hugo Chávez7. Que nadie se sorprenda de que los servicios secretos imperialistas recurran a la «amistad» o a otros métodos para obtener información. La Iglesia católica es una de las instituciones de poder con más experiencia al respecto, sobre todo a partir de su Concilio de Trento8 y el poder dado a los jesuitas.

E. Cherniak es autor de una de las investigaciones más objetivas y demoledoras del funcionamiento de los servicios secretos capitalistas y en especial de «La terrible “Compañía de Jesús”»9, puesta a disposición de las clases dominantes, de sus Estados y fuerzas militares. Guerra secreta realizada por especialistas a cargo de los aparatos de Estado, y que siempre se sostuvo –y sostiene- sobre la base de la lucha entre fracciones de las clases propietarias, como fue el caso entre otros muchos de la Guerra de las Dos Rosas en la Inglaterra del siglo XV entre la nueva nobleza de origen urbano, burgués, que quería racionalizar la economía agraria y la vieja nobleza terrateniente10 con sus correspondientes aliados internacionales.

¿Especialistas en qué?: «…simples espías, provocadores, especialistas en descifre y maestros en la falsificación de cartas y sellos»11, o «…empleados de los hoteles, vendedores de tabaco, ayas de casas pudientes, artesanos ambulantes, cortesanos elegantes, peluqueros de moda y modestos empleados de las oficinas de correos»12, y especialistas en el soborno y el chantaje económico, sexual, afectivo y psicológico13, además de los siempre discretos y silenciosos secuestradores, torturadores y asesinos adiestrados en el puñal, el veneno y la pistola, con sotana y sin sotana, como nos lo indica muchas veces el autor. E. Cherniak está en lo cierto cuando, al final, desautoriza «las teorías que le asignan al servicio de inteligencia la capacidad mágica de determinar prácticamente las vías del desarrollo social»14.

Cherniak dio en el clavo al decir que los servicios de inteligencia carecen del poder mágico para imponer la total sumisión de las y los explotados al orden injusto. De hecho y como ejemplo, no pudieron impedir la sublevación de los esclavos organizada por Espartaco en el siglo –I, que estuvo a punto de ser exterminada antes de realizarse porque los amos obtuvieron información de un delator. Con casi 2000 años de amarga experiencia histórica, Victor Serge escribió sobre que la represión es un sistema científico en movimiento permanente, insistiendo en que la izquierda nunca ha de dejarse sorprender por ella15, siempre ha de estar alerta a los cambios, a la dinámica de la lucha de clases y de las luchas nacionales de liberación. Casi un siglo después de estas palabras, el imperialismo tampoco pudo imponer el ALCA.

La pregunta es: ¿Quiénes y cómo derrotaron esa ofensiva? J. Fontana nos explica que por detrás, por debajo, del avance de las izquierdas para frenar el imparable saqueo imperialista que se intensificaría si el ALCA hubiera resultado victorioso, se escondía la decisiva «lucha por la tierra y por los derechos de los campesinos. Desde los zapatistas en México a los mapuches en Chile, pasando por Guatemala, Colombia, Perú, Bolivia, Brasil o Paraguay, el motor principal de la confrontación social es la voluntad de recuperar las tierras indígenas»16. La heroica resistencia de estos pueblos y de clases trabajadoras, así como de algunos partidos y movimientos, habían derrotado al ALCA, mérito inmenso teniendo en cuenta a qué terrible poder represivo se enfrentaban jugándose la vida. Pero además de los pueblos originarios, las clases trabajadoras urbanas también fueron decisivas sobre todo cuando están formadas por el mestizaje de muchos pueblos. Hugo Chávez lo expresó maravillosamente al decir que estaba orgulloso de mestizaje indio, negro y «surgido del pueblo»17.

Había sido la resistencia indígena, campesina y obrera, popular en suma, la que a pesar del terror físico y/o simbólico imperante por la doctrina represiva que hemos visto, logró derrotar la ofensiva imperialista de EEUU para imponer la segunda y última fase de la conquista de Nuestramérica que, en caso de haber triunfado, aseguraría la victoria irreversible de los invasores desde 1492. La primera independencia se conquistó acabando con los poco más de tres siglos de brutalidad asesina y genocida para comienzos del siglo XIX. El ALCA debía ser el arma imperialista definitiva que liquidara las conquistas limitadas de la primera independencia instaurando en Nuestramérica un moderno esclavismo capitalista. La segunda independencia, como veremos, se conquistará cuando Nuestramérica derrote definitivamente al imperialismo y al capitalismo que lo sostiene e impulsa.

¿Alguien cree que EEUU ha olvidado la derrota del ALCA? Después de sufrirla en 2005, hasta ahora, lleva preparando la contraofensiva que hoy se desata con la ferocidad de la Administración Trump: «el imperio exige sangre»18, por lo que ya ha iniciado otro ataque en masa cuyo primer objetivo es la destrucción de Venezuela19 como el bastión más fuerte de Nuestramérica. Desde 2005 Washington no ha cejado en presionar con todos los medios, chantajes, amenazas y ataques a las burguesías que se enfrentaron al ALCA y a las que, sin rechazarla frontalmente, apenas hicieron algo para defenderla. Burguesías como las de Argentina, Brasil, Uruguay y otra más se fueron descolgando total o parcialmente, traicionando y debilitando el ALBA. Las tácticas de guerra secreta que nos ha explicado arriba Cherniak fueron mejoradas por el imperialismo, que añadió otras nuevas.

¿Era tan importante para Washington el ALCA y fue tan terrible su derrota? Leamos a Fidel Castro que fue testigo privilegiado en aquél 2005: «En el Mar del Plata el nefasto proyecto del ALCA salió definitivamente derrotado. El ALCA es abrir todas las fronteras de países que tienen un nivel muy bajo de desarrollo técnico a los productos de aquellos que tienen los más elevados niveles tecnológicos y de productividad, de aquellos que fabrican aviones del último modelo, de aquellos que dominan las comunicaciones mundiales, de aquellos que quieren obtener de nosotros tres cosas: materia prima, fuerza de trabajo barata, clientes y mercados. Una nueva forma de colonización despiadada»20.

Por su parte, J. Fontana cita a James Petras para explicarnos que entre 1990 y 2002 «los bancos y las empresas estadounidenses habrían obtenido un billón de dólares en concepto de beneficios, intereses de la deuda y regalías en América Latina. La realización del ALCA, que hubiera sido la culminación de este segundo proyecto de conquista, se vio frenada por el giro a la izquierda en la primera década del siglos XXI»21. Los tiempos posteriores han confirmado lo dicho por Fontana:

«El Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) fue el proyecto más ambicioso de Estados Unidos para materializar la Doctrina Monroe en nuestro continente. Este tratado comenzó a delinearse en 1994 durante la primera Cumbre de las Américas organizada por la OEA, en pleno auge del Consenso de Washington. . Ese mismo año entraba en vigencia el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre México, Estados Unidos y Canadá, y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional emergía públicamente oponiéndose a dicho tratado. La extensión del TLCAN hacia el resto de América se presentaba como una estrategia perfecta para reforzar el poder imperial: garantizaba aproximadamente 800 millones de consumidores para las empresas estadounidenses, control sobre los recursos naturales y el control político de 34 países, con la exclusión de Cuba.»22.

1.2.-

Viendo todo esto, debemos preguntarnos ¿Por qué, cual es la razón de tanta resistencia de los pueblos cuando se les quiere arrancar sus propiedades comunales por el terror, la fuerza, la desunión, el engaño, el soborno…? La respuesta a esta pregunta es una de las llaves que nos abrirá las puertas de las otras dos preguntas que nos han hecho en este segundo encuentro de la Cátedra Hugo Chávez Comunicador. Por eso, antes de seguir conviene saber más exactamente de qué hablamos, y para ello leamos a G. Caffentzis y S. Federici:

«La historia nos muestra que el «bien común» es el principio según el cual los seres humanos han organizado su existencia durante miles de años. Como nos recuerda Peter Linebaugh, casi no hay sociedad que no tenga los bienes comunes en su núcleo (Linebaugh, 2012). Incluso hoy en día, los sistemas de propiedad comunal existen en muchas partes del mundo, especialmente en África y entre los pueblos indígenas de América Latina. Por lo tanto, cuando hablamos del principio de «lo común» o de los comunes, como formas imaginarias o existentes de riqueza que compartimos, no solo hablamos de experimentos a pequeña escala. Hablamos de formaciones sociales a gran escala que en el pasado eran continentales, como las redes de sociedades comunales que existían en la América precolonial que se extendía desde el actual Chile hasta Nicaragua y Texas, conectadas por una amplia gama de intercambios económicos y culturales.»23.

La historia de los bienes comunes es inseparable de la historia del comunismo originario y de su tenaz resistencia a ser destruido bajo los golpes inhumanos de la propiedad privada en sus tres formas esenciales y universales: explotación social, patriarcal y estatal. Rodrigo Villalobos nos ofrece una imprescindible lección sobre las características de los pueblos comunales, sin Estado, y del proceso de contradicciones que hacen surgir y desaparecer las sociedades igualitarias, de rango y estratificadas, con los correspondientes cambios en las formas de bienes y propiedades comunales, y su retroceso ante la imposición de formas de propiedad privada de clase, patriarcal y estatal24. No tenemos que ir muy lejos geográficamente hablando para comprobarlo porque aquí mismo, en el Caribe y cerca de Venezuela, tenemos un brutal ejemplo de esa evolución. Cuando Colón volvió a la península Ibérica, para preparar una segunda invasión dejó 40 soldados en el Fuerte Navidad:

«Ordena a sus hombres que durante la estancia busquen oro y lo guarden bien. Estos cumplen escrupulosamente con la orden, saqueando y humillando a los nativos y forzándoles a decir dónde se halla el ansiado metal. Los colonos desconocen a quienes tienen enfrente, menosprecian su color, su apego a la naturaleza y el vivir al día, sin atesorar para mañana. La guarnición se comportó de forma abusiva con los indígenas, especialmente con las mujeres, lo cual motivó una furiosa reacción de caciques vecinos, encabezados por Canoabo; éstos incendiaron el fuerte y mataron a los españoles que allí había. […] Canoabo será el primer gran conductor de la resistencia taína hasta su apresamiento y muerte: luego su mujer, Anacaona, continúa la lucha hasta que, engañada por el gobernador Ovando, será quemada viva junto a otros caciques»25.

Perdóneseme una precisión imprescindible para saber cómo ha sido la resistencia y su continuidad en el presente: La explotación de la mujer india y negra, ambas esclavizadas, aúna en una sola entidad los sistemas represivos político-religiosos y los económico-políticos del tributo y otros menores, además de los sexuales y reproductores. Es así porque la propiedad patriarcal de las mujeres por los conquistadores españoles fue a la vez un medio de destrucción de las culturas de los pueblos ocupados en su núcleo decisivo, el de la reproducción generacional de la identidad colectiva. Ya en 1512 el rey español ordenó a la Casa de Contrataciones de Sevilla el envío de esclavas blancas para acabar con los casamientos de españoles con indias en Cuba26, aunque con la llegada de esclavas africanas fue imposible impedir el mestizaje y los matrimonios interraciales como quedó claro en 158727.

Pese a los debates teológicos habidos en Europa sobre si era pecado o no mantener relaciones sexuales con las indias, en la práctica ocurrió que, como ha investigado y narrado tan brillantemente R. Pasos28, se usó la prostitución de indias en burdeles para la creación de masas mestizas desarraigadas y desnacionalizadas. Teniendo en cuenta todo esto, no debe sorprendernos que los pueblos indios respondieran raptando mujeres blancas29. Más tarde, cuando la invasión española llegó al Río de la Plata y al Paraguay «la esclavitud pesó con gran fuerza sobre las indias»30.

La explotación de las mujeres, sobre todo de las mujeres jóvenes e incluso infantiles, fue un medio de opresión y dominación muy efectivo; lo sigue siendo tal como indican todas las investigaciones y lo sería en un futuro si hubiera triunfado el ALCA. Volviendo a aquél pasado, la resistencia invisibilizada pero innegable de las mujeres, era parte del secreto que permitió a los pueblos realizar la guerra defensiva en todos los sentidos, también y sobre todo según qué casos, la guerra cultural: En 1556, indios guatemaltecos pasaron a escrito en secreto las tradiciones de su pueblo para que no fueran destruidas. Los españoles no se enteraron hasta 1702. Por esto existe el Popol Wuj, también y a finales del siglo XVIII indios yucatecos pasaron a escrito el Chilam Balam31.

Una demostración perfecta de organización de resistencia cultural clandestina o a legal, oculta o al margen de la represora ley española. La pregunta es: ¿hubiera surgido el ALBA sin esta y sin otras demostraciones de sabiduría clandestina y a-legal de los pueblos? Desde luego que no. Ahora sigamos con nuestra exposición. Conocemos al detalle muchas sublevaciones de los pueblos originarios, pero es bueno dar la palabra a la investigadora Consuelo Sánchez al estudiar la decisiva participación de los pueblos indígenas en la lucha por la independencia de México:

«La mayoría de los observadores e historiadores de la lucha de independencia (de 1810 a 1821) han reconocido la participación de los indígenas en los ejércitos insurgentes y su apoyo material a éstos. En investigaciones recientes, se confirma que “la composición étnica de la causa insurgente era indígena en su mayoría y no mestiza”. Tras aportar datos contundentes sobre la decisiva participación indígena, saca indirectamente a relucir el tema del apego indígena a su territorios, a sus formas comunitarias y a las limitaciones espaciales que ese apego determina en el momento de la guerra: «La propensión de los indígenas rebeldes a actuar en un campo espacial centrado en sus pueblos, villas y aldeas y a permanecer relativamente cerca de sus casas […] Varios autores coinciden en señalar que los pueblos indios que habían perdido autonomía (y sus vínculos comunitarios se habían debilitado) se unieron con mayor decisión al movimiento de independencia»32. Las naciones indias comprendían que solamente la guerra independentista podría devolverles sus tierras, sus libertades, a partir de las cuales re-construir sus vínculos comunitarios.

En otro continente, en el europeo, antes del siglo XIX la defensa de lo común precapitalista se expresaba, además de en la forma material, también en la forma utópica: «Ya entonces luchaban por la realización de la idea de la igualdad general, aunque fuera en la forma más primitiva y utópica, de la igualdad de todos los ciudadanos sin división de pobres y ricos […] En la superficie de la lucha aparecían motivos religiosos, pero su fondo era social, como lo demuestran las medidas igualitarias de la comuna (trabajo obligatorio para todos, en bien común, socialización de los alimentos, confiscación de los bienes de la Iglesia y monasterios en provecho del pueblo y otras muchas transformaciones). La lucha antifeudal se entrelazaba con las vagas aspiraciones igualitario-comunistas cuyos portadores podían ser solo los elementos proletarios de la población de Münster»33.

Conviene recordar que la ciudad de Münster fue la sede de la rebelión anabaptista de 1534, ahogada en sangre por el ejército de la Iglesia año y medio después gracias a traiciones, engaños y aplastante superioridad militar. Los anabaptistas que «defendían la democracia política y la igualdad social»34, no aprendieron nada de la trágica historia de Tomás Müntzer (1489-1525) que pocos años antes sintetizó sus ideas revolucionarias utópicas en la máxima ‘omnia sunt communia’, que viene a decir que todo es común, máxima que sectas del antiguo comunismo cristiano extrajeron de Los hechos de los Apóstoles. Según N. Cohn, las masas que seguían a Müntzer eran en buena medida gentes sobreexplotadas35. Por su parte G. H. Williams amplía esa influencia a círculos artísticos, cultos y humanistas36 atraídos por la coherencia de sus ideas y por su enorme cultura: era un «lector voraz»37 que incluso había estudiado el Corán.

Müntzer creó una milicia armada para defenderse de las represiones y organizar la «llegada de Dios», milicia que se transformó en ejército popular muy combativo pero mal armado y peor dirigido. La nobleza consiguió desunirlo con sobornos, promesas y guerra psicológica. La batalla se libró en mayo de 1525 y en pocos minutos fue aplastado el ejército popular, traicionado y dividido. La matanza fue inenarrable: se estima que por cada uno de los seis –6– soldados muertos del ejército de la nobleza y de la Iglesia, fueron asesinados alrededor de mil –1000– miembros del casi desarmado ejército popular. Müntzer fue apresado días después y decapitado. Poco tiempo después, como hemos visto, los anabaptistas cometieron los mismos errores, aunque tanta sangre les hizo comprender al final que debían mejorar sus sistemas defensivos y hasta clandestinos logrando en la Moravia de 1586 salvar como mínimo a 600 miembros del terror católico38.

La experiencia revolucionaria europea y mexicana es común a la de otros muchos pueblos, pero cuando estudiemos más adelante el choque a muerte entre el ALCA y el ALBA deberemos tener en cuenta una diferencia fundamental: «La explotación precapitalista es estática, la capitalista es evidentemente dinámica»39. Es decir, no podemos cometer el error de creer que la lucha por la segunda independencia puede copiar mecánicamente formas de lucha precapitalista sin tener en cuenta que la explotación y por tanto la represión capitalista es cualitativamente diferente, más compleja, totalizante y alienadora que la precapitalista: estamos ante la subsunción real que no sólo formal del trabajo en el capital.

En Nuestra América, por ceñirnos ahora a este continente, esta cuestión ya ha sido resuelta en lo fundamental, gracias a las lecciones del campesinado expropiado de sus bienes comunes, como en la Bolivia de 1929 que confirmó que: «el indio es capaz de todo sacrificio cuando se trata de la recuperación de sus tierras»40. La recuperación de las tierras, de los bienes comunes, de las fábricas, etc., es una reivindicación estratégica permanente en la historia de la lucha de clases y de liberación nacional, como se volvió a confirmar en la Rusia en ebullición meses antes de la revolución bolchevique, como se aprecia en la carta que un campesino soldado envió a su familia en verano de 1917:

«Querido compadre, seguramente también allí han oído hablar de bolcheviques, de mencheviques, de social-revolucionarios. Bueno, compadre, le explicaré que son los bolcheviques. Los bolcheviques, compadre, somos nosotros, el proletariado más explotado, simplemente nosotros, los obreros y los campesinos más pobres. Éste es su programa: todo el poder hay que dárselo a los diputados obreros, campesinos y soldados; mandar a todos los burgueses al servicio militar; todas las fábricas y las tierras al pueblo. Así es que nosotros, nuestro pelotón, estamos por este programa»41.

El poder ha de ser el del pueblo campesino y obrero, pueblo armado, que recupera la propiedad colectiva de las tierras y de las fábricas. No podemos repasar ni siquiera en lo más sintético las muchas experiencias idénticas en el fondo y hasta en la forma habidas desde 1917 así que recurrimos a Luciana Ghiotto, cuando explica que bien pronto se generalizó por toda Nuestra América un multiforme movimiento en defensa de los bienes comunes amenazados abierta y definitivamente por el primer TLC de 1989. Un amplio movimiento formado por «campesinos, indígenas, sindicatos, organizaciones ambientalistas, feministas, movimientos territoriales urbanos, piqueteros, entre tantos otros» que debe ampliar su lucha contra los TLC y en defensa de la vida en base a un principio básico corroborado durante los últimos decenios: «Hoy está más claro que nunca que, o nos salvamos todos, o no se salva nadie. La discusión no puede reproducir ciegamente viejas fórmulas que tenían que ver con pactos de gobernabilidad (o más crudamente, con la paz de clases)»42.

A la vez: «…Se constata la resistencia histórica de los pueblos indígenas y su capacidad de movilización y negociación en defensa de sus territorios, tierras y culturas […] una cultura y organización de raíz comunitaria y democrática; en una concepción más humanista de la vida y de la conflictividad social (recuérdese que persisten y se renuevan formas de solucionar los conflictos bajo principios tradicionales de conciliación y reparación de los daños), más proclive a la preservación del medio ambiente (la tierra todavía recibe ofrendas, mientras la destructividad intrínseca de los modelos basados en la lógica de la ganancia depredan y ponen en riesgo la continuidad de la vida en el planeta); y en unos valores comunitarios todavía vivos que buscan renovar y trascender en el campo de la política y de la convivencia. No es una casualidad que el gobierno de los Estados Unidos advierta que para 2020 los pueblos indígenas se habrán convertido en los enemigos número uno para los intereses de las grandes transnacionales. La defensa de los derechos colectivos y de estas autonomías es una tarea de la nación»43.

Hay que reconocer que el imperialismo acertó en la peligrosidad de los pueblos originarios. Estas muy contadas referencias nos muestran cómo las luchas de los pueblos trabajadores van confluyendo en objetivos básicos que en esencia les recorre a todos aun de forma diferente, según la explotación precapitalista va transformándose en capitalista. Sin embargo, en los debates sobre los bienes comunes y en general sobre la lucha de clases y de liberación antiimperialista de los pueblos, existe una amplia corriente reformista que, con matices diferentes, rechazan categóricamente cuatro principios objetivos, una y otra vez confirmados por la historia: existe la explotación social sobre la que giran el resto de explotaciones; el Estado es el instrumento vital para mantener y reforzar la explotación social; la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases, y la realidad se mueve en base a la unidad y lucha de sus contrarios.

1.3.-

Por razones de espacio, ponemos sólo dos ejemplos que si bien aceptan la importancia de los bienes comunes, se detienen y retroceden a la hora de ofrecer soluciones basadas en los cuatro puntos arriba expuestos: Uno: «En nuestra presente era, los bienes comunales no pueden entenderse ya en el sentido restringido de bienes agrarios, sino que deben englobar bienes tales como el medio ambiente, el aire puro, los espacios públicos en la ciudades, el patrimonio histórico o el conocimiento. Pero al igual que durante la “era del imperio”, los bienes comunales, cuya única línea de defensa son miles de iniciativas colectivas locales batiéndose contra viento y marea sin contacto orgánico entre ellas, siguen siendo fundamentales para poder realizar una convivencia humana donde los otros no queden reducidos al nivel de cosas o enemigos»44.

¿No son las recuperaciones obreras de fábricas, etc., parte de la misma estrategia para recuperar bienes comunales privatizados? ¿No existen formas organizadas dirigidas estratégicamente para coordinar hacia el mismo histórico las miles de iniciativas locales descoordinadas? Pero además de estas y otras preguntas obvias, la historia de la izquierda revolucionaria está repleta de esfuerzos de trascender las limitaciones de las luchas aisladas haciéndolas confluir en la dirección de la destrucción del Estado burgués y en la creación simultánea del Estado comunal que, como el venezolano45, impulsa el poder comunal con todas sus fuerzas.

Y otro, las nueve propuestas políticas y el post-scriptum sobre la revolución en el siglo XXI que cierran el libro Común no pueden ni quieren plantearse la realidad objetiva de la lucha de clases y de las luchas antiimperialistas de liberación de los pueblos. Podemos resumir el irrealismo sustancial de este libro con esta cita: «Lo que necesitamos alcanzar a pensar es una forma específica de ciudadanía que pueda esquivar la alternativa siguiente: o bien una ciudadanía mundial necesariamente no política, ya sea infrapolítica o metapolítica, o bien una ciudadanía política necesariamente estatal y nacional. En suma, habría que abrir la vía a una ciudadanía política no estatal y no nacional, evitando el repliegue en una ciudadanía “moral” o únicamente “comercial” y “cultural” […] la ciudadanía transnacional»46.

Pensamos que algunas pocas palabras de Hugo Chávez sobre la nación, la historia, la libertad y la violencia justa, sirven por ellas solas para hundir al mito de la «ciudadanía transnacional», de la «ciudadanía política no estatal y no nacional», son estas: «Cuando el Libertador guio a su puñado de héroes por la Cordillera de los Andes, cuando levantó su espada libertaria, cuando guio a sus capitanes inmensos, lo hizo para sembrar libertad, para levantar independencia, para alumbrar nuevas y libres naciones»47.

El ALCA yanqui sí buscaba la «ciudadanía transnacional» sólo cohesionada por el dólar y por la dominación yanqui. La cultura burguesa y occidentalista que el dólar porta e impone mediante su código simbólico de poder, la guerra cognitiva y la industria mediática, el chantaje socioeconómico y la dominación político-militar, acelera la destrucción de las culturas, saberes, normas y relaciones sociales no sólo de las naciones precolombinas que han resistido todos los ataques, sino también en las clases trabajadoras empezando por sus franjas alienadas y despolitizadas. De las cinco funciones del dinero que Marx explicó en El Capital, así como de su fundamental crítica del fetichismo, se deduce que el dinero no es neutral, es una relación de poder. Con sus limitaciones G. Simmel estudió en 1900 parte de este poder en lo relacionado con la libertad, los valores y el estilo de vida48. La financiarización y la creciente «desmaterialización» del dinero multiplican su efectiva alienación ubicua y omnipresente. Por eso uno de los objetivos del ALBA desde sus inicios fue responder a la guerra cultural y cognitiva imperialista desarrollando la «cultura del ALBA» una de cuyas mejores definiciones en esta: «La cultura del Alba es el ejercicio profundo de la identidad nuestroamericana, ella irrumpe con su canto, su música, su danza, su cine, su literatura, su artesanía, sus sabores, su ciencia, su tecnología popular, su pedagogía. La cultura del Alba es Mackandal transformándose en mariposa para renacer en cualquier momento de injusticia y opresión.»49.

Otro objetivo del ALBA unido a este, y a la vez estrechamente relacionado con el BRICS, etc., es precisamente combatir la estrategia yanqui de la dolarización material y moral de Nuestramérica, uno de cuyos ejemplos más directos lo observamos en la Argentina: «Milei quiere dolariza, el BRICS desdolarizar»50; por eso, China Popular está abandonando el dólar51 debilitando así el poder imperialista.

¿Qué significa y qué propone el ALBA frente a todo esto? Veamos: «El ALBA, por su parte, se define como antiliberal y antiimperialista. Pretende oponer a la integración continental liberal otra integración, cooperativa y solidaria. […] la complementariedad económica y la cooperación entre los países y las producciones para llegar a una especialización productiva eficaz y competitiva compatible con el desarrollo económico equilibrado en cada país, con las estrategias de lucha contra la pobreza y con la preservación de la identidad cultural de los pueblos, así como la cooperación y la solidaridad que se expresan en planes especiales para los países de la región»52.

Resumimos aquí muy sucintamente la docena de puntos con los que Lianet Escobar caracterizaba en 2010 las diferencias inconciliables entre el ALBA y el neoliberalismo y el ALCA:

  1. El neoliberalismo libera el comercio y las inversiones.
  2. El ALBA lucha contra la pobreza, la exclusión social, el analfabetismo y la pobreza.
  3. El ALBA otorga una importancia crucial a los derechos humanos, laborales y de la mujer, a la defensa del ambiente y a la integración física.
  4. El ALBA defiende los derechos de los países pobres de proteger a sus campesinos y productores agrícolas contra el proteccionismo y ruinosos subsidios imperialistas.
  5. Los países pobres que dependen de la producción agrícola serán arruinados si no defienden con subsidios a sus campesinos frente a la inundación de bienes agrícolas imperialistas.
  6. En estos pueblos, la agricultura es mucho más que la producción de mercancías. Es la base de la cultura, del territorio, de las relaciones con la naturaleza, es la base de la soberanía alimentaria. Es un modo de vida y no una simple actividad económica.
  7. El ALBA debe luchar contra los obstáculos a la integración: la pobreza, la desigualdad, el intercambio desigual, el pago de la deuda, la dictadura del FMI-BM-OMC; debe desarrollar la ciencia, la tecnología; debe combatir la propiedad intelectual, fortalecer la democracia y luchar contra el monopolio imperialista de la comunicación social.
  8. Debe oponerse a la «reforma» del Estado, que impone brutales privatizaciones, que desmonta la gestión pública desregulando los controles legales que intentan frenar el saqueo masivo.
  9. Para frenar la disolución de lo público, se debe fortalecer el Estado en base a la participación de la ciudadanía en los asuntos públicos.
  10. Hay que denunciar el mito del libre comercio como la panacea automática de todos los males, como la fórmula mágica para el bienestar colectivo.
  11. Sin una clara intervención del Estado para reducir las diferencias entre países, la competencia libre sólo incrementa la ventaja de los fuertes sobre los débiles.
  12. La integración latinoamericana requiere una agenda económica elaborada por los Estados soberanos, fuera de toda influencia nefasta de los organismos internacionales53

2.- ¿Qué acciones deben ser realizadas desde la Diplomacia de Paz para el logro de la Segunda Independencia?  

El ALBA es también un proyecto de Paz frente al ALCA que era un proyecto de violencia, de guerra, plan derrotado por los pueblos trabajadores de Nuestramérica. ¿Qué Paz propugna el ALBA viendo una a una y todas ellas en conjunto las doce características expuestas arriba? ¿Cómo llegar a esa Paz? Una vez más Hugo Chávez nos da la clave de la respuesta precisamente en su discurso sobre el ALBA:

«Cuando hablaba de los soldados es que estaba recordando que, así como existe la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), por qué, digo yo, no puede existir la OTAS (Organización del Tratado del Atlántico Sur). A ver si es verdad que algún día va a ocurrir lo que ocurrió en las Malvinas de nuevo, que unamos también nuestras Fuerzas Armadas para asegurar nuestra soberanía. Para definir nosotros mismos nuestros conceptos de seguridad y de defensa y de soberanía y no seguir dependiendo de los mandatos (como se ha dependido mucho tiempo) del Comando Sur de Estados Unidos»54.

El Libertador Bolívar ya propuso la creación de un ejército de la Patria Grande de varias decenas de miles de soldados para defenderla de los ataques de EEUU y Europa55. Bolívar y Clausewitz teorizaron el concepto de «nación en armas»56 que lo dice todo, siendo uno de sus principios el que «La participación popular en la tarea de defensa nacional ha de tener como eje fundamental desmontar el aparato ideológico del sistema neocolonialista que, a su vez, permita ir preparándonos para asumir las delicadas tareas de la defensa de la patria […] en la preparación para la defensa, la tarea de primer orden de cada ciudadano y ciudadana es conocer qué le corresponde hace en caso de ser agredidos por una potencia militar extranjera»57.

Un Ejército Libertador que construyera la paz y facilitara el desarrollo económico, social y cultural de Nuestramérica, integrado por tropas concienciadas, formadas en los valores humanos y que sirviera de espacio de educación, confraternización y solidaridad entre los pueblos trabajadores de Nuestramérica. Un exigencia absoluta, casi un mandato amenazante del imperialismo yanqui a las burguesías reaccionarias que ya se oponían al movimiento de liberación, era que boicotearan y frustrasen la creación del ese ejército de los pueblos libres. Las clases explotadoras y sus Estados siempre se han negado a que las oprimidas y oprimidos tengan sus propias armas, pudiendo así conquistar su libertad e independencia de hecho porque han aprendido a defenderse con la violencia justa y de respuesta a la violencia injusta, explotadora.

El poder opresor siempre ha reprimido muy duramente, incluido el asesinato terrorista en masa, el que surja y fructifique el ejército del pueblo. La razón fundamental del porqué de ello nos la sintetiza Hugo Chávez mejor que nadie al decir que ese ejército popular solo practica la guerra verdadera: «Esa es la verdadera guerra que necesitamos: la guerra contra la miseria, contra el hambre, contra la pobreza. ¡Esa es la guerra que pedimos! ¡Esa es la guerra que exigimos!» 58. Hugo Chávez toca aquí uno de los problemas “eternos” de la historia de las guerras: la motivación ética, la importancia de la disciplina revolucionaria y de la preparación teórica y política. La OTAS, para seguir con el nombre propuesto por Chávez, se encontraría con el mismo problema al que se hubiera enfrentado Bolívar: la creación de una escuela de formación político-militar libertadora de la su oficialidad de Nuestramérica, justo lo inconciliable con la de West Point pero en sentido absolutamente contrario:

« West Point, la Academia Militar de los Estados Unidos, sigue siendo la fábrica de oficiales más reclamada en la América Latina por los espadones de turno. Por ella pasaron “genios militares” como los hermanos Somoza, los hijos de Trujillo, los parientes de Stroessner, etcétera. Cuando sus egresados tuvieron que hacer frente a los guerrilleros de Sandino, o asesorar al ejército profesional que combatía a los barbudos de la Sierra Maestra, o batirse contra la milicias populares como en Corea, Girón, Vietnam, Laos y Cambodia, West Point perdió todo su aparente y deslumbrante prestigio y pasó a convertirse en una escuela primaria para reclutas»59.

El Ejército Liberador y/o OTAS necesitarían –necesitarán– un “West Point” bolivariano, algo muy parecido a las Academias soviéticas: Frunze, Voroshilov y otras. Si existiese ahora, EEUU no se atrevería a ninguna invasión, ni podría organizar golpes de Estado ni guerras terroristas porque se enfrentaría a una Patria Grande con un poder político-militar y socioeconómico imposible siquiera de imaginar ahora mismo. La Academia Libertadora reforzaría aún más la ya sólida disciplina consciente del Ejército Libertador basada en la guerra justa, en vez de las deserciones masivas60 que desangran al ejército ucronazi en la guerra injusta de la OTAN contra Rusia, y del espantoso número de suicidios en el Ejército norteamericano que supera la cantidad de muertos en combate61.

Ante el peligro de una posible invasión norteamericana, el gobierno bolivariano ha llamado a crear brigadas milicianas de los pueblos originarios de Nuestramérica, ha declarado que aceptará toda ayuda defensiva internacionalista, ha propuesto crear un movimiento defensivo antiimperialista nuestroamericano y ha movilizado al pueblo, a sus fuerzas armadas y policiales para una resistencia total. G. Colotti ha resumido muy bien las medidas tomadas por Caracas para vencer a EEUU, siempre bajo la influencia del Libertador Bolívar62. Washington, sorprendido por la respuesta justa venezolana y por el potente movimiento de solidaridad práctica con Caracas, ha decidido rebajar por ahora63 su fanfarronería prepotente inicial porque se ha encontrado ante una nación que piensa como Fidel Castro: el líder cubano explicó una vez que cuando se bañaba en la mar y veía que se acercaban barracudas y tiburones que podían atacarle nunca intentaba alejarse nadando rápidamente, sino que les hacía frente. Fidel sabía que los depredadores huelen el miedo, captan el aumento de los latidos del corazón de las víctimas y se envalentonan. Cuba nunca huyó acobardada y por eso sigue viva.

La hiena, el vampiro yanqui se ha encontrado ante un pueblo libre que controla sus nervios, que domina su instinto de supervivencia transformándolo en lúcida y muy organizada valentía, en instinto de vida. Por esto el monstruo ha atemperado sus amenazas y gruñidos, a espera de alguna muestra de indecisión, debilidad y peor aún, desunión interna de los vendepatrias criminales que, como Corina Machado, piden a EEUU que invada su propio país saqueándolo de todos sus recursos. Ya tenemos por tanto aquí la primera acción del Sur Global para fortalecer la Diplomacia de la Paz: no huir, no arrodillarse ante la víbora que va a envenenarnos sino hacerle frente con los medios que hemos preparado con anterioridad, y dentro de esos medios defensivos está la unidad del pueblo comunero no sólo ante el enemigo externo sino también ante el interno, aislando y denunciando a los traidores que debilitan el país en beneficio del invasor.

Pero esta acción exige otras más que la refuercen y amplíen. Veamos. Una segunda y fundamental consiste en avanzar hacia la propuesta de Chávez de crear la OTAS u Organización del Tratado de Atlántico Sur, por seguir con el nombre de su idea. No es un plan nuevo ni descabellado. Ya lo presentó Bolívar nada menos que en 1826 provocando el miedo en los reaccionarios. Ahora es más actual y necesario que entonces por las razones obvias de la extrema gravedad de la crisis sistémica del capitalismo, la peor de la historia. ¿La forma de conseguirlo? Además de crear la Academia Militar de la Patria Grande, por darle otro nombre, que entre otras tareas formase militarmente a las milicias indígenas del continente, también obtendrían magníficos combatientes organizando a los miles de jóvenes rebeldes que tienen «instinto guerrillero» en Nuestramérica. Chávez decía que «Un guerrillero es un soldado, sólo que es un soldado subversivo»64 y que los guerrilleros se caracterizan por tener una gran disciplina.

Además de esto, también se debe potenciar la concienciación y política de los pueblos trabajadores, partiendo de lo antes visto del llamamiento a las milicias indígenas y a la ayuda antiimperialista; la puesta en marcha de medidas socioeconómicas y culturales que mejoren la vida de la sociedad y muestren que la defensa de esos logros sólo será efectiva desde una unidad defensiva de la Patria Grande; la acción diplomática que engrase el proyecto y venza la presión imperialista; el contacto entre los ejércitos y su entrenamiento y preparación mutua, etc. Tal concienciación debe ser crítica con las fuerzas reformistas, con la pseudo-izquierda latinoamericana65 obsesionada por acabar con la revolución bolivariana.

Pero falta aún otra acción igualmente decisiva: una permanente batalla teórica y ética66, a la vez que práctica, contra la «paz» imperialista que no es sino el celofán que oculta las violencias del capital. Esta «paz» se basa en la normalización del hambre, la enfermedad y el analfabetismo; en la sumisión al poder y en el miedo a sus amenazas y represiones; en el fetichismo crédulo y pasivo de que sólo mediante las instituciones «democráticas» del capital: parlamentos, jueces, ministerios…, a la vez que rechazando abiertamente el derecho de rebelión, se puede lograr la segunda independencia, es decir, la libertad comunal, el socialismo, no de la dependencia objetiva al capital yanqui disfrazada de “soberanía”.

No existe experiencia humana alguna que haya logrado este “milagro” sin recurrir a determinados grados de violencia justa, defensiva: la independencia de que disfruta Venezuela, cualitativamente superior a la de Argentina, por poner un solo ejemplo, está basada en un largo proceso de luchas que nos remiten a los miles de asesinados en el Caracazo –« A nosotros y nosotras sí que nos está prohibido olvidar: en 1989 se cometió el más grande genocidio de la historia de Venezuela del siglo XX»67–, a los centenares causados por el terror fascista en los días del golpe de Estado de 2002 y en las guarimbas posteriores, como los provocados por las sanciones imperialistas; también está basada en el miedo de los vendepatrias a la verdaderamente democrática Constitución bolivariana, a su violencia simbólica legalmente refrendada por el pueblo soberano. ¿Acaso no es violencia reaccionaria la que está asesinando a pescadores por orden de Trump?

La mejor y más efectiva manera de vencer en la práctica a la «paz» del dólar, abstracta e inmaterial, es la de que el pueblo comunero se empodere así mismo, vaya construyendo espacios de paz concreta, comestible, disfrutable, tranquilizadora y serena, democrática y por ello mismo vigilante y ecuánime, justa. ¿Acaso esta Paz no es la quinta esencia de los doce puntos del ALBA? ¿La Paz basada en que como nos ha dicho Chávez, definamos «nosotros mismos nuestros conceptos de seguridad y de defensa y de soberanía y no seguir dependiendo de los mandatos (como se ha dependido mucho tiempo) del Comando Sur de Estados Unidos»? ¿Qué Paz tiene el que obedece a los mandatos del Pentágono?

3. ¿Qué propuestas brindamos los pueblos del Sur Global para vencer las amenazas guerreristas e intervencionistas encabezadas por Donald Trump?

La mejor forma de empezar la respuesta de esta tercera pregunta es la de volver a Chávez como hicimos justo al final del anterior texto sobre esta Cátedra: «El capitalismo es la ciencia de la destrucción»68. Dicho de otra forma: «Para el capitalismo, la guerra no es más que la continuación del mercado por otros medios»69.La destrucción es congénita al capitalismo, es condición de existencia, es como Uróboro, la serpiente mítica que vive porque se come a sí misma. La guerra, el hambre, la peste y la muerte, los cuatro jinetes del Apocalipsis, son también elementos de esa ciencia de la destrucción que en los momentos críticos se sostiene sobre la «industria de la matanza de hombres»70 según Marx.

Partiendo de aquí, debemos luchar contra la industria de la muerte y del genocidio con la apología práctica de la Paz socialista, comunera y al derecho/necesidad a la rebelión y a la guerra justa. Los pueblos del llamado Sur Global debemos practicar la independencia de pensamiento y acción. Es decir, pensar y hacer fuera y en contra del sistema formado básicamente por el fetichismo de la mercancía y la ley del valor, por la lógica formal y el sentido común, el eurocentrismo, el patriarcado y el racismo. Suenan a propuestas abstractas, sin contenido concreto, pero son necesarias porque plantean la necesidad imperiosa de una doble tarea que la militancia debe hacer desde ahora mismo:

Por una parte, estudiar y saber cómo es el capitalismo actual, cómo es el imperialismo en el este contexto de lucha de clases. Por otra y simultáneamente, crear contrapoderes populares, obreros y campesinos, comunas y cooperativas, autogestiones, asambleas y sindicatos sociopolíticos, etc., coordinados en red pero centralizados políticamente en y por un partido revolucionario. El pueblo trabajador debe saborear el gusto y el placer emancipador de construir contrapoder incluso en la más pequeña lucha reivindicativa. ¿Qué es el contrapoder? Es la fuerza organizada de y en una lucha concreta que, con movilizaciones y argumentos, obliga al explotador al que se enfrenta a ceder, a replegarse y reconocer la victoria popular, aunque sea pequeña, anodina en su apariencia externa pero internamente cargada de futuro emancipador.

Esa pequeña victoria, lo mismo que la derrota pero a la inversa, aporta lecciones, confianza, autoestima, amplia las redes y la organización revolucionaria. El contrapoder sólo puede expandirse si es parte de un proceso más amplio que les engloba, proceso que algunos han llamado el de llamadas «cuatro Aes»: autoorganización, autogestión, autodeterminación y autodefensa, siempre vertebradas por la organización revolucionaria que se guíe hacia la toma del poder y la creación del Estado comunal y la simultánea destrucción del Estado burgués.

Hablamos de los puntos básicos de antagonismo absoluto entre la humanidad explotada y la muy enana inhumanidad explotadora. Como vamos a ver inmediatamente, la práctica totalidad de investigaciones mínimamente serias sobre el empobrecimiento social confirman, muchas de ellas sin quererlo ni saberlo, tanto La Ley General de la Acumulación Capitalista como de la Ley de la Caída Tendencial de la Tasa de Ganancia descubiertas por Marx.

Debemos partir de ellas para la respuesta a esta tercera pregunta porque además de descubrirnos las grandes causas de las crisis terribles del capitalismo y las atrocidades que provocan, también nos descubren las del empobrecimiento, una de las realidades inocultables de la insufrible naturaleza del capital. La sueca Union Bank of Switzerland (UBS) es una institución encargada de elaborar informes para el núcleo director de la élite transnacional, opera en más de 50 países lo que le permite disponer de muchos datos sobre los problemas globales del imperialismo. En un momento del resumen del artículo que aquí ofrecemos sobre informe anual sobre Riqueza Global 2025, se lee:

«La puntuación del GHI de 18,3 en 2024 “ha cambiado poco con respecto a su nivel de 2016” (18,8), lo que demuestra un marcado estancamiento en el progreso de un indicador crítico del sufrimiento masivo bajo el capitalismo mundial. El informe del GHI afirma: “A nivel mundial, 733 millones de personas —significativamente más que hace una década— carecen de acceso a suficientes calorías, y 2.800 millones no pueden permitirse una dieta saludable». El informe afirma con tristeza que «la inseguridad alimentaria aguda y el riesgo de hambruna están en aumento, y la hambruna prolifera como arma de guerra»71.

Y es que «El capitalismo no erradica la pobreza, la profundiza»72 como se volvió a confirmar de nuevo en octubre de 2024. Otra investigación concluye que el 1% más rico del planeta ha acaparado el 41% de la riqueza producida desde el 2000, mientras que el 50% más pobre sólo alcanza al 1% de esa riqueza. Peor aún, nunca ha existido en la sociedad capitalista tanta “diferencia social” entre ricos y pobres como ahora73. Otro estudio constata el aumento de la pobreza en EEUU: las 10 personas más ricas han multiplicado sus bienes por seis veces desde 2020, aproximadamente 700.000 millones-$, y su riqueza pasó de 1.79 billones-$ a 2.5 billones-$, un 40% más; a la vez, el 1% posee el 49,9% del mercado de valores mientras que el 50% más pobre sólo posee el 1,1% de ese mercado74.

Con más crudeza, el 25% de la población mundial, unos 2.100 millones de personas, no acceden al agua potable, y de ellas 106 millones beben agua sin tratar75. Una suficiente cantidad diaria de agua potable es imprescindible para la vida. El imperialismo lo sabe también y por eso ha hecho del agua una mercancía cuya privatización genera guerras injustas76 que multiplican el empobrecimiento y empeoran la salud de los pueblos. Después del agua potable, la segunda necesidad vital es la comida: más de 20.000 personas mueren al día en el mundo: «unos 700 millones de personas padecieron hambre en 2024, lo que equivale  a más de 8 de cada cien seres humanos de los que vivimos en el planeta. Muchísimos.»77.

Hemos dicho arriba que tanto La Ley General de la Acumulación Capitalista como la Ley de la Caída Tendencial de la Tasa de Ganancia nos explican las grandes causas de las crisis del capitalismo y del empobrecimiento, lo que nos exigiría profundizar ahora en las razones particulares y singulares de cada crisis lo que obviamente no podemos hacer aquí. Sabemos que desde 2007 malvivimos en la tercera Gran Depresión del modo de producción capitalista, con sus altibajos y recaídas más graves, sobre todo desde 2020/2022. No hay perspectiva de salida de la crisis para el imperialismo que no pase por la sobreexplotación y la guerra. Lo primero nos lleva directamente a lo que venimos viendo desde el principio: el saqueo de la tierra, de la vida y de los comunales porque «La humanidad y la tierra, que en modo más abstracto podemos llamar el trabajo y los bienes comunes, están en la mira del sistema-mundo capitalista ante una fase de agudización de la superexplotación»78.

A la vez, Occidente militariza su economía para armarse hasta los dientes antes de abrir frentes de guerra injusta más letales y salvajes todavía: «un mayor desarrollo de la industria militar ofrece posibilidades muy interesantes para los países, tanto desde el punto de vista tecnológico como del empleo y, muy importante, de la soberanía nacional. En suma, hacer de la necesidad, virtud.»79 ya que la guerra tecnológica es un «negocio»80. También debe crear el caos, generalizar el crimen con narcoparamilitares que ya no sólo con el terrorismo islamista y fascismo criminal dirigidos por la CIA y otros servicios secretos. La droga es un arma muy efectiva en este sentido: Los ucronazis han entrenado al crimen organizado de las favelas brasileñas en el manejo de drones81. El caos provocado por el poder genera miedo e indefensión en las franjas populares alienadas, lo que beneficia al fascismo: el narco82 llega a ser un poder fáctico conectado con las cloacas burguesas.

Comprendemos así por qué se está produciendo la militarización de la policía y la policialización del Ejército para intensificar la guerra criminal en el interior de las sociedades capitalistas. No solo Trump impulsa la simbiosis represiva entre policía y Ejército para amenazar, controlar y reprimir toda oposición, sobre todo la obrera y popular; también en Europa, por ejemplo en Bélgica83. En Francia, nada menos que el ministro de defensa ha reconocido no hace mucho que el Ejército debe prepararse para reprimir las luchas sociales al alza. La Unión Europea integra en su sistema de vigilancia la tecnología represiva sionazi84. En cierta forma estamos hablado de «guerras pequeñas», aunque crueles y sangrientas, pero la brutalidad sube en la medida en la que las guerras se tornan más letales y extensas, hasta llegar a la «guerra total»

Desde al menos 2020 el Pentágono debatía en secreto la necesidad de volver a iniciar las pruebas nucleares para mantener lo que entonces creían que era superioridad norteamericana sobre Rusia y China Popular, de hecho EEUU gasta el doble en armas nucleares que Moscú y Pekín juntas. En otoño de 2024 el New York Times editó un extenso artículo sobre «el plan secreto dedicado a “hacer que Estados Unidos vuelva a ser nuclear” a través de la creación de un “arsenal moderno para una nueva era nuclear volátil” […] En el año transcurrido desde la publicación de ese artículo, tanto la acumulación nuclear masiva de Estados Unidos como la conspiración de silencio que lo rodea han continuado. En diciembre, el Congreso aprobó la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) de $895 mil millones, el presupuesto militar más grande de cualquier país en la historia de la humanidad, incluida la financiación récord de los esfuerzos de modernización nuclear.»85.

Sin embargo, la superioridad rusa en nuevas armas nucleares, así como el rápido avance de China Popular y de Corea del Norte, es tan aplastante que los «La advertencia de Trump sobre la reanudación de las pruebas nucleares explosivas es una reacción exagerada y burda que delata la admisión estadounidense de haber sido superada por Rusia. Reanudar las explosiones nucleares de prueba es la respuesta fútil de un perdedor.»86. Cuando el imperialismo habla de una «nueva era nuclear volátil» está diciendo que se reserva el derecho de utilizar partes de su arsenal nuclear o todo él según lo estime conveniente.

Llegados a este punto y antes de terminar este texto citando de nuevo a Hugo Chávez, debemos hacer una breve síntesis teórica de lo dicho hasta aquí. Por eso hemos pensado reproducir una parte de un artículo de Sona Prakash:

«El crecimiento perpetuo por el crecimiento mismo y la sobreproducción son la esencia misma del capitalismo, lo que genera un ciclo continuo de acumulación de capital cada vez más explotadora y de absorción derrochadora de excedentes, destruyendo el planeta y vidas humanas. […] Para ello, se requiere la creación de un vasto aparato de ejércitos, prisiones, policía, diversas formas de empresas de seguridad privada y aparatos de inteligencia policial y militar, y maquinaria propagandística de toda clase imaginable, la mayoría de los cuales no atacan directamente las alternativas, sino que crean un clima generalizado de miedo, conformidad nacionalista y simple desesperación que hace que cualquier pensamiento de cambiar el mundo parezca una vana fantasía.

«El militarismo es un rasgo esencial del capitalismo contemporáneo, y combatir esta nefasta alianza en economías de guerra, genocidio y desposesión debe ser la prioridad inmediata. Pero el desafío va mucho más allá, ya que el capitalismo evoluciona continuamente hacia medios de acumulación cada vez más explotadores y una absorción derrochadora de excedentes. Así es como ha sobrevivido durante tanto tiempo

«El verdadero cambio no llegará hasta que el capitalismo sea desmantelado, mediante luchas colectivas en el Sur y el Norte Global. Dado que los trabajadores del Norte pagan con sus impuestos y su trabajo la aniquilación de las vidas de los trabajadores del Sur a través de la guerra y el genocidio, una nueva Internacional es más necesaria que nunca.»87

¿Qué hacer, entonces? Leamos a Hugo Chávez: «Fíjense, estos caminos vienen de lejos, compañeros y compañeras, estos proyectos, el anexionista del Norte y el proyecto de liberación del Sur hoy vuelven a estar confrontados como siempre, es una nueva hora […] Hace 200 años los padres fundadores no pudieron, ellos no pudieron hacerlo, y Bolívar recogió en una frase profunda, en una frase dramática aquella realidad dolorosa cuando dijo: “He arado en el mar…” […] Independencia, decía Martí. Independencia decimos hoy en este III Congreso de los Pueblos. Termino con el alma, con la frase de Martí: “Llegó la hora de la segunda independencia de los pueblos de la América”. Ha llegado la hora. Un abrazo bolivariano, sanmartiniano, peronista, guevarista, bolivariano y revolucionario para todos y para todas […] llevar el alma de ustedes y la palabra de ustedes, de los pueblos hasta la muerte, ¡hasta la victoria siempre! ¡Patria o muerte, venceremos! ¡Viva el Che Guevara! ¡Carajo!»88.

EUSKAL HERRIA, 7 de noviembre de 2025.

Notas:

1 Véase del autor: «La cátedra Hugo Chávez Comunicador. Praxis antiimperialista global», 26 de octubre de 2025, https://boltxe.eus/2025/10/la-catedra-hugo-chavez-comunicador-praxis-antiimperialista-global/

2 Salomón Susi Sarfati: Pensamientos del Presidente Chávez. Correo del Orinoco. Caracas, 2011, p. 96.

3 Xabier Estévez: Historia de Euskal Herria, Txalaparta, Nafarroa, 1996, Tomo II, p. 213.

4 Hugo Chávez Frías: «¡ALCA… AL carajo!». Pensamientos Antiimperialista y Unión de los Pueblos. Caracas. 2019, p. 143.

5 Josep Fontana: Por el bien del Imperio. Pasado & Presente, Barcelona. 2013, p. 557.

6 Luís Reyes Reyes: «Hemos aprendido la lección: el golpe enseña». Chávez Nuestro. Casa Editorial Abril. La Habana 2004, pp. 89-125.

7 José Vicente Rangel Vale: «No está descartada la posibilidad de un magnicidio». Chávez Nuestro. Casa Editorial Abril. La Habana 2004, pp. 143-162.

8 Miguel Avilés: «La Contrarreforma». GHI. CIL. Madrid 1986, Tomo 15, pp. 91-97.

9 E. Cherniak: Cinco siglos de guerra secreta, Arte y Literatura, La Habana, 1979, Vol. I. pp. 73-82.

10 E. Cherniak: Cinco siglos de guerra secreta, OPS. Cit. Vol. I. pp. 110-111.

11 E. Cherniak: Cinco siglos de guerra secreta, OPS. Cit. Vol. I. p. 135.

12 E. Cherniak: Cinco siglos de guerra secreta, OPC. Cit. Vol. II, p. 314.

13 E. Cherniak: Cinco siglos de guerra secreta, OPS. Cit. Vol. II, p. 324.

14 E. Cherniak: Cinco siglos de guerra secreta, OPS. Cit. Vol. II, p. 449.

15 Víctor Serge: Lo que todo revolucionario debe saber sobre la represión, Boltxe Liburuak, Bilbo 2013, p. pp. 65-68. Disponible en la Red.

16 Josep Fontana: Por el bien del Imperio. Pasado & Presente, Barcelona. 2013, pp. 561-562.

17 Saïd Bouamama: La Tricontinental. Boltxe Liburuak. Bilbo. 2019, pp. 197-198.

18 Rafael A. Ugalde Q.: «El imperio exige sangre». 26 de octubre de 2025. https://surcosdigital.com/el-imperio-exige-sangre/

19 AA.VV.: «En el interior de la campaña de Marco Rubio para un cambio de régimen en Venezuela». 26 de octubre de 2025. https://vocesdelmundoes.com/2025/10/26/en-el-interior-de-la-campana-de-marco-rubio-para-un-cambio-de-regimen-en-ve

20 Ignacio Ramonet: Cien horas con Fidel. OPCE. La Habana Tercera Edición, 2006, p. 592.

21 Josep Fontana: Por el bien del Imperio. Pasado & Presente, Barcelona. 2013, pp. 556-557.

22 Lucía Converti; «20 años del NO al ALCA: por la soberanía, la justicia social y la unidad nuestroamericana». 3 de noviembre de 2025. https://www.resumenlatinoamericano.org/2025/11/03/nuestramerica-20-anos-del-no-al-alca-por-la-soberania-l

23 George Caffentzis y Silvia Federici: Los bienes comunes contra y más allá del capitalismo. 7 de septiembre de 2024 https://www.lahaine.org/mundo.php/los-bienes-comunes-contra-y

24 Rodrigo Villalobos: Hoces de piedra, martillos de bronce. Comunismo originario y lucha de clases en la prehistoria. Ático de los Libros. Barcelona-Madrid, 2025. Pp. 39-80.

25 Miquel Vallés: «1493. Guanahaní. La tierra prometida». Días rebeldes. Crónicas de insumisión. Octaedro. Barcelona 2009. Pp. 59-61.

26 R. L. López Valdés: Componentes africanos en el etnos cubano. Ciencias Sociales, La Habana, 1984 p.19.

27 R. L. López Valdés: Componentes africanos en el etnos cubano. Ciencias Sociales, La Habana, 1984 p.22

28 R. Pasos M.: El burdel de las pedrarias. Hiru Argitaletxe. Hondarribia 1997.

29 L. Cabrero Fernández: «Las culturas de la América austral». Historia de la Humanidad, Arlanza Ediciones. Madrid 2000. T. 21. pp. 32-71.

30 J. A. Saco: Historia de la esclavitud. Biblioteca Júcar. Madrid 1974, p. 292.

31 J. Mosterín: El pensamiento arcaico, Alianza Editorial, Madrid 2006, pp. 264-265.

32 Consuelo Sánchez: «Los indígenas en la guerra de independencia», Memoria, nº 187, México, septiembre 2004.

33 AA.VV.: El movimiento obrero internacional, Progreso, Moscú, 1975 tomo I, p. 96.

34 Neil Faulkner: De los neandertales a los neoliberales. Pasado & Presente, Barcelona 2013, pp. 158-159.

35 Norman Cohn: En pos del Milenio. Alianza Universal. Madrid 1981, p. 246.

36 George H. Williams: La reforma radical. FCE. México. 1983, p. 180.

37 George H. Williams: La reforma radical. FCE. México. 1983, p. 924.

38 Edmond Paris: La historia secreta de los jesuitas. Chick Publivations. Ontario. USA, 2007, p. 37.

39 C. Napoleoni: Lecciones sobre el capítulo sexto (inédito) de Marx, ERA, México, 1976, p. 168

40 «Informe sobre la situación en Bolivia-1929», en Marxismo militante, Europa, La Paz, Bolivia, nº 35, abril 2005, pp. 102-107.

41 G. Boffa: La revolución rusa, Era, México, 1976, volumen 2, p. 28.

42 Luciana Ghiotto: Veinte años de lucha contra el libre comercio en América Latina: algunas reflexiones para las nuevas campañas, 12 de agosto de 2016 (http://www.alainet.org/es/articulo/179422).

43 Alicia Castellanos Guerrero: «Sobre Autonomías indígenas en América Latina. Nuevas formas de convivencia política». Contexto Latinoamericano. Bogotá, Nº 2, enero-marzo de 2007, pp. 213-214.

44 César Rosa Llamazares: Historias de la lucha por el Común. Catarata, Madrid 2016, p. 166.

45 Al Mayadeen: «Venezuela entrega 20 mil obras comunales a 13 años del Golpe de Timón». 20 de octubre de 2025. https://espanol.almayadeen.net/noticias/politica/2080362/venezuela-entrega-20-mil-obras-comunales-a-13-anos-del-golpe

46 Chrtian Laval y Pierre Dardot: Común. Gedisa, Barcelona 2015, pp. 647-648.

47 Salomón Susi Sarfati: Pensamientos del Presidente Chávez. Correo del Orinoco. Caracas 2011. P. 136.

48 George Simmel: Filosofía del dinero. IEP. Madrid 1976. Pp. 335-651,

49 Alí Ramón Rojas Olalla: «La cultura del Alba». 8 de noviembre de 2015. https://rebelion.org/la-cultura-del-alba/

50 Juan Guaján: «Milei quiere dolarizar, el BRICS desdolarizar». 6 de mayo de 2023. https://www.resumenlatinoamericano.org/2023/05/06/argentina-milei-quiere-dolarizar-el-brics-desdolarizar/

51 Pepe Escobar: «Lo que Trump no puede impedir: China está abandonando el dólar». 3 de noviembre de 2025. https://www.lahaine.org/mundo.php/lo-que-trump-no-puede-impedir-china

52 Saïd Bouamama: La Tricontinental. Boltxe Liburuak. Bilbo. 2019, p. 198.

53 Lianet Escobar Hernández: «ALBA: un amanecer distinto para América Latina». Pensar a Contracorriente. Ciencias Sociales. La Habana. 2010. T. VII, pp. 187-188.

54 Hugo Chávez Frías: «¡ALCA… AL carajo!». Pensamientos Antiimperialista y Unión de los Pueblos. Caracas. 2019, p. 144.

55 Portal Alba: «1826. Congreso Anfictiónico de Panamá: Tratado de Unión, Liga y Confederación Perpetua». https://portalalba.org/antecedentes-historicos-alba/tratado-de-union-liga-y-confederacion-perpetua-congreso-anfictionico/

56 Yván Salcedo Uzcátegui: Bolívar y Clausewitz. Vidas paralelas en la política y en la guerra (1812-1813) Monte Ávila, Caracas 2021, pp. 36-38.

57 General Menry Fernández Pereira: Guerra Popular de Resistencia, CESCI, 3ª edición ampliada y corregida. Caracas, noviembre de 2019, p. 208.

58 Salomón Susi Sarfati: Pensamientos del Presidente Chávez. Correo del Orinoco. Caracas, 2011, p. 96.

59 Francisco Pidival: Bolívar, precursor del antiimperialismo. El Perro y la Rana. Caracas, 2015. P. 165.

60 TeleSur: «Comandante ucraniano admite deserciones masivas en el Ejército». 6 de noviembre de 2025 https://www.resumenlatinoamericano.org/2025/11/06/ucrania-comandante-ucraniano-admite-deserciones-masivas-en-el-ejercito/

61 David Deegan: «Alarmante informe del Pentágono: El suicidio es la principal causa de muerte entre los soldados estadounidenses en activo». 25 de noviembre de 2024. https://www.iglobenews.org/es/alarmante-informe-del-pentagon/

62 Geraldine Colotti: «Bolívar contra las cañoneras». 2 de noviembre 2025. https://www.resumenlatinoamericano.org/2025/11/02/venezuela-bolivar-contra-las-canoneras/

63 AA.VV.: «¿Atacar a Venezuela o no? Trump contempla sus opciones. 5 de noviembre de 2025. https://antiimperialistas.com/atacar-venezuela-o-no-trump-contempla-sus-opciones/

64 Salomón Susi Sarfati: Pensamientos del Presidente Chávez. Correo del Orinoco. Caracas, 2011, p. 97.

65 Ramón Grosfoguel: «Respuesta a la pseudo-izquierda latinoamericana en su ataque a Venezuela». 17 de agosto de 2015. https://www.lahaine.org/mundo.php/respuesta-a-la-pseudo-izquierda-latinoamericana-en

66 Che Guevara: Crear dos, tres… muchos Vietnam. 1967. https://www.marxists.org/espanol/guevara/04_67.htm

67 Salomón Susi Sarfati: Pensamientos del Presidente Chávez. Correo del Orinoco. Caracas, 2011, p. 40.

68 Salomón Susi Sarfati: Pensamientos del Presidente Chávez. Tilde. Correo del Orinoco. 2011, p. 34.

69 Gabriel Kolko: El siglo de las guerras. Paidós. Barcelona 2005, p. 343.

70 Marx: «Carta a Engels, 7 de julio de 1866». Cartas sobre El Capital. Ediciones Bolsillo. Barcelona, 1974, p. 119

71 Kevin Reed: «El Informe de Riqueza Global 2025 de USB expone el crecimiento exponencial de la desigualdad a nivel internacional». 21 de junio de 2025. https://www.wsws.org/es/articles/2025/06/21/7cd1-j21.html

72 Jag Bhalla: «El capitalismo no erradica la pobreza, la profundiza». 17 de octubre de 2024. https://jacobinlat.com/2024/10/el-capitalismo-no-erradica-la-pobreza-la-profundiza/

73 Silvia Laboreo Longás: «El 1% más rico acaparó el 41% de la riqueza creada desde el año 2000: el 50% más pobre solo el 1%». 4 de noviembre de 2025. https://elpais.com/planeta-futuro/2025-11-04/el-1-mas-rico-acaparo-el-41-de-la-riqueza-creada-desde-el-ano-2000-el-50-mas-pobre-solo-el-1.html

74 Andre Damon: «Oxfam: 10 milmillonarios de EE.UU, multiplicaron su riqueza desde 2020». 5 de noviembre de 2015. https://www.wsws.org/es/articles/2025/11/05/pers-n05.html

75 EFE: «Un 25% de la población mundial no tiene acceso al agua potable». Octubre de 2024. https://climatica.coop/25-poblacion-mundial-no-acceso-agua-potable/?tztc=1

76 Mixzaida Peña Zerpa: «La lucha por el agua: un mapa mundial de tensiones». 25 de octubre de 2024. https://www.iagua.es/blogs/festiverd-venezuela

77 Juan Torres López: «Hambre: más de 20.000 muertes diarias». 3 de octubre de 2025. https://rebelion.org/hambre-mas-de-20-000-muertes-diarias/

78 Christian Arias Barona: «Dependencia, militarismo y contra-insurgencia: relaciones de dominación y acumulación de capital en América Latina». Teoría del Imperialismo y de la Dependencia. Néstor Kohan (compilador) Edit. Trinchera, Caracas 2023, p. 405.

79 Pedro del Pozo: «Inversión en defensa, tractora de la economía». 22 de septiembre de 2025. https://cincodias.elpais.com/fondos-y-planes/2025-09-22/inversion-en-defensa-tractora-de-la-economia.html

80 Silvia Riveiro: «El negocio de la guerra tecnológica». 13 de agosto de 2025. https://www.sur.org.co/el-negocio-de-la-guerra-tecnologica/?pdf=38977

81 MPR21: «Ucrania ha adiestrado a las bandas brasileñas de delincuentes en el manejo de drones». 3 de noviembre de 2025. https://mpr21.info/ucrania-ha-adiestrado-a-las-bandas-brasilenas-de-delincuentes-en-en-el-manejo-de-drones/

82 J. Salomón y P.A. Cabezas: «Los narcos consolidan su poder en barrios populares ante el desmantelamiento del Estado liderado por Milei en Argentina». 23 de octubre de 2025. https://www.eldiario.es/internacional/theguardian/narcos-consolidan-barrios-populares-desmantelamiento-liderado-milei-argentina_1_12687284.html

83 MPR21: «Bélgica estudia la posibilidad de desplegar militares en las calles de Bruselas». 13 de octubre de 2025. https://mpr21.info/belgica-estudia-la-posibilidad-de-desplegar-militares-en-las-calles-de-bruselas/

84 Simona Levi: «Europa integra en su aparato de seguridad las tecnologías de vigilancia masiva que Israel prueba en Palestina». 24 de octubre de 2025. https://ctxt.es/es/20251001/Politica/50661/rasha-abdul-rahim-tecnologia-vigilancia-israel-palestina-europa.htm

85 Andre Damon: «Trump reanuda las pruebas de armas nucleares estadounidenses». 1 de noviembre de 2025. https://www.wsws.org/es/articles/2025/11/01/pers-n01.html

86 Strategic Culture: «Las pruebas nucleares de Trump son una reacción desproporcionada a la superioridad nuclear rusa». 2 de noviembre de 2025. 2 de noviembre de 2025. https://diario-octubre.com/2025/11/02/las-pruebas-nucleares-de-trump-son-una-reaccion-desproporcionada-a-la-superioridad-nuclear-r

87 Sona Prakash: «Capitalismo y guerras sin fin». 3 de noviembre de 2015. https://observatoriocrisis.com/2025/11/03/capitalismo-y-guerras-sin-fin/

88 Hugo Chávez Frías: «¡ALCA… AL carajo!». Pensamientos Antiimperialista y Unión de los Pueblos. Caracas. 2019, pp. 132-144/145.

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