Varios años han transcurrido desde que se comenzó la lucha por la transformación de la legislación de propiedad intelectual en Venezuela, específicamente la de Derechos de Autor, bajo el comando de Eduardo Samán (Hoy Ministro de Comercio), cuando en 2002 fue nombrado Director General del SAPI. Incluso logramos que un proyecto de ley de derechos […]
Varios años han transcurrido desde que se comenzó la lucha por la transformación de la legislación de propiedad intelectual en Venezuela, específicamente la de Derechos de Autor, bajo el comando de Eduardo Samán (Hoy Ministro de Comercio), cuando en 2002 fue nombrado Director General del SAPI. Incluso logramos que un proyecto de ley de derechos del autor y la autora entrara en la Asamblea Nacional y se aprobara en primera discusión. Ese proyecto, aunque no producía un cambio total como debiera ser, consideraba el derecho de autor como derecho humano no transferible a las empresas, y creaba un archivo nacional de obras inéditas con carácter gratuito.
Mucha agua ha corrido por debajo de los puentes desde entonces, y también muchas transformaciones han ocurrido en nuestro país. La lucha no ha sido fácil, y hemos avanzado mucho en muchos aspectos, de manera que ya hoy no somos tan principiantes ni estamos solos en el mundo.
En la lucha por el libre acceso a la cultura, que asumimos de la misma manera que muchos grupos de opinión de diferentes países del orbe, también se ha ido estableciendo una base política: Hay más gente preparada, la maestría en propiedad intelectual ha ido formando personas año tras año, el movimiento por el software libre ha logrado incluso que se apruebe una ley que obliga a las instituciones del Estado a usar tecnologías libres en los ordenadores, y su influencia se extiende poco a poco.
Aprobada en segunda discusión, la Ley Orgánica de Cultura se encuentra en consulta pública y contiene muchos avances, salvo el artículo 41, en el cual se protege «la propiedad intelectual», basándose en el artículo 98 de la Constitución que no pudimos reformar hace dos años. Sin embargo, en el artículo 8, declara que garantiza «(…) acceso universal a la información, bienes y servicios culturales». Así, crea una base firme para que podamos, en una ley especial, garantizar el libre acceso a la cultura mientras se salvaguarda los derechos de autores y autoras de acuerdo al artículo 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
En plena mitad del año 2009, a casi diez años de la toma de posesión del Presidente Chávez, nacionalizado el petróleo, soberana PDVSA, avanzando el socialismo del siglo 21 paso a paso a tomar cada vez más espacio en nuestro país, están dadas las condiciones para que sea derogada de una vez la Ley Sobre el Derecho de Autor, aprobada en 1993 a pedir de boca de las empresas transnacionales de la cultura, con un espíritu tenebrosamente neoliberal, y avanzar aún más hacia nuestra soberanía cultural.