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A la búsqueda de consolidarse como potencia mundial en etanol

Fuentes: Xinhua

Brasil busca consolidarse como una potencia mundial de etanol de caña de azúcar, con millonarias inversiones y una estrategia que apuesta a mercados de América, Asia y Europa. Según proyecciones del ‘Plan Decenal’ del ministerio de Minas y Energía, el mayor país suramericano producirá en 2015 unos 36.900 millones de litros por año de este […]

Brasil busca consolidarse como una potencia mundial de etanol de caña de azúcar, con millonarias inversiones y una estrategia que apuesta a mercados de América, Asia y Europa. Según proyecciones del ‘Plan Decenal’ del ministerio de Minas y Energía, el mayor país suramericano producirá en 2015 unos 36.900 millones de litros por año de este combustible alternativo que pretende disputar mercados globales con la gasolina.

La cifra equivaldría a unos 636.000 barriles por día de gasolina y haría la envidia de cualquier país aspirante a exportador mundial de hidrocarburos.

Las previsiones para el etanol están contenidas en el plan difundido el viernes por el ministerio y que permanecerá en fase de ‘consulta pública’ hasta el 20 de julio.

El documento es una estrategia del gobierno de Luíz Inácio Lula da Silva para planificar la oferta de energéticos y la demanda proyectada por una economía que espera crecer a una tasa sostenida de 5 por ciento anual en los próximos años.

Con cálculos de inversiones multimillonarias en petróleo, gas natural, electricidad, nuclear y biocombustibles, las directrices oficiales apuntan a convertir a Brasil en un cantero de obras a escala nacional que debe atraer masivamente capitales privados.

En el negocio de los biocombustibles el escenario internacional es favorable a una mayor demanda de etanol, lo que podría configurarse como una oportunidad para Brasil, dado su potencial de expansión agrícola y el grado de madurez alcanzado por su industria de caña y alcohol, señala el documento.

El mercado interno seguirá siendo el más importante para el etanol brasileño, que actualmente sustituye más del 25 por ciento de la demanda de gasolina en la flota automotriz nacional, con unos 14.000 millones de litros vendidos el año pasado.

Consolidando las proyecciones de exportación del etanol para Estados Unidos, Unión Europea, Japón, Nigeria, China e India, se prevé que los embarques pasen de 3.638 millones de litros de 2007 a 3.918 millones el año entrante.

Después pasarán a 4.200 millones de litros en 2009 y a 7.711 millones a 2012, señala el documento.

En el frente internacional Estados Unidos es el principal cliente del alcohol carburante brasileño, con 2.200 millones de litros en 2006, pese a las barreras aduaneras que Washington aplica para proteger su más costoso etanol de maíz.

Brasil prevé de cualquier forma que a partir de 2010 estas exportaciones se expandan, pero su principal apuesta es actualmente Europa y sobre todo Japón.

Recientemente la Unión Europea estableció metas de participación de combustibles renovables en el consumo de cada país miembro y el porcentaje global pasará de 2 por ciento en 2006 a 5,75 por ciento en 2011.

Como Europa tiene una capacidad de producción de biocombustibles limitada a unos 5.500 millones de litros por año, Brasil ve una ventana de oportunidades para su etanol.

En Japón, segundo mayor consumidor mundial de gasolina después de Estados Unidos, el gobierno ya estableció desde 2003 la adición no obligatoria de 3 por ciento de etanol al combustible fósil y estudia elevar la mezcla hasta 10 por ciento a 2012, para atender su compromiso en el Protocolo de Kyoto contra el calentamiento global.

‘Japón puede ser entendido como un mercado potencial para la producción brasileña’, señala el plan.

Brasil proyecta un enorme salto desde los 225 millones de litros exportados en 2005 a ese país, hasta 900 millones de litros en 2010 y 3.000 millones de litros en 2012.

Esa última cifra representa la mitad de la meta producción de etanol para ese año de la petrolera estatal Petrobrás, que ha entrado con fuerza en el negocio.

‘Otros países’ como China, India y Nigeria, que también se disponen a incentivar el consumo de etanol, podrán importar un volumen equivalente al 10 por ciento de lo destinado por Brasil a Estados Unidos, Unión Europea y Japón.

China es actualmente el mayor productor de etanol en Asia y el tercero del mundo, con unos 3.800 millones de litros anuales, de los cuales 1.300 millones de litros son usados como combustible.

El consumo anual de gasolina del gigante asiático es de 54.000 millones de litros y es un importador neto de petróleo que atraviesa ‘una demanda reprimida de gasolina’.

En 2005 el gobierno chino decidió ampliar la participación de estas fuentes hasta el 10 por ciento de la matriz energética del país a 2020.

Para el ministerio, la revitalización del mercado interno y las perspectivas de aumento de las exportaciones de etanol ‘apuntan a la consolidación de la agro energía, en particular de la caña de azúcar como el negocio agrícola de la próxima década’.

Las inversiones previstas en combustible renovables en Brasil equivalen a unos 9.000 millones de dólares hasta 2010. La meta oficial es de una producción de 23.300 millones de litros de etanol para ese año, un aumento de 5.700 millones de litros respecto al volumen actual.

Muchos de los nuevos proyectos ya están en marcha y han sido anunciadas por gigantes nacionales como Cosa, Petrobrás, Odebrecht y por varias trasnacionales y fondos extranjeros de inversión, como los del famoso financiero George Soros.