…ha logrado avanzar. No ha sido fácil, pero no sólo ha resistido, sino, ha iniciado un proceso de determinación de la agenda política que ha logrado subordinar a la oposición por sus reiteradas torpezas. Sin embargo, no nos podemos confiar, y autocríticamente aún debemos corregir muchas cosas. Reconstruyamos un poco este primer largo mes. El […]
…ha logrado avanzar. No ha sido fácil, pero no sólo ha resistido, sino, ha iniciado un proceso de determinación de la agenda política que ha logrado subordinar a la oposición por sus reiteradas torpezas. Sin embargo, no nos podemos confiar, y autocríticamente aún debemos corregir muchas cosas.
Reconstruyamos un poco este primer largo mes. El presidente Nicolás Maduro el mismo 14 A comete el error de admitir la posibilidad de recontar voto a voto el 100% del proceso electoral, en lugar de convocar al CNE a pronunciarse y esperar respetuosamente el resultado del legítimo derecho de la oposición a impugnar. Sin embargo, la oposición no se hizo esperar y convocó, en voz de Capriles a drenar la «arrechera» con las cacerolas, en un discurso ambiguo e inoportuno, asumido por los extremistas de oposición como una convocatoria a la violencia, y por ende, incitó a las fatales consecuencias de 11 muertes y decenas de heridos, descapitalizando así el avance electoral cuantitativo que obtuvo el 14A.
La acción del Presidente Maduro de detener en seco la pretensión de una marcha hacia el centro de Caracas convocada por Capriles, sin duda, ha sido la primera acción de gobierno de Nicolás que demuestra las «bolas» del novato presidente para advertir la pretensión de emular el 11 de abril, a esta acción Capriles respondió reculando, lo que permitió evidenciar que el objetivo era sólo uno, el detenido por Maduro, y al no lograrlo, era mejor abortar la convocatoria.
El segundo error hasta ahora del gobierno de Maduro ha sido en la Asamblea Nacional. Diosdado, al haber prohibido el derecho de palabra a los diputados de oposición, sea por la razón que sea, sirvió la bandeja para que estos montarán el Harlem Shake parlamentario en la sesión posterior, cayendo en el juego de la provocación, victimizándose ante una evidente escenificación que buscaba la foto de la violencia. Mientras tuvimos a un pueblo maduro políticamente, que a pesar de los 11 muertos incitados por Capriles, no desbordó las calles en sed de venganza, tuvimos unos parlamentarios que comieron casquillo de unos payasos, cosas para analizar.
Sin embargo, el presidente Maduro, comprendió que mantenerse en la agenda de la oposición sería ponerse por debajo de ellos, y emprendió una serie de acciones que han permitido reposicionar su legitimidad y capacidad de gobierno. El gobierno de calle, ha servido para hacer presencia y recolectar los temas de gestión sobre los temas de farándula política (lo importante aquí es que la metodología sea realmente efectiva, aunque por ahora ha logrado el objetivo), y las acciones en el contexto internacional: tanto PetroCaribe, como la gira en los países de Mercosur, han permitido demostrar las habilidades de Maduro en el desarrollo de la política práctica.
Mientras tanto la oposición se complica, lanzando una gira paralela de actores políticos en el contexto internacional que generó un amplio rechazo. Pero quizá lo más determinante ha sido el pronunciamiento del Presidente Obama, asumiendo la jefatura política de la oposición, en una acción absolutamente aislada del contexto internacional, no reconociendo la legitimidad del gobierno del Presidene Nicolás Maduro, y poniendo en evidencia la alineación del gobierno de Obama y de la dirigencia Caprilista.
Para finalizar, lo que está poniendo la tapa del frasco para la oposición es la profunda zanja que se está generando entre los Caprilistas y el resto de la MUD, que ve como un suicidio el desconocimiento al Poder Electoral y de los resultados del 14A, cuando estamos a las puertas de unas elecciones municipales donde las aspiraciones opositoras se han incrementado producto del resultado del 14A.
Mientras tanto, dentro del proceso revolucionario, la esperanza de un diálogo más franco y horizontal entre los diversos factores que forman parte del Gran Polo Patriótico, es sin duda, el gran paso que se espera, para garantizar el legado de Chávez, con base en el deseo de una renovación planificada de la dirigencia y procesos decisionales en el chavismo, por ello debemos ir por el «Golpe de Timón», que evitará cualquier intento de golpe de Estado.