Julian Assange, el director de WikiLeaks, debe de estar que trina. Su más estrecho colaborador hasta septiembre, amenaza con fundar su propio WikiLeaks. Y parece que se ha rodeado de otros antiguos miembros de la mayor organización de filtraciones comprometedoras que existe. Y por si eso fuera poco, otras webs están aprovechando el tirón.
La filtración de cerca de 500.000 documentos filtrados por WikiLeaks sobre las guerras de Irak y Afganistán este año, están convirtiendo a esta organización en el emblema del espionaje moderno gestionado por iniciativas privadas. Pero no es el único que se dedica a ello.
Julian Assange, el director de WikiLeaks, tiene que estar alerta ante posibles enemigos dentro de su propia formación. A la web le están saliendo los enanos, y uno de sus más estrechos colaboradores hasta que dimitiera en septiembre, ahora planea fundar su propio WikiLeaks.
Se llama Daniel Domscheit-Berg, alias Daniel «Schmitt» en su época de WikiLeaks, y al parecer este alemán se ha juntado con otras cuatro personas. Algunas informaciones indican que no todos los trabajadores o colaboradores de WikiLeaks están contentos en la organización y se quejan de los malos modos con que dicen que les trataba Assange.
Además, ya lo dijo Domscheit-Berg en una entrevista con el semanario Der Spiegel: WikiLeaks tiene problemas estructurales «y no quiero ser responsable de ello». Añadió que el proyecto estaba creciendo demasiado rápido y que la propia organización impedía conceder la «transparencia» que él consideraba necesaria para ellos mismos.
El Wall Street Journal asegura que el proyecto de un WikiLeaks versión Domscheit-Berg ya se está poniendo en marcha. Pero no son los únicos.
Cryptome, el hermano mayor que se hizo pequeño
«Cryptome acepta documentos para su publicación que estén prohibidos por gobiernos en todo el mundo, en especial material sobre la libertad de expresión, privacidad, criptología, seguridad nacional, inteligencia»… Esta extremadamente sencilla página web de un diseño minimalista lleva detrás de documentos comprometedores desde 1996, pero la mayoría de los 54.000 escritos no desvelan asuntos clasificados.
Sí ha llegado a poner a Microsoft y al Gobierno de EEUU en un compromiso al desvelar la existencia de una suerte de manual en el que se describe cómo Microsoft guarda datos privados de los usuarios que acceden a servicios ‘online’ como MSN Messenger, Windows Live y Xbox Live, y cómo esos datos se ponen a disposición de las autoridades de EEUU cuando son requeridos.
Fue en febrero de este año y, aunque el gigante tecnológico retirase el dominio a Cryptome y llegase a interponer una demanda contra Cryptome, al final se echó atrás. El documento sugería que las autoridades estadounidenses pueden acceder a mucha más información de la que necesitan, y establece los procedimientos para que puedan obtener los datos más fácilmente.
Ahora uno de sus objetivos es WikiLeaks, la competencia directa que le salió en 2007 y con quienes -después de varias conversaciones, según cuenta Young- no llegaron a ningún acuerdo para unir fuerzas. Cryptome se ha convertido en el hermano menor del nuevo espionaje, y eso que nació once años antes.
En una entrevista concedida recientemente a la BBC, el administrador de Cryptome admitió que las últimas acciones de WikiLeaks eran «una operación fuera de lugar». Pero el 6 de noviembre de este año publicó un listado de 22 puntos en torno a WikiLeaks. Para Cryptome, lo malo de WikiLeaks es que es una iniciativa «publicitada» que desvía la atención de las «actividades más negras».
Además de Cryptome, también existen iniciativas más modestas como el blog Secrecy News, que busca publicar secretos de seguridad nacional para ponerlos al alcance de todos. Su autor, Steven Aftergood, publica posts sobre el armamento del Ejército de EEUU, los planes presupuestarios de la Casa Blanca o las relaciones de la primera potencia mundial con la India. No ha puesto sobre la mesa ningún escándalo reseñable desde su fundación en enero de 2006, pero sí es una muestra por la búsqueda de transparencia gubernamental que buscan los internautas.