Ambos presidentes firmaron en Venezuela cartas de intenciones para proyectos energéticos, siderúrgicos, petroquímicos, forestales y de producción de cemento. Los recursos naturales como piedra basal del desarrollo.
«Los gobiernos de Latinoamérica están obligados a aprovechar sus recursos naturales para promover el desarrollo de los pueblos». Con estas palabras, el presidente de Bolivia, Evo Morales, le puso marco a un acuerdo que terminaba de firmar con su par venezolano, Hugo Chávez, a quien visitase en Venezuela. Se trataba de la firma de cuatro cartas de intención para la concreción de proyectos referidos a la explotación de recursos naturales. Los acuerdos alcanzados por ambos mandatarios se refieren a planes en los sectores siderúrgicos, petroquímicos, de producción cementera y forestal. La suscripción de las cartas de intenciones se realizó durante la emisión del programa «Aló, Presidente» de este domingo, conducido por Chávez y transmitido en esta ocasión desde Ciudad Piar en Estado Bolívar.
Evo destacó que «el encuentro entre presidentes y de presidentes con los pueblos nos ayuda a recoger experiencias y vivencias para trabajar por la independencia y la libertad de nuestros países. Yo siento que los presidentes y los gobiernos de Latinoamérica estamos obligados a aprovechar nuestros recursos naturales para el desarrollo de los pueblos».
El primer documento tiene que ver con el desarrollo de una Empresa Mixta Grannacional en territorio boliviano en materia minero-siderúrgica, que va a levantarse en la provincia Germán Busch en el departamento de Santa Cruz. Chávez explicó que el Mutún (en Bolivia) tiene hierro para 500 años, es la tercera reserva más grande del mundo, y que es 40 veces mayor que en reserva que tiene el cerro Bolívar en Venezuela. «Tenemos que ganarle a la empresa india en rapidez y eficiencia, ya le vamos a buscar un nombre a esta empresa mixta», dijo el presidente bolivariano.
El cerro El Mutún es la mayor reserva mundial de hierro, estimado en unas 40.000 millones de toneladas de hierro y 10.000 millones de manganeso. El gobierno de La Paz llegó a un acuerdo con la empresa de origen indio Jintal Steel & Power para la explotación de la mitad del yacimiento, por lo que dispone de la otra mitad del mismo.
El segundo compromiso es para la construcción de un Complejo Petroquímico Binacional en el trópico de Cochabamba, que tiene grandes reservas de gas y petróleo.
En tercer lugar se suscribió un acuerdo para desarrollar en el país mediterráneo dos plantas productoras de cemento, debido a la abundancia de materia prima que existe en esa nación.
Por último, la última carta de intención rubricada fue para el desarrollo de proyectos forestales también en Bolivia.
En referencia al proyecto siderúrgico, el Jefe de Estado de Venezuela dijo que en su próximo viaje a Bolivia va a transferir los recursos que puedan aportar para comenzar con el desarrollo del Mutún en la parte que le corresponde a esta empresa boliviana y venezolana. «Muy pronto vamos a ir a colocar la piedra fundacional de la primera etapa», dijo Chávez.
En esta línea, para la producción siderúrgica está prevista la llegada de técnicos de Venezuela para ponerse de acuerdo con el Ministerio de Minería boliviano e iniciar el proceso de exploración que es el primer paso que se tiene que dar. Los pasos correspondientes tienen que ver con un proceso de minería, la planta de concentración, una planta de pellets, la reducción y la acería para salir con los planchones y cubrir la demanda interna de Bolivia.
Las cartas de intenciones firmadas el domingo son parte de los acuerdos integrados en la Alternativa Bolivariana para las América (Alba), una iniciativa de integración impulsada por el gobierno de Caracas a la cual ya se han adscrito Cuba, Bolivia y Nicaragua.
El ministro del Poder Popular para las Industrias Básicas y Minería, José Khan, intervino en el programa radial para informar que el viceministro de Minas, Iván Hernández, fue seleccionado como el encargado del proyecto, cuyo fin es construir la empresa minero-siderúrgica.
Los recursos naturales pertenecen a toda la sociedad donde se erige un Estado. Y es obligación de las autoridades estatales velar para que el fruto de su explotación beneficie a la sociedad que es su dueña. En Bolivia y Venezuela esta premisa se cumple.