La FELAP informó el miércoles que Eleazar Díaz Rangel (87 años), una verdadera estatua viva, sobreviviente del antiguo periodismo latinoamericano que aún sigue diluyéndose en el nuevo paradigma del mega mercado mundializado de «propaganda informativa fake news», puesto en boga por los dueños de los bigs media que también son los dueños del capitalismo contemporáneo, […]
La FELAP informó el miércoles que Eleazar Díaz Rangel (87 años), una verdadera estatua viva, sobreviviente del antiguo periodismo latinoamericano que aún sigue diluyéndose en el nuevo paradigma del mega mercado mundializado de «propaganda informativa fake news», puesto en boga por los dueños de los bigs media que también son los dueños del capitalismo contemporáneo, a nivel planetario. El deceso de Eleazar ocurrió la mañana del 24 de abril en un hospital de Caracas, víctima de patologías cardio-respiratorias.
Eleazar conjugó su gran estatura profesional como analista político, reportero de deportes y docente universitario con un intenso ejercicio político que contribuyó notablemente a organizar a los periodistas latinoamericanos en la segunda mitad del siglo 20. En 1974, cuando la dictadura más antigua del continente era la del paraguayo Alfredo Stroessner, con 20 años oprimiendo a su pueblo como sátrapa de Estados Unidos, el Cono Sur estaba infectado por dictaduras militares instaladas también por EEUU para fortalecer su concepto de «democracia» en el patio trasero. República Dominicana aún se reponía de la salvaje y sanguinaria invasión (1965-1966) perpetrada por EEUU para socavar la gobernanza de Juan Bosh, cuyo gobierno legítimo, surgido de las urnas, fue desestabilizado en 1963 por la clásica coalición de élites económicas y sociales aliadas con sus servidores de uniforme, dueños del país y dueños de los soldados. En Nicaragua Anastasio Somoza, hijo y hermano de dictadores, iniciaba un segundo ejercicio como procónsul de EEUU sustentado por su ejército propio, la Guardia Nacional local.
En ese panorama político latinoamericano Eleazar era senador en Venezuela por el Movimiento al Socialismo, un desprendimiento reciente del viejo PC, y además ejercía la presidencia de la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP), que bregaba por una ley para instituir el Colegio de Periodistas, que luego fue realidad. Aprovechando coyunturas favorables que se dieron en esa época, Eleazar se concentró en organizar un Primer Encuentro Latinoamericano de Periodistas que se se reunió en Caracas en octubre de 1974 con la presencia de distinguidos periodistas y luchadores de la profesión de toda la región, más algunos invitados afines, entre quienes recuerdo al escritor argentino Julio Cortázar, ya célebre en aquellos años. (Tuve el honor de sentarme a su lado en algunas de las sesiones durante la semana que duró el Encuentro en la sede de la AVP. Cuando recibí la invitación del senador Díaz Rangel vivía exiliado en Argentina por la dictadura cívico-militar en Chile (1973-1990). Tabajaba en El Cronista, diario de Buenos Aires del desaparecido colega Rafael Perrota.
Las deliberaciones del Encuentro de Caracas acordaron convocar a un Congreso Latinoamericano de Periodistas, que se efectuó en México en 1976. De ese esfuerzo organizativo de incontables periodistas como el peruano Genaro Carnero Checa, el cubano Ernesto Vera, el chileno Hernán Uribe, y muchos otros colegas de la región, surgió la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP, cuyo primer presidente fue precisamente Eleazar. De acuerdo a un comunicado de la FELAP, «su obra profesional, gremial, política y social ha sido invariablemente un ejemplo de lucha al servicio de las causas nobles por una sociedad justa y un mundo mejor».
En su larga trayectoria en la profesión y en la docencia Eleazar proclamó, enseñó y difundió sus ideales por una sociedad más justa y equitativa, adhiriendo hasta morir a la Revolución Bolivariana de Hugo Chávez y luchando casi dos décadas como director del diario Últimas Noticias, el matutino nacional de mayor circulación en su país. Eleazar «fue escuela de conocimientos para distintas generaciones que con él aprendieron que la comunicación y la información deben tener como principales destinatarios aquellos que más requieren de la verdad para combatir la mentira» dijo la FELAP.
Díaz Rangel también fue fundador de la AVP y del Colegio Nacional de Periodistas de su país. Nacido en Sabaneta, Venezuela, el 5 de marzo de 1932 Eleazar también fue docente en la escuela de comunicación social de la Universidad Central de Venezuela, donde se desempeñó como director entre 1983 y 1986. Entre 1976 y 1988, presidió la AVP, el Círculo de Periodistas Deportivos 1994 y 1996 fue presidente de Venezolana de Televisión (VTV), la TV del Estado. Además fue dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), secretario general del Colegio Nacional de Periodistas, senador del partido Movimiento al Socialismo (MAS), director del Diario Punto, de la revista Tribuna y en 2001 asumió la dirección de Últimas Noticias. Siempre estaba dispuesto a expresar su solidaridad y reclamar la libertad de periodistas encarcelados en Chile y otras latitudes del continente.
En su dilatada labor recibió numerosos galardones, entre otros, el Premio Nacional de Periodismo, la Orden José María Vargas (Universidad Central de Venezuela, primera clase), la Orden Primero de Mayo, la Orden Andrés Bello (primera clase) y la Orden Francisco de Miranda (primera clase). Ahora sobrevivirá siempre en los libros que dejó y en el recuerdo de generaciones de periodistas a quienes enseñó el oficio, sus compañeros de lucha, sus familiares y sus amigos. ¡Adiós Eleazar!
* Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno.