Los presidentes de Argentina, Néstor Kirchner, y de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, integraron una alianza para frenar la influencia regional de su homólogo venezolano, Hugo Chávez, y evitar daño a la imagen internacional del Mercado Común del Sur, reveló una «alta fuente» del gobierno argentino al diario brasileño O Estado . La revelación […]
La revelación tiene lugar tres días antes de que dos altos funcionarios del Departamento de Estado inicien una visita de dos días a Brasil y Argentina, en medio de presiones de legisladores republicanos y demócratas que han reclamado al gobierno de George W. Bush por sus reacciones «moderadas» ante los ataques verbales de Chávez, quien el jueves lo llamó «criminal de guerra», al igual que al designado subsecretario de Estado, John Dimitri Negroponte.
Según Reuters, la gira de los subsecretarios de Estado para Asuntos Políticos, Nicholas Burns, y de Asuntos Hemisféricos, Thomas Shannon, mantendrá la atención en la influencia de Chávez, aunque el propósito oficial de la visita es «reconocer el liderazgo» regional de Brasil y Argentina, y «explorar oportunidades para afianzar la cooperación, para alcanzar metas comunes en seguridad, prosperidad y democracia».
En el ámbito económico, los diplomáticos estadunidenses, que irán acompañados de un asesor en materia energética, buscarán una mayor cooperación entre Brasil y Estados Unidos en el área de etanol.
Para Michael Shifter, vicepresidente para política del centro de análisis Diálogo Interamericano, de Washington, una mayor cooperación con Brasil apunta también a fomentar una alternativa a Venezuela.
Según Shifter, Shannon se halla bajo presión del Congreso porque lo consideran responsable de haber introducido un «tono moderado» a las reacciones de Washington sobre Caracas, lo que ha causado «frustración» en círculos políticos estadunidenses.
Connie Mack, republicano por Florida, criticó el miércoles a Shannon por su tranquila reacción a la aprobación de poderes especiales legislativos a Chávez de parte del Parlamento venezolano.
Hace dos semanas, el senador demócrata Harry Reid también se lanzó contra Chávez y la pasividad del gobierno de Bush ante el gobernante del país sudamericano.
No obstante, Shifter dijo que el ingreso de Negroponte al Departamento de Estado podría cambiar la actitud de Washington, ya que en un informe ante el Congreso sostuvo que Chávez es «una amenaza para las democracias en América Latina».
La revelación de O Estado de la alianza de Lula y Kirchner para contener a Chávez es una de las primeras señales de diferencias entre los mandatarios de Argentina y Brasil respecto a su homólogo venezolano.
«No se trata de una alianza forzada, sino de una afinidad natural entre Lula y Kirchner», dijo la fuente anónima argentina, y explicó que el presidente de su país es más pragmático en lo económico y el brasileño más político. «Lula elude con la izquierda pero patea con la derecha», resumió en términos futbolísticos.