Las organizaciones de afrodescendientes buscarán que su controversia con el diario Tal Cual se dirima en el escenario judicial. En los próximos días solicitarán el enjuiciamiento de Teodoro Petkoff por la publicación de una caricatura en la que, presuntamente, se incurrió en delitos contemplados en la Ley Orgánica contra la Discriminación Racial, informó el diputado […]
Las organizaciones de afrodescendientes buscarán que su controversia con el diario Tal Cual se dirima en el escenario judicial. En los próximos días solicitarán el enjuiciamiento de Teodoro Petkoff por la publicación de una caricatura en la que, presuntamente, se incurrió en delitos contemplados en la Ley Orgánica contra la Discriminación Racial, informó el diputado Modesto Ruiz.
La acción judicial también afectará al autor de la caricatura, Roberto Weil, y al coordinador de Política del diario, Xabier Coscojuela, pero no dudan en atribuirle la mayor responsabilidad a Petkoff, como director del medio impreso.
La caricatura, publicada el 16 de marzo, muestra a un hombre con boina, un niño y una niña, viendo salir agua muy turbia de un grifo en el que se encuentra posada una mosca. El personaje dice: «Basta de supremacía blanca, ahora tenemos aguas afrodescendientes».
-¿Somos un país afectado por racismo?
-El racismo, la discriminación racial, la xenofobia y el endoracismo son componentes de la sociedad venezolana que obedecen a razones históricas. Lo que estamos viendo hoy en los medios de comunicación social no es nuevo ni hechos aislados: siempre han sido racistas, xenofóbicos, discriminadores hacia dos sectores de la población: los pueblos indígenas y los afrodescendientes. Hace algunos años, también había una actitud contraria hacia los hermanos colombianos, ecuatorianos y peruanos, a quienes se tildaba de maleantes. Esa actitud de los medios, de antes y de ahora, es una postura política que está ligada a las relaciones de poder, al discurso histórico de dominación. Esto apenas comenzó a enfrentarse con la aprobación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, a partir de 1999, pero los medios de la derecha siguen adelante con ese mensaje político y nos corresponde a nosotros responder.
-Petkoff se ha tomado a chiste la respuesta y dice que eso de la afrodescendencia es un invento estadounidense. ¿Qué responde?
-La discusión de los términos negro, negra y afrodescendiente es de larga data. Primero que nada, negro y negra fue una imposición del colonizador portugués, cuando llegó a África a imponer la esclavitud, en el siglo XV. Luego, lo aplicaron los colonizadores en general en América. Su carga semántica, política, cultural es de negación, desconocimiento, invisibilización y descalificación de ese grupo de hombres y mujeres por su color de piel. En el devenir histórico el término se ha afianzado de una manera categóricamente negativa, peyorativa. Algunos quieren confundir con el eufemismo de que la gente se dice «negro» o «negra» por cariño, pero lo cierto es que la carga sociológica que tiene ese término en este país es negativa. Incluso, la Academia de la Lengua dice que uno de los sinónimos de negro es infeliz. Por ello, se ha reivindicado el término afrodescendiente y rechazamos que se pretenda hacerla también peyorativa, como cuando se la utiliza para referirse a aguas servidas. Nosotros no somos agua, no somos objetos, no somos mercancía, somos seres humanos y esa categoría nos dignifica. Es falso que esa sea una discusión importada. En 1943, Juan Pablo Sojo ya hablaba de afrodescendencia, igual que el antropólogo Miguel Acosta Saignes.
-¿Por qué la caricatura de Weil es racista?
-Porque reproduce ese viejo discurso de dominación, de desprecio, y también fascista porque pretende generar odio, desprecio hacia esta población.
-Usted, que es comunicador social, ¿cómo cree que se puede conciliar el derecho de la población afrodescendiente a ser respetada en su dignidad y el derecho de cualquier ciudadano a expresar libremente sus opiniones, en este caso, en forma de humor?
-El humor puede ser chistoso, profundo, agudo, satírico, pero no racista, xenofóbico, fascista y menos aún defender ideas colonialistas e imperialistas. No se trata de estar a favor o en contra del humor. Avalamos la caricatura, el periodismo en general; avalamos la literatura y respetamos la libertad de expresión y de prensa. La crítica es porque se usa un mensaje racista para una campaña conspirativa contra la Revolución. Quiere crear odio y generar miedo y tenemos derecho a responder a ese mensaje político.
-Voceros opositores dicen que esta denuncia pretende desviar el debate del tema central, que es la supuesta contaminación del agua.
-Sería una estupidez decir que el Guaire es un río cristalino, pero decir que el agua potable que consumen los venezolanos está contaminada es una denuncia muy seria que puede causar pánico, terror. Quien emite una información de ese tipo debe asumir la responsabilidad, tal como planteó la fiscal Luisa Ortega Díaz. Nosotros respaldamos la gestión de la fiscal.
-En Estados Unidos, cuando se publican caricaturas o mensajes de esta naturaleza, hay manifestaciones ante los medios. ¿Está planteado en este caso?
-No lo descartamos, pero más que una protesta de calle, creemos que lo más conveniente es que esto se dirima en el escenario judicial porque hay una Ley contra la Discriminación Racial que, en su artículo 37, penaliza estos actos con entre uno y tres años de privación de libertad y entre 200 y 600 horas de trabajo comunitario. Esta ley plantea como un agravante el agavillamiento, es decir, cuando las personas se encompinchan para enviar estos mensajes. En este caso, eso fue lo que pasó: hubo un caricaturista, un jefe de Redacción y un director. Mínimo, ese mensaje discriminatorio pasó por tres manos antes de salir a la luz. Vamos a querellarnos para que la justicia venezolana decida si hubo o no violación de esta ley.
_____________
¿Cuál gente blanca?
Cuando habla en público, Modesto Ruiz acostumbra mostrar una hoja de papel. «¿De qué color es esto?», interroga, y cuando le dicen que blanco, pregunta: «¿Hay alguien en el mundo que sea de este color?».
Es una de las maneras que ha encontrado este periodista de 50 años, natural de San José de Barlovento, para desmontar el enraizado discurso del racismo.
Presidente de la Subcomisión de Participación, Legislación, Derechos y Garantías de los Afrodescendientes de la Asamblea Nacional, habla con orgullo de sus ancestros y destaca la importancia que tuvo la resistencia afro en la lucha por la independencia de Venezuela. «Fueron más de 26 episodios de rebeldía conocidos, pero en verdad, la resistencia comenzó con el primer esclavo cazado como un animal, allá en África, y traído acá en contra de su voluntad», dice.
Ruiz subraya que ningún afrodescendiente debería estar con una oposición que niega su condición humana. «No son todos los de la oposición, pero sí hay manifestaciones abiertas, como las que se ven en los medios de la derecha», expresa. Sin embargo, comprende que haya afrodescendientes opositores, en razón del endoracismo, que «es la negación de tu propia condición humana, tratar de parecerte al modelo estereotipado que el modelo dominante impone -plantea-. Algo así como Michael Jackson, quien llegó al extremo de negar su cuerpo. No lo critico porque fue una víctima, pero es un ejemplo para que la gente se asuma».