Los precios del petróleo se encuentran tan inestables que mientras los analistas auguran diariamente nuevas alzas o bajas, la mayoría de los gobiernos del orbe dependientes del crudo, tiemblan ante la amenaza de que en algún momento llegue a costar más de 100 dólares el barril. Encuestas realizadas entre programadores indican un enorme rango de […]
Los precios del petróleo se encuentran tan inestables que mientras los analistas auguran diariamente nuevas alzas o bajas, la mayoría de los gobiernos del orbe dependientes del crudo, tiemblan ante la amenaza de que en algún momento llegue a costar más de 100 dólares el barril.
Encuestas realizadas entre programadores indican un enorme rango de diferencia que fluctúa entre 56 y 105 dólares por barril para el próximo año, sin incluir la incidencia de fenómenos naturales, déficit o guerra que alterarían aún más los precios.
Consultoras como Daiwa, EIU o agencias como Deutsche Bank y UBS pronostican un promedio de 54 a 56 dólares para el 2006 mientras el banco alemán HVB lo sitúa en 74 dólares el barril.
Otro importante banco accionista, el Goldman Sachs publicó una investigación donde expresa que los mercados del crudo ingresaron en un período de super alzas que podrían elevar los precios hasta 105 dólares.
Goldman Sachs, al igual que RSBC Securities, BNP Paribas Commodity Futures y Economics.com. fijan ya en el valor del crudo para 2006 en no menos de 56 dólares y lo achacan mayormente a la creciente demanda, especialmente en Estados Unidos y China.
Para atenuar la incertidumbre provocada en el mercado, la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP), en su última reunión efectuada en Viena acordó la extracción de 1 000 000 de barriles por día (BPD) por encima de los 30 millones que bombea.
Esa medida no aliviará la situación general pues la mayor parte de la capacidad extra es crudo pesado de alto sulfuro que resulta difícil vender porque muchas refinerías no poseen las unidades de alta tecnología requeridas para transformarlo en gasolina y combustible para calefacción.
Los economistas y estudiosos, aseguran que en términos reales el crudo no ha llegado a los niveles de 1980 y por tanto no es muy alarmante la situación.
Calculan que después de la postguerra (1946-1972) se mantuvo a tres dólares por barril lo que equivaldría a 20 dólares en 2005. Tras las guerras árabe-israelíes (1973-74) y la de Irán contra Iraq, subió en 1980 a 38 dólares, igual a 95 dólares reales. En esas ocasiones el alza se debió a recortes en el abastecimiento.
Los actuales incrementos en el costo (estiman los 75 dólares en 2005 serían similar a 27,5 dólares en 1980) no han llegado a los momentos de las crisis pasada.
Como se comprenderá, eso análisis estan verdaderamente lejos de la realidad pues no consideran la inmensa desproporción ocurrida en el mundo entre los países desarrollados y los del Tercer Mundo que han sufrido a lo largo de los últimos 25 años una verdadera catástrofe en sus economías debido a las políticas neoliberales y el libre comercio impuestas por Estados Unidos la Unión Europea y los organismos financieros internacionales.
La mayoría de las naciones del mundo, las menos desarrolladas, han visto cómo su deuda externa aumenta cada día la cuay ya se ha hecho impagable e insoportable.
Muchos factores influyen en esa realidad como la apertura al capital privado con gran participación de compañías transnacionales que saquean sus economías; el desigual intercambio comercial al exportar los menos desarrollados materias primas a precios irrisorios mientras deben importar mercancías y equipos electrónicos mucho más caros; la disminución de la ayuda de las naciones ricas a las más pobres, entre otros.
Puede que como indican los analistas el precio del crudo no ha llegado a los niveles reales de 1980 para las naciones desarrolladas, pero para el Tercer Mundo esos aumentos desproporcionados auguran catástrofes irreparables para sus pueblos.
¿Con qué dinero pagarán Nicaragua, Guatemala, Sri Lanka, Gambia, Cabo Verde, Eritrea, Panamá, Cambodia, por citar algunos, el combustible que diariamente sube por cualquier contingencia, como guerras de invasión (la de Estados Unidos contra Iraq) o desastres naturales como los huracanes que han azotado el Golfo de México y las costas estadounidenses?
El Africa los elevados valores de la gasolina han están paralizando el transporte público con graves afectaciones en la economía. En Asia, Indonesia ha visto depreciarse su moneda, la rupia, al tener que gastar más divisas para subsidiar los combustibles. En Filipinas, por cada 10 dólares que ascienda el barril de crudo, el gobierno debe gastar 1 260 millones de dólares adicionales de sus reservas de divisas extranjeras
En Guatemala, el pescador Romualdo Linares asegura que tras una intensa jornada laboral de 12 y 14 horas, las capturas solo le dan para comprar un poco de pan y huevos para alimentar a su familia y para comprar 8 litros de gasolina que utilizará en su embarcación al siguiente día.
Por toda Centroamérica se han anunciado medidas de racionamiento en la electricidad y los apagones se extienden en ocasiones a más de 10 horas.
El mundo entero esta sufriendo una conmoción considerable debido al alza, con grave incidencia para las naciones pobres y por ninguna parte se observa que la tendencia este llegando a su fin.
Si el precio llega a situarse por encima de los 70 dólares las consecuencias serán adversas para las economías dependientes del combustible y si pasaran de los 100 dólares, la citación sería funesta y desastrosas para casi todo el mundo.