El Foro Global de la Sociedad Civil, evento paralelo realizado durante el encuentro de la MOP3 sobre el Protocolo de Cartagena y sobre la Bioseguridad y que se extenderá durante la COP8 – Convención sobre Diversidad Biológica (CDB) -, dio continuidad a sus actividades, ayer día 16, con disertaciones de Rui Valença, de la Federación […]
También participaron de las disertaciones Ana Flávia Rocha, de la Acción Brasileña de Nutrición y Derechos Humanos (Abrandh), Luiz Eduardo Cheidar, Secretario de Medio Ambiente del Estado de Paraná y Han Young Me, representante de Vía Campesina de Corea del Sur. El evento está promovido por el Foro Brasileño de ONGs y Movimientos Sociales para el Medio Ambiente y el Desarrollo (FBOMS) y por la Campaña por un Brasil Libre de Transgénicos.
La agricultura transgénica es totalitaria
El representante de la FASE comenzó cuestionando si de hecho había alguien dentro de los auditorios donde se desarrollan las negociaciones, realmente preocupado por la soberanía alimentaria. Según él, cerca de 60 observadores, que son parte de la delegación brasileña, están haciendo el lobby de las grandes empresas internacionales. «Itamaraty (Ministerio de Relaciones Exteriores) se está lavando las manos, los países vecinos ya se vendieron y si nosotros no nos unimos todavía más vamos a tener un mundo mucho más difícil, mucho peor del que tenemos ahora», declaró en tono pesimista, Jean Pierre.
Para él, la cuestión no es solamente los transgénicos, puesto que se habla actualmente de fecundación in vitro, clonación, el mundo está asistiendo a una nueva frontera de la ciencia que hace posible la creación de la vida. «Es una cosa absurda que un científico de laboratorio tome una semilla, introduzca un gen y produzca una ruptura en la historia de la humanidad; el científico artificializa la vida y llegará en breve a la invención de un nuevo ser humano, rompiendo con todo». Además de que, explicó, la agricultura transgénica es totalitaria, sigue la lógica de las grandes empresas, que «están por detrás de ese modelo de monocultura totalitaria, como la soja, que no soporta vecinos y está acabando con el campesinado», concluyó.
Derecho a la Vida
Para Ana Flávia, de Abrandh, tener una alimentación adecuada es un derecho humanitario básico, es un derecho a la vida, que está indivisiblemente ligado con la dignidad de la persona humana y que es indispensable para la realización de otros derechos. Esto comienza, explicó, «por la lucha contra el hambre, por la garantía del acceso diario a alimentos en cantidad y calidad suficientes, garantía de acceso a los recursos y medios para producir o adquirir alimentos seguros y saludables (libre de substancias adversas) y que posibiliten una alimentación de acuerdo con hábitos y prácticas alimentarias de su cultura, de su región o de su origen».
Entre las diversas violaciones de estos derechos humanos, Ana Flávia señaló el hambre, la desnutrición y la mala alimentación, que, según ella, son fenómenos sociales provocados por la falta de voluntad política y por la introducción inadecuada de recursos y de políticas públicas efectivas. «El derecho humano a una alimentación adecuada es inseparable de la justicia social, requiere la adopción de políticas económicas, ambientales y sociales tanto en el ámbito nacional como en el internacional para la erradicación de la pobreza y la realización de los derechos humanos de todas las personas.
La resolución de los problemas alimentarios pasa por la implementación de políticas públicas que respeten, protejan, promuevan y realicen el Derecho Humano a la Alimentación», enfatizó. Como forma de terminar con estas violaciones, Ana Flávia señaló la necesidad de que se cree una cultura de derechos humanos, para que el Estado pase a cumplir con todos los tratados internacionales que firmó en este sentido y que todos pasen realmente a conocer sus derechos y a exigirlos, comenzando por saber a quien deben dirigirse.
OMC
Los agricultores coreanos traban hace 20 años una lucha pertinaz contra la Organización Mundial de Comercio (OMC), que tiene interés en continuar introduciendo productos agrícolas en el mercado de Corea. Fue lo que declaró Han Young Me, representante de Vía Campesina en su país. Según ella, más de mil agricultores coreanos comparecieron a Hong Kong en diciembre último, durante las negociaciones de la OMC, para reivindicar el cierre del comercio del arroz para su país, pero no consiguieron el resultado esperado. «Lo que nosotros los agricultores coreanos queremos es poder producir productos saludables, para nosotros y para nuestros hijos, por eso estamos luchando contra las empresas transnacionales, peleando para proteger el agua, los recursos naturales y las futuras generaciones», aseguró.
Último día de la MOP3
Hoy, día 17, será concluida la MOP, donde la gran decisión sobre el rotulado de los productos que contienen Organismos Vivos Genéticamente Modificados debe ser tomada. El Foro Global de la sociedad Civil realizó otro encuentro para hablar sobre «La privatización de los recursos genéticos y la agricultura campesina» y una evaluación de la MOP3 por el FBOMS y por la Campaña por un Brasil Libre de Transgénicos.
Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]