Se inicia la próxima semana, entre los días 13 y 17 de marzo, el 2° Encuentro Nacional del Movimiento de Damnificados por Represas (MAB: por sus siglas en portugués), en Curitiba, Estado de Paraná. Más de 1.300 militantes de los 14 estados en que el MAB está articulado estarán reunidos para realizar un intercambio de […]
Se inicia la próxima semana, entre los días 13 y 17 de marzo, el 2° Encuentro Nacional del Movimiento de Damnificados por Represas (MAB: por sus siglas en portugués), en Curitiba, Estado de Paraná. Más de 1.300 militantes de los 14 estados en que el MAB está articulado estarán reunidos para realizar un intercambio de experiencias, discusiones y deliberaciones. Con el tema generador «Agua y energía para la soberanía del pueblo brasileño», los dirigentes quieren fortalecer la idea, internamente y hacia la sociedad en general, de que el agua y la energía son bienes que deben ser públicos y estar al servicio de la población.
El MAB informa que entre los disertantes están João Pedro Stédile, del MST (Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra) y Frei Sérgio Gorgën, asesor de Vía Campesina. Ellos realizarán un análisis de coyuntura política y agraria en Brasil. Constan también en la programación temas como agua, energía y políticas gubernamentales para los damnificados por represas. Además de representantes de países de América Latina, que contarán sus experiencias de organización, estará presente la hindú Gitaniali Ghauhan, coordinadora de Narmada Bachoo Andolan, principal organización hindú de lucha contra las represas.
Para Eduardo Zen, coordinador del MAB, «el problema de las represas es extremamente grave para las poblaciones ribereñas. El Encuentro Nacional representa un momento de consolidación y fortalecimiento del movimiento a nivel nacional». Según él, el MAB existe hace 15 años y es reconocido internacionalmente como el interlocutor de las poblaciones damnificadas por el sector eléctrico.
El MAB es un movimiento social que hace 15 años organiza damnificados por represas en todo el país. Según Don Luciano Mendes de Almeida, arzobispo de la diócesis de Mariana, cada represa anunciada causa preocupación y tristeza a innumerables familias, cuya vida pierde sus raíces y deberá recomenzar en otro lugar. «Se proyecta un beneficio energético, pero no siempre hay un equilibrio entre los frutos esperados de progreso, los acuerdos realizados y los sufrimientos y desgaste de los damnificados», dice él.
Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]