Al menos 76 indios fueron asesinados en Brasil en 2007 en enfrentamientos por la posesión de tierra con latifundistas y por la situación de ‘hacinamiento’ de algunos de ellos, informó hoy una asociación indigenista.
Esta cifra supuso un aumento del 58 por ciento con respecto a 2006, cuando 48 indígenas murieron de forma violenta en el país, según datos del Consejo Indígena Misionario (Cimi), una organización ligada a la Iglesia católica que lucha por los derechos de estos pueblos.
La gran mayoría de asesinatos se produjo en el estado de Mato Grosso do Sul, vecino a Paraguay y Bolivia, en el que perdieron la vida 48 indígenas, en lo que el Cimi calificó de un ‘genocidio’.
Según esta organización la principal causa para el aumento de la violencia fue el ‘confinamiento al que son sometidos’ los indígenas del estado.
En la localidad de Dourados, vecina a la frontera paraguaya de Pedro Juan Caballero, se contabilizaron doce asesinatos en el año pasado.
La reserva vecina a esta ciudad está habitada por 12.000 personas, de tres etnias diferentes, que comparten un espacio de 3.500 hectáreas.
Mato Grosso do Sul es el estado en el que se concentra una mayor población de indios de la etnia guaraní, con cerca de 60.000 individuos, que disponen de 44.000 hectáreas de terreno protegido y reservado para ellos.
El estado es también una de las regiones con mayores extensiones agrícolas del país, por lo que los conflictos por los derechos sobre la tierra se recrudecen periódicamente.
Según el Cimi los asesinatos de indígenas a manos de grandes hacendados ‘permanecieron’ en 2007, en especial en tentativas de ocupación de tierras de latifundistas, que los indígenas reclaman como propias.
El Cimi aseguró que el próximo abril, coincidiendo con el mes de reivindicación de los derechos indígenas, publicarán un informe con datos sobre las violaciones de los derechos de estas comunidades en 2006 y 2007.
‘El informe traerá números sobre amenazas, tentativas de asesinatos, muertes por privación de asistencia, como suicidios o falta de atención médica, invasiones de tierras, entre otros’, relató el comunicado.