Traducción del francés Susana Merino
Los bajos salarios aumentan considerablemente en Alemania. Más de una persona jubilada de cada cinco vivirá bajo el umbral de pobreza en los próximos 20 años.
A pesar de que la pobreza aumenta entre las personas ancianas, Alemania no ha encarado nunca una reforma a fondo de su sistema jubilaciones por reparto. A medida que pasan los años también aumenta la cantidad de personas jubiladas que viven en la precariedad. Según el último informe del Instituto de Coyuntura de Berlín (DIW, por sus siglas en alemán), dentro de veinte años más de una persona jubilada cada cinco (21,6 %) vivirá bajo el umbral de pobreza, frente al 16% actual.
Estas cifras resultan tanto más alarmantes cuanto que se calculan con la hipótesis de que la economía seguirá evolucionando «positivamente». «No se ha solucionado el problema de fondo», comprueba Johannes Geyer, autor del estudio. «Los ajustes, como una mayor consideración de las licencias por maternidad o la jubilación a los 63 años a partir de 45 años de cotización, no aportan nada significativo al fondo de la cuestión. No son más que reformas cosméticas», prosigue el experto del DIW.
Rebuscar para sobrevivir
«Las personas jubiladas se dedican actualmente a rebuscar botellas retornables para poder llegar a fin de mes. Ya no sienten vergüenza», se lamenta Sabine Werth, directora del comedor popular en Berlin. «El desarrollo del sector de salarios reducidos decidido por el gobierno socialdemócrata de Gerard Schröder (ndr: de la década de 2000) fue una catástrofe. Cada vez acuden aquí más personas jubiladas», insiste la voluntaria.
Según el DIW, en Alemania hay 6,5 millones de contratos de «minijob» que permiten una exención parcial de las contribuciones a la seguridad social. El problema es que 4,5 millones de este tipo de contratos se consideran empleos principales y no, como pretendía la idea inicial, un trabajo de apoyo. «Todas esas personas estarán en una situación de precariedad cuando se jubilen», advierte Sabine Werth.
«Las personas jubiladas de hoy en día también se hallan en una situación completamente diferente a la de sus mayores ya que no han acumulado tantos trimestres -o puntos- debido a la transformación del mercado de trabajo. También tiene más períodos de ruptura (paro, formación, etc.) y han cotizado menos», agrega Johannes Geyer.
La gran coalición de Angela Merker, una alianza entre conservadores (CSU/CDU) y socialdemócratas (SPD) intentó realizar una reforma de las pensiones para anticiparse a esta pobreza masiva. El objetivo es la estabilización de ahora a 2045 del nivel de las jubilaciones a un 46 % de los ingresos netos (actualmente es del 48 %) y la financiación de los déficits por impuestos (4.5000 millones de euros a partir del 2030 y 8.000 millones en el 2040). La edad legal de la jubilación pasará progresivamente de 65 a 67 años. Esta reforma prevé igualmente cotizaciones de jubilación obligatorias para los trabajadores independientes.
En 2018 cien personas en activo en Alemania financiaban la jubilación de 31 personas de más de 67 años. Con la llegada de los «baby boomers» (pico de la natalidad de finales de la década de 1960) en 2038 será dos personas activas por una jubilada (100 por 47).
Cotizacionesdemasiado bajas
La introducción en 2015 de un salario mínimo (8 euros por hora) no ha solucionado el problema. Las cotizaciones siguen siendo demasiado bajas. «Habría que pagar al menos 14 euros la hora. Una tercera parte de la población activa está por debajo de ese baremo», señala Ulrich Schneider, presidente de la Unión de Asociaciones de Caridad de Alemania.
Para frenar los efectos perversos de este sistema el gobierno está preparando un proyecto de ley sobre una jubilación mínima para quienes hayan cotizado por lo menos treinta y cinco años. «Pero concernirá sobre todo a la clase media. No posibilitará luchar contra la pobreza. Quienes que no hayan cotizado ese periodo de tiempo seguirán dependiendo de la ayuda social, que es muy reducida, lo mismo que las personas paradas de larga duración, las personas trabajadoras independientes que no están obligados a cotizar y las extranjeros que hayan llegado tarde al país», prosigue el experto.
El fenómeno será mayor cuando lleguen a la edad de jubilarse las personas paradas de larga duración de Alemania de Este que no encontraron trabajo después de la reunificación. «Ningún otro sector de la población se halla tan concernido por la precarización», estima Ulrich Schneider. «Con ellos la pobreza de las personas jubiladas va a explotar en los próximos veinte años», agrega. El informe del DIWL llega a la misma conclusión.
Fuente: https://m.tdg.ch/articles/15752170
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión.org como fuente de la traducción.