Recomiendo:
0

Entrevista a la presidente del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Consea-CE) de Ceará, Helena Selma Azevedo

Alimentos y el hambre

Fuentes: Adital

Entre el 3 y el 5 de junio, se realizará la Conferencia de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria Mundial y los Desafíos de los Cambios Climáticos y de la Bioenergía, de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El evento que va a tener lugar en Roma, Italia, reunirá […]

Entre el 3 y el 5 de junio, se realizará la Conferencia de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria Mundial y los Desafíos de los Cambios Climáticos y de la Bioenergía, de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El evento que va a tener lugar en Roma, Italia, reunirá a Jefes de Estado y de Gobierno, con el objetivo de trazar una estrategia para la seguridad alimentaria mundial de los próximos años.

En entrevista con Adital, la presidente del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Consea-CE) de Ceará, Helena Selma Azevedo, habla sobre la paradoja entre la capacidad de producción de alimentos y las miles de personas que mueren o tienen su desarrollo perjudicado a causa de la carencia de nutrientes. Conflicto que se siente incluso en un gobierno en el que la erradicación del hambre fue una de las grandes metas durante el período de campaña.

Adital – ¿Cuál es su expectativa en relación con la Conferencia de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria Mundial?

Helena Selma Azevedo – Es más un deseo que una expectativa. Que sean establecidos principios para la producción y comercialización de alimentos teniendo como directriz la garantía de la Soberanía Alimentaria de los Pueblos y Naciones. Deseo por encima de todo, que no sucumba a la presión de las grandes corporaciones hacia otra revolución verde, con los Organismos Genéticamente Modificados (OGMs) como una salida para la actual crisis de alimentos.

Adital – ¿Cuáles son los desafíos para promover la seguridad alimentaria en la actualidad, ante los cambios climáticos, la escasez y la consecuente alza mundial de los precios de los alimentos?

Helena Selma Azevedo – Las cuestiones referentes a la Seguridad Alimentaria y Nutricional siempre son muy complejas, porque son sistémicas y las variables que intervienen están bastante entrelazadas. Por lo tanto, las explicaciones y propuestas presentadas en este corto espacio serán incompletas. Varias causas están siendo señaladas como las que producen la actual crisis mundial de alimentos con fuerte impacto en los países pobres, pero todas ellas son resultantes del hecho de que los alimentos son tratados como meras mercaderías y de que la actual sociedad de consumo ha olvidado que nuestro cuerpo está compuesto por los alimentos que ingerimos, nuestra salud depende de la cantidad y calidad de lo que comemos. Este pensamiento refuerza otras causas que están relacionadas con el modelo de producción y distribución de las riquezas que históricamente viene provocando enormes desigualdades entre los países, concentrando riquezas de un lado y pobreza del otro.

Las guerras y los conflictos étnicos son otra causa de la degradación de los medios de producción de alimentos y la consecuente intensificación del hambre. Las causas inmediatas son los ajustes estructurales impuestos por el FMI (Fondo Monetario Internacional), que retiraron de los países pobres la capacidad de producir sus propios alimentos; el alza del precio del petróleo que incide sobre sus derivados utilizados en el proceso de producción y transporte de alimentos; el uso del maíz para combustible; la especulación del precio con una «financierización» de los alimentos; simultaneidad de varias catástrofes ambientales y aumento de la demanda de alimentos. La solución a corto plazo es implementar medidas que contengan la especulación de los alimentos. En el caso de Brasil, que se regule la comercialización de los alimentos en stock priorizando la Seguridad Alimentaria antes que el lucro de la exportación. Brasil no tiene crisis de producción de alimentos, sino lo contrario, es productor de alimentos. El único alimento que no produce en cantidad suficiente para el consumo interno es el trigo y parte de maíz que es usado como ración animal. Nuestro gran problema es el acceso a los alimentos por parte de las poblaciones pobres, que no disponen de poder de compra, y el empobrecimiento de los pueblos del campo. Las soluciones a mediano y largo plazo son: realizar una reforma agraria con tierra, agua, conocimiento e inversiones; intensificar el apoyo a la agricultura familiar campesina; estimular la agroecología y la economía solidaria; reducir el desperdicio de alimentos en la producción, comercialización, transporte y consumo, y en especial, promover la equidad de territorio, clase, género, etnia, raza, generación y orientación sexual, pues las diferencias existentes son utilizadas para justificar todas las desigualdades que generan pobreza e inseguridad alimentaria. Sin esas medidas podremos correr el riesgo de exportar alimentos mientras una gran parte de nuestra población pasa hambre, con campos desiertos de gente que está amontonada en el cinturón de pobreza de las grandes, medianas y pequeñas ciudades.

Adital – La preocupación por la seguridad alimentaria alcanzó status de política gubernamental en el gobierno de Lula a través del Consea. Pero, en los últimos meses, Brasil viene recibiendo críticas de otros países a causa del incentivo del etanol, que quitaría tierras por estar destinadas a producir alimentos para combustibles. En su opinión, ¿habría aquí un conflicto de políticas?

Helena Selma Azevedo – El gobierno de Lula es un gobierno que está marcado por la disputa, un gran ejemplo de esto es la existencia simultánea del Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento y el Ministerio de Desarrollo Agrario. Otro ejemplo es la reciente renuncia de Marina Silva y su presencia en la toma de posesión de su sucesor en el Ministerio de Medio Ambiente. Podemos computar muchas conquistas y derrotas en relación con las políticas de SAN (Seguridad Alimentaria y Nutricional). Esta misma disputa se refleja en las decisiones relacionadas con los agrocombustibles, envuelta en una gran tensión entre los que defienden la ampliación indiscriminada y otra, con la que comulgamos, que defiende una reglamentación que garantice como prioridad la Seguridad y Soberanía Alimentaria, de tal forma que no haya sustitución de las áreas de producción de alimentos. El problema en la tendencia actual de la producción de agrocombustibles es la expansión de áreas de cultivo de alimentos como el maíz y el poroto, en grandes extensiones de tierra, en la forma de monocultivo que degrada el ambiente, expulsa a las comunidades tradicionales del campo y explota la fuerza de trabajo. Será, sin embargo, una buena alternativa energética si su práctica viniera combinada con la policultura de la agricultura familiar campesina.

Las notas sobre Economía Solidaria son producidas con el apoyo del Banco del Nordeste de Brasil.

Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]