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Países pobres firmando TLC con poderosos

¡Alto, no sean imbéciles!

Fuentes: Rebelión

«Ideas erradas florecen porque favorecen los intereses de grupos poderosos». Paul Krugman. Si me proponen pelear con Mike Tyson, me negaré con la mayor contundencia. Sin embargo, después del rotundo fracaso del ALCA, EE UU bien se encargó de plantear TLC personalizados y muchos pobrecitos aceptan. Los que vivimos algunos años sabemos que es bastante […]

«Ideas erradas florecen porque favorecen los intereses de grupos poderosos».

Paul Krugman.

Si me proponen pelear con Mike Tyson, me negaré con la mayor contundencia. Sin embargo, después del rotundo fracaso del ALCA, EE UU bien se encargó de plantear TLC personalizados y muchos pobrecitos aceptan. Los que vivimos algunos años sabemos que es bastante fácil dejarse seducir, lo difícil es zafar de las consecuencias.

La debilidad del que se cree omnipotente es que no se cuida. Ese es su talón de Aquiles. Los gobiernos seducidos, hoy me enteré que uno de ellos es el de Uruguay, no reaccionan en primer momento y se contradicen pidiendo medidas para compensar las asimetrías, por ejemplo en el MERCOSUR [1], pero entregan a su país sin condiciones para que Mike Tyson (los EE UU) los devore. El ser humano es realmente muy vulnerable pero su pueblo no es estúpido y reacciona.

Veamos pues el tema del Libre Comercio. Como bien lo planteó hace unos años Hazel Henderson [2], la economía no es una ciencia, es la política disfrazada. A la economía la vistieron de matemática pero siguió siendo lo mismo, política disfrazada. Tuve el privilegio de estudiar Economía Matemática en la Universidad de Louvain (Bélgica), que en es época -hablo de los años ’70-, era uno de los centros más reconocidos en el tema. Mis jóvenes neuronas de esos años me alertaron y descubrí que todo era una gran farsa. Cambiando las hipótesis yo podía demostrar cualquier cosa, incluso proposiciones contradictorias. Como casi nadie entiende, todo pasa, como pasó con las teorías del actual residente en el infierno Don Milton Friedman. Artífice junto con su maestro von Hayek (El Camino de la Servidumbre, 1944; una de las obras más destructivas para la humanidad, que quedó vegetando unos años, pero que fue reflotada en los ’70 por: Pinochet, Thacher y Reagan) del descalabro mundial que provocó el neoliberalismo. Dios-Mercado, Mano Mágica, ¡Disparate mayor!

En realidad la economía es la política disfrazada, no pontifico, solo que no es como la ley de gravedad que se aplica a todos, la economía que se estudia en los países desarrollados (explotadores de los países pobres), estudia lo que es conveniente para esos países. El insensato que lo aplique en otro medio morderá el polvo junto con su pueblo (si no pregúntenle a los mexicanos cómo les fue con el NAFTA).

Busqué mucho y al final encontré una analogía bastante buena: sacar las categorías en el box [3]. Al poco tiempo el mejor peso pesado dominará a todos. La analogía es buena pero no perfecta. En economía el que gana no solo se lleva el premio, también se hace más poderoso, se apropia del mercado de los perdedores.

Debo reconocer que mis descubrimientos no fueron originales, aunque sinceramente nacieron en mi mente quizás en paralelo con otras mentes. Buscando en Internet encontré muchos estudios en el mismo sentido. Nombré ya a Hazel Henderson que fue mi primera compañera, pero también encontré otros que nombro en orden cronológico: «Estudiantes franceses contra la manipulación seudocientífica» [4], Bernard Marais [5], Autistas en economía (en francés) [6].

El libre comercio es una de las trampas para sacar ventajas porque uno es más poderoso. Recordemos que todo nació con Adam Smith (La Riqueza de las Naciones), en un ataque furibundo al mercantilismo en boga, que sin dudar de la probidad moral, era súbdito británico y hoy sabemos que el inconsciente toma las riendas de nuestra mente la mayor parte de nuestro tiempo en vigilia. ¿Como no plantear la ley de la selva si el Reino Unido era el león?

También el gran promotor del Comercio Internacional, David Ricardo era súbdito británico, y en esa época el Reino Unido era como son los EE UU hoy. David Ricardo desarrolló la teoría de las Ventajas Comparativas. Pese a que se sigue enseñando (incluyendo al Krugman del epígrafe) hoy con algunos adornos adicionales, la teoría de David Ricardo es falsa.

Comencemos con Adam Smith y sus seguidores. Todas sus prescripciones se basan en la Competencia Perfecta. Pero sabemos que la realidad en nada se parece a la competencia perfecta. ¡Todo lo contrario! En la práctica nos encontramos con: Monopolios y monopsonios; oligopolios y oligopsonios; todos lejos están de la competencia perfecta en la que ningún agente, sea parte de la demanda o parte de la oferta, puede afectar ni los precios ni las cantidades en equilibrio.

Para entender la teoría de David Ricardo basta hacer un cuadro con dos filas y dos columnas (en la fig. 1 tenemos dos tablas la (a) y la (b)que usaremos para el análisis de los csos posibles). Coloque números diferentes en las distintas celdas. Consideramos que tenemos dos países A y B, que producen ambos dos productos con igual calidad y diseño. La primera fila muestra los costos del producto 1 y la segunda los del producto 2. A la izquierda de la tabla colocamos la relación entre los costos de B con los de A. A la derecha hacemos lo propio con los costos de A con los de B. Esos valores son las ventajas comparativas. El 4 de la primera fila primera columna del cuadro (a) fig.1, significa que el país A tiene un costo del producto 1, que es 4 veces menor que el del país B.

A

B

4

2

8

0,25

0,25

4

1

4

(a)

4

2

8

0,25

2

3

6

0,5

(b)

Fig. 1

Los números en cada casillero son los costos CIF de cada unidad ya colocada en el otro país (costos que incluyen flete y seguros). Pueden presentarse dos casos. En la primera tabla, la (a), tenemos que el país A tiene el costo del primer producto menor que el de B y el país B tiene el del segundo producto con menor costo que el de A. En ese caso se dice que las ventajas absolutas (menores costos) coinciden con las comparativas. Al país A le conviene producir el primer producto y a B el segundo. Si se abren las fronteras A arrasará con el primer producto y B con el segundo, es razonable. Notar que para esta conclusión podemos prescindir de las ventajas comparativas, bastan las ventajas absolutas. La Teoría de las Ventajas Comparativas no aporta nada original en el caso de que cada país tenga un producto con ventajas absolutas.

Pero ahora veamos la segunda tabla, la (b). Allí la cosa se pone difícil, A tiene ventajas absolutas en los dos productos. Teniendo en cuenta que los recursos no son infinitos Ricardo hace unos manejos algebraicos correctos y demuestra que a A le conviene fabricar el primer producto (tiene la mayor ventaja comparativa) y a B el segundo (tiene la mayor ventaja comparativa entre sus productos -notar que compara 0,5 con 0,25). Parece extraño pero el manejo algebraico de Ricardo es correcto para unos precios dados que no incluimos para no complicar las cosas. Pero ¿Usted piensa que las empresas del país A se resignarán a dejar de producir y vender el segundo producto? ¿Por qué? ¡Porque es conveniente a su país! ¡No haga bromas! ¡A le zampará el segundo producto porque es más barato y listo! Y si no le alcanzan los recursos sacará préstamos y si no le alcanza el personal tomará de la pandilla de desocupados que todas las mañanas golpean sus puertas.

Evidentemente hay casos triviales en los que la Teoría de las Ventajas Comparativas funcionará. Pero se trata de casos en lo que no cuesta nada pasar de un producto a otro, como por ejemplo la siembra de diferentes especies en un campo. Pero tomamos el ejemplo clásico de David Ricardo: telas y vino. ¿Usted puede imaginarse la conversión de un telar en un trapiche y viceversa?

Es claro que es más fácil criticar que crear. Mal que mal -ustedes dirán-, el mundo funciona. ¡Exactamente! El mundo funciona mal, no mal sino pésimamente y cada vez peor si seguimos en el mismo camino (hoy, hasta Davos se está asustando).

¿Hay alternativas? Sí, por supuesto, y varias, pero para no entrar en especulaciones citemos sólo una histórica como hoy se llama a lo que ocurre u ocurrió realmente, el ALBA [8]. En el ALBA los países se aman no se odian. Kart Polanyi [7] en sus estudios de antropología económica mostró que en el ser humano la competencia era «contra natura» que en los pueblos «primitivos(¿?)» o vivían todos o morían todos de hambre. La Alternativa Bolivariana de las Américas hoy integrada por Venezuela, Cuba, Bolivia y Nicaragua busca la complementación no la competencia. Mirando con esos ojos hasta la UE da lástima. Las bases son firmes: la planificación económica del Comercio Internacional, la concertación, la complementación, la solidaridad son las herramientas adecuadas. La racionalidad humanizada, no el disparate llamado mercado.

Notas.

[1] Entrevista a James Petras.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=45304

[2] Creating alternative futures. Kumarian Press. 1996.

[3] G. F. Parodi. El ALCA y las categorías en el box.

http://www.rebelion.org/economia/040105parodi.htm

[4] http://www.nettime.org/Lists-Archives/nettime-lat-0012/msg00044.html

[5] Bernard Maris. 2001. Carta Abierta a los Gurúes de la Economía que nos Toman por Imbéciles. Granica. Barcelona.

[6] http://www.autisme-economie.org/

[7] Polanyi, Karl. Nuestra Obsoleta Mentalidad de Mercado.

http://www.red-vertice.com/fep/textos/Teoria4.pdf

[8] Portal ALBA.

http://www.alternativabolivariana.org/index.php

Guillermo F. Parodi es escritor, profesor universitario, miembro del Observatorio Internacional de la Deuda y de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala (www.tlaxcala.es), la red de traductores por la diversidad lingüística.