Ante la campaña de intimidaciones, con amenazas de muerte, que estoy sufriendo en São Francisco do Guaporé, aquí en Rondônia, pienso que es mejor publicar lo que está pasando en este blog. Quiero registrar las amenazas que estamos sufriendo el líder indígena Tanadí Miquelem y yo mismo. El motivo de estas amenazas: la propuesta de […]
Ante la campaña de intimidaciones, con amenazas de muerte, que estoy sufriendo en São Francisco do Guaporé, aquí en Rondônia, pienso que es mejor publicar lo que está pasando en este blog. Quiero registrar las amenazas que estamos sufriendo el líder indígena Tanadí Miquelem y yo mismo. El motivo de estas amenazas: la propuesta de demarcación de las tierras indígenas del pueblo miquelem.
Como ya lo he contado en anteriores escritos en este mismo blog, los miquelenos son uno de los llamados pueblos indígenas resurgidos, que parecían haber desaparecido del mapa. Con ayuda del CIMI (la Comisión Pastoral Indigenista) los miquelenos dispersos por Rondônia empezaron a reencontrarse después del 2000, realizando diversas asambleas en Porto Murtinho, municipio de São Francisco. En una de estas asambleas vino a su tierra de origen por última vez Marcilino, el último indígena que todavía hablaba la lengua miquelén. Los miquelenos fundaran una asociación, y con ayuda de la Sexta Cámara del Ministerio Público Federal Brasileño (sección de la Fiscalía Pública que defiende los derechos de las minorías étnicas), reivindicaron su reconocimiento oficial como indígenas legítimos. Hoy tienen su carnet de identidad indígena y escuela diferenciada. También reivindicaban su territorio, especialmente los que habían sido expulsados en 1984 de una localidad llamada el Limoeiro, en 1984, después que allí se crease la Reserva Indígena dl Guaporé. Un primer estudio, realizado a instancias del Mninisterio Público, siguiendo las indicaciones de los indígenas más ancianos, indicó como posible territorio indígena, no solamente el área del Limoeiro, sino también Porto Murtinho y Prainha, esta última ocupada por grandes haciendas de ganado. También se habló de antiguos castañales en una áerea ocupada por pequeños agricultores. Como podría esperarse, este estudio provocó una violenta reacción de todos los afectados, que podrían perder sus tierras.
En 2005, la asamblea anual de los miquelenos fue invadida por un grupo furioso de agricultores, con el alcalde de São Francisco, Sr. Abraan Paulino al frente. La reunión de los miquelenos solamente pudo empezar después que llegó protección policial requerida por la fiscalía.
En aquella época los agentes de pastoral de la parroquia ya buscamos ayuda de la CPT (la Comisión Pastoral de la Tierra) para defender los legítimos intereses de los pequeños agricultores, pues ninguno había invadido de mala fe los territorios indígenas, y sorprendidos descubrían que su tierra podía convertirse en reserva indígena. El doctor Ernandes Segismundo, que en la época era asesor jurídico de la CPT de Rondônia vino a São Francisco y afirmó que por el momento no había necesidad de abogados. Actualmente, la defensa de los legítimos derechos de ocupación de los pequeños agricultores sigue siendo defendida por el Plano Trienal de la CPT de Rondônia.
Ha pasado el tiempo, pero el Gobierno todavía no ha creado el Grupo de Trabalho oficial, constituido oficialmente, que debe determinar los límites del territorio indígena. Solamente fue contratada una antropóloga por la FUNAI (Fundación Oficial del Gobierno para la Defensa de los Derechos Indígenas), que realizó un estudio preliminar per que todavía no ha sido difundido.
Esto no ha impedido que este año de 2009 la situación se haya calentado de nuevo, después de que viniera Francisco Marinho, Procurador de la República de Porto Velho, quien está al cargo del proyecto. Los miquelenos le llamaron en octubre de 2008 para que fuera a Porto Murtinho y el procurador vino a principios de febrero, momento en que informó a los hacendados y colonos de la situación. Intentó cambiar los ánimos de los afectados pero el efecto fue el contrario. Marinho apuntó la posibilidad que los afectados recibieran una indemnización por sus posesiones, lo cual confirmo la posibilidad de perder sus tierras y provocó el pánico entre los presentes.
Además, este año el Supremo Tribunal Federal (la suprema instancia judicial del Brasil) dictó sentencia en el estado de Roraima a favor de un grupo de indígenas, en la llamada Reserva Indígena Raposa Serra do Sol, y mandó desocupar un grupo de plantadores de arroz que estaba en el lugar. Esta sentencia ha hecho aumentar los temores y la preocupación de los agricultores.
Muchos de los hacendados y colonos acusan al CIMI y a la iglesia de generar esta situación, y, en particular a mi mismo. La hermana Thereza Canossa, que estuvo en la reunión, explicó que la iglesia siempre defiende la permanencia de los campesinos en la tierra y fue aplaudida. En una reunión posterior, donde ninguno de nosotros fuimos invitados, el nuevo alcalde, el señor Jairo, llevó al senador de Rondônia, Expedito Júnior, y a otros políticos a manifestarse en contra de «esta idea diabólica» y caldeó aún más los ánimos.
Después, los escritos en este blog hablando de los miquelenos recibieron calumniosos comentarios en portugués, hechos de aquí mismo, y fueron difundidos en la ciudad, reforzando la acusación de que yo soy el responsable de la propuesta de creación de esta área indígena. A través de diversas personas me han llegado ‘avisos’ de que hay gente comentando en público que «si perdemos las tierras, el padre Zezinho va para la tumba», o «que me iría a reunir con el padre Ezequiel» (misionero comboniano mártir, asesinado en 1985 en Rondônia), o que «ya es la hora del padre Zezinho para morir». También está sufriendo amenazas Tanadi Miquelem, líder de los indígenas, que actualmente también vive en São Francisco del Guaporé, a pesar de que defiende apenas el retorno al Limoeiro, y jura para todos que no quiere como territorio las tierras ocupadas por hacenderos y colonos.
http://elperiodico.com/blogs/mapamundi/blogs/blogrondonia/archive/2009/04/07/amenazas.aspx