La economía de América Latina y el Caribe creció un 5,5% en 2004, superando los pronósticos más optimistas. Así, el PIB per cápita de la región se incrementó alrededor del 4% y para el próximo año se prevé un crecimiento del PIB de alrededor del 4%, lo que permitiría una nueva recuperación del PIB por […]
La economía de América Latina y el Caribe creció un 5,5% en 2004, superando los pronósticos más optimistas. Así, el PIB per cápita de la región se incrementó alrededor del 4% y para el próximo año se prevé un crecimiento del PIB de alrededor del 4%, lo que permitiría una nueva recuperación del PIB por habitante, según datos del Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2004 , presentado hoy por la CEPAL .
Salvo Haití, todos los países tuvieron tasas positivas de crecimiento. Es la segunda vez en los últimos veinte años que las seis economías más grandes de la región (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Venezuela) crecerán simultáneamente más de un 3%, lo que ocurrió en 1997 y ahora.
El informe revela que algunas economías se encuentran en intensos procesos de recuperación, tras atravesar profundas crisis. Es el caso de Venezuela, que crecerá un 18%, y Uruguay con un 12%. Argentina (8,2%), Brasil (5,2%), Chile (5,8%), Ecuador (6,3%) y Panamá (6%) presentan tasas de crecimiento por encima del 5%.
El buen desempeño de la economía regional se vincula a la economía internacional. En el 2004, la actividad económica mundial se aceleró y se estima que el PIB global crecerá algo menos del 4% (frente al 2,6% del 2003), y que el crecimiento del comercio mundial superará el 9% (frente al 5,5% del 2003). Estados Unidos y China son los motores de esta expansión que incidió en el aumento de los precios de los productos básicos que benefició a varios países, en especial en América del Sur, pero perjudicó a las economías deficitarias en materias primas de Centroamérica y el Caribe.
El informe de CEPAL señala que la positiva evolución del entorno internacional fue decisiva en el proceso de recomposición de los términos del intercambio, indicador que ya había mostrado una mejoría de 1,3% el año pasado. En 2004 los términos del intercambio de la región aumentaron un 5,6%, como resultado de un aumento de los precios de los productos exportados del 10,5% y un aumento mucho menor de los precios de los productos importados, que subieron un 4,7%. La evolución de los precios de los productos básicos, y en especial del petróleo y los metales fue determinante en este resultado. El aumento del precio del petróleo explica poco más de la mitad de la ganancia en los términos del intercambio regionales este año.
Características de la recuperación
La CEPAL destaca dos rasgos distintivos del actual proceso de recuperación. Este es el segundo año consecutivo en que el crecimiento del PIB es acompañado por un saldo positivo de la cuenta corriente del balance de pagos, ambos crecientes. En el pasado, los episodios de crecimiento se caracterizaban por un deterioro progresivo de la cuenta corriente con saldos deficitarios del comercio. Inversamente, los saldos positivos en la cuenta corriente respondían a una contracción de las importaciones derivada de un escaso dinamismo de la demanda doméstica.
Una segunda característica es que el incremento del producto se da en un contexto de salida de capitales que implicó una fuerte disminución del flujo neto de capitales a la región respecto del año anterior. Nunca antes caídas de tal magnitud estuvieron asociadas con un aumento de la tasa de crecimiento. Estos movimientos se dieron en el contexto de una disminución de las primas de riesgo soberano y la salida neta de capitales coincidió con un incremento en la demanda de activos financieros de la región.
El comercio de la región tuvo un excelente desempeño. Las exportaciones se expandieron un 22,4% (10,8% los volúmenes y 10,5% los precios) y las importaciones crecieron un 19,8% (14,4% los volúmenes y 4,7% los precios). Por tercer año consecutivo se logró un saldo positivo en la balanza de bienes, que se expande desde el 2002 a razón de casi unos 20.000 millones de dólares por año, alcanzando 61.875 millones en el 2004 (3,2% del PIB). Este buen resultado es uno de los factores explicativos de que la región, por segundo año consecutivo, obtuviera un superávit en la cuenta corriente de la balanza de pagos equivalente al 1,1% del PIB. El otro factor relevante es el aporte de las transferencias corrientes netas (remesas de los trabajadores), que crecieron 16,8% este año.
En el resultado positivo del balance de bienes y de la cuenta corriente de la balanza de pagos juega un papel muy relevante el mejoramiento de los términos del intercambio mencionado, que equivalen a unos 24.000 millones de dólares que representan un 130% de la mejora en la balanza de bienes.
El crecimiento se acompañó por un aumento en la formación bruta de capital fijo del 10,4%, señal de la profundidad de la recuperación económica regional. Sin embargo, esta variable – que es estratégica para el desarrollo- todavía se encuentra en niveles inferiores a los años noventa. Medida en relación al PIB, la formación bruta de capital fijo alcanzó un 18,8% en 2004, mientras que en promedio durante esa década representó un 19,6% del PIB. Por otra parte, el consumo total continuó por debajo (4,8%) del PIB y contribuyó al aumento del ahorro de la región.
La mayor demanda de trabajo se tradujo en un importante crecimiento en la generación de empleo. A su vez, la oferta laboral creció moderadamente y la tasa de desempleo se redujo de un 10,7% en 2003, a un 10% este año. Sin embargo, esto no significó una mejoría generalizada de los indicadores laborales, muy vinculados con la situación de la economías que están saliendo de situaciones críticas. La CEPAL estima que la leve reducción del desempleo, sumada a una incipiente recuperación de los salarios, contribuyeron a la ligera disminución de los niveles de pobreza de la región, desde el 44,4% de la población en 2003 hasta un 42,9% estimado para este año.
Por otra parte, la tasa de inflación continuó su marcha descendente y llegó al 7,7% para el promedio de la región, frente al 8,5% del año 2003 y el 12,1% del 2002.
Para el 2005, se prevé que el escenario internacional será positivo pero menos favorable para la región que el de este año, con un crecimiento mundial en torno al 3%. La probable desaceleración de la economía estadounidense y los efectos recesivos e inflacionarios del alto precio del petróleo son los elementos principales detrás del escenario esperado. Se estima que las economías de China, Japón y la Zona Euro experimentarán también cierto enfriamiento.