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AmericaLatina: ALBA vs. CAFTA: Plan contra Plan

Fuentes: Alainet

La inevitabilidad del CAFTA y de las políticas de «libre comercio», como las únicas alternativas para el progreso económico del país y la región, constituyen, sin duda, una de las expresiones más concentradas de la actual hegemonía ideológica y cultural del gran capital. Nos han querido convencer -y han convencido incluso a dirigentes otrora de […]

La inevitabilidad del CAFTA y de las políticas de «libre comercio», como las únicas alternativas para el progreso económico del país y la región, constituyen, sin duda, una de las expresiones más concentradas de la actual hegemonía ideológica y cultural del gran capital. Nos han querido convencer -y han convencido incluso a dirigentes otrora de la izquierda- de que éstas alternativas son la única manera realista de representarse el futuro bajo la forma de desarrollo, progreso económico-social y además con equidad.

La realidad, y por tanto el presente y futuro económico, -proclaman- solo puede ser concebida en ese marco. Cualquier consideración fuera del CAFTA es rechazada y descartada a priori, ni siquiera debería ser pensada. Precisamente -dicen- por estar fuera del marco histórico concreto de las posibilidades realmente existentes. El CAFTA es, en suma, la totalidad de la realidad; en su interior se puede discutir, reformar, negociar, y fuera de él nada es posible, ni debe ser considerado.

Mas allá de la mezquina discusión de pinches cuotas de carne, azúcar, lácteos, plátanos o ajonjolí, de periodos de protección, etc. nada existe. La esencia de la posición es que ningún otro mundo es posible, ni siquiera en el comercio. Menos en el de las ideas, la historia y las posibilidades económicas de nuestras naciones.

Millones de dólares han sido invertidos en propaganda y publicidad. Todos los talentos criollos -que realmente sólo piensan en inglés- han sido convocados y financiados para sustentar y vestir atractiva y seductoramente a la dama del CAFTA. Políticos, diputados, periodistas, intelectuales, asisten a diario a los mejores hoteles, para dotarlos de las ideas y argumentos que deben repetirse desde todos los medios de comunicación. Dirigentes sindicales han sido entrenados con fondos del FMI, BM y BID en la apología de las «medidas compensatorias», y lo más radical de la clase política proclama la necesidad de ajustar nuestra legislación para «la protección de los derechos de nuestros productores y trabajadores» previo a la ratificación del CAFTA. En suma, todos piensan y actúan al interior de ésta autoproclamada totalidad inevitable.

Otro plan es posible.

Pregúntese usted porqué el CAFTA es inevitable y encontrará como única respuesta seria: Porque ellos lo dicen. Hagamos a un lado -por ahora- la historia económica de los países hoy más desarrollados, que nos enseña que ellos, cuando estaban como nosotros, hicieron todo lo contrario de lo que hoy nos imponen que hagamos. Hagamos a un lado que en los textos de los serios historiadores económicos del capitalismo, no encontrará usted un solo capítulo sobre «libre comercio» porque realmente nunca ha existido, ni existe como tal. Olvídese usted que Inglaterra practicó durante dos siglos el proteccionismo antes de convertirse en potencia económica y que los Estados Unidos llevan más de cien años practicándolo. Olvídese de todo ello, simplemente pregúntese: ¿Realmente, ningún otro plan es posible?

Pregúntese, si sobre la base del mercado, es decir, de la filosofía del lucro y la ganancia, ¿puede haber libre comercio y competitividad entre la primera potencia económica y tecnológica, con una de las economías mas pobre y atrasada del planeta? Pregúntese, ¿A quiénes beneficiaria? Pregúntese, ¿Por qué después de 500 años de comercio con esos países permanecemos en el purgatorio del progreso?

Pregúntese, porqué usted no sabía que hace que apenas unos días, Cuba y Venezuela, en el marco de la aplicación de la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA) , vienen de suscribir acuerdos estratégicos para la aplicación de este otro plan «para garantizar la mas beneficiosa complementación productiva sobre bases de racionalidad, aprovechamiento de ventajas existentes en una y otra parte, ahorro de recursos, ampliación del empleo útil, acceso a mercados en una verdadera solidaridad que potencie las fuerzas de ambos países».

Por obvia falta de espacio, sólo menciono algunos aspectos:

* Inaugurar en Venezuela, en el presente año, 600 centros de Diagnóstico Integral; 600 salas de rehabilitación y 35 centros de Alta Tecnología, que brindarán servicios gratuitos de salud.

* Formación en Venezuela, de 40 mil médicos y 5 mil especialistas.

* Formación en Cuba, de 10 mil médicos y 5 mil especialistas.

* Atención médica gratuita, en Venezuela, por parte de 30 mil médicos cubanos.

* Atención gratuita en Cuba, a 100 mil ciudadanos venezolanos, con afectaciones en la visión.

* Cuba apoyará a Venezuela en la alfabetización de un millón cuatrocientos seis mil venezolanos.

* 104 renglones de exportación de Cuba recibirán preferencias arancelarias.

* Los productos importados provenientes de Venezuela, no pagarán derechos de importación; Igual cosa ocurrirá con los barcos con bandera venezolana.

* Cuba recibirá 412 millones en productos venezolanos, con fines productivos, propiciando la creación de 100 000 nuevos empleos.

* Identificación de 11 grandes proyectos para el establecimiento de empresas mixtas.

* Acuerdos de exploración y explotación, refinación, importación, exportación, y comercialización de hidrocarburos y sus derivados.

* Alianza estratégica para el desarrollo siderúrgico de Venezuela. Negocio conjunto para el fomento de la infraestructura ferroviaria, de transporte marítimo, reparación y construcción de embarcaciones, y construcción de unidades navales.

* Acuerdos para el fomento del Turismo, Informática, Educación, Biodiversidad, Medio Ambiente, Ciencia y Tecnología, Recursos Hidráulicos y Construcción.

* Programa de cooperación en materia cultural, servicio editoriales, cine e industrias culturales.

En fin, tal como expresa la declararon conjunta «Todos estos acuerdos incluyen acciones a desarrollar e iniciativas que contribuirán progresivamente a fortalecer el proceso de integración inspirada en el ALBA, que llegará a constituirse en un ejemplo, al que aspiramos incorporar a América Latina y el Caribe…coincidimos plenamente en que el ALBA no se hará realidad con criterios mercantilistas ni intereses egoístas de ganancia empresarial o beneficio nacional en perjuicio de otros pueblos…para ver formar en América la mas grande nación del mundo».

Seguramente, usted tampoco tendrá conocimiento de los 26 acuerdos suscritos entre Venezuela y Brasil, y los acuerdos con Argentina para dar impulso a éste otro plan llamado ALBA.

Exijamos de la clase política y del gobierno, el derecho del pueblo de Nicaragua a ser verdaderamente informados. Nuestra soberanía económica y nuestro futuro como nación, no pueden ser sacrificados por la estrategia del engaño, que oculta los mezquinos intereses del gran capital transnacional y sus socios locales. Otro plan y otro mundo son posibles y ahora.