El pasado 7 de septiembre, el periodista y académico Luis María Ansón publicaba en el periódico El Mundo una columna de opinión bajo el título » Chávez y la homosexualidad». En ella comienza embistiendo contra Cuba y Venezuela presentándose como adalid de los derechos de los homosexuales: «Desde la tiranía comunista de Castro en Cuba […]
El pasado 7 de septiembre, el periodista y académico Luis María Ansón publicaba en el periódico El Mundo una columna de opinión bajo el título » Chávez y la homosexualidad».
En ella comienza embistiendo contra Cuba y Venezuela presentándose como adalid de los derechos de los homosexuales: «Desde la tiranía comunista de Castro en Cuba a la Arabia Saudí de su dictadura sátrapa, todavía son muchos los países en que se niegan derechos elementales a los homosexuales».
A continuación aclara que « llamar a un hombre, homosexual, o a una mujer, lesbiana, no es ya un insulto sino, por el contrario, en muchos casos robustece el orgullo gay» por lo que se dedica a afirmar que «muchos homosexuales serios afirman a través de Internet» que el presidente venezolano es gay. Toma ya. Por lo que invita a Chávez a salir del armario [1] «sin ningún problema». Su argumento es que «la opinión pública del gran país hispanoamericano tiene derecho a saber si es cierto o no lo que esos colectivos afirman». Así, dice Ansón ,tan preocupado ahora por los derechos de los homosexuales, «contribuiría a consolidar en Venezuela, lo conquistado ya en España, Holanda, Dinamarca y otras naciones europeas: que los heterosexuales trabajemos en las empresas, sin burlas ni rechazos hacia los homosexuales».
Soy yo quien ahora le responde a Luis María Ansón que celebro que le diviertan los foros gays en Internet, pero le recomiendo que no se desvele tanto por la tendencia sexual del presidente de Venezuela y que no se angustie pidiendo que Chávez salga de ningún armario. Y que quizás, leyendo las siguientes líneas del académico correspondientes a su libro La Negritud, publicado en 1971, lo que procede es que salga él del baúl, del baúl del franquismo donde se encuentra enfermo de la homofobia que ahora quiere disimular y del racismo y del fascismo del que aún no ha logrado desprenderse treinta y dos años después de la muerte de Franco.
«No todo es sano y natural en la vida sexual de los negros… las aberraciones son frecuentes desde las más simples a las más retorcidas… la homosexualidad y el lesbianismo tampoco constituyen casos aislados. Entre los dahomey, ilas, langos, namas, siwas, thonger, wolof y zamdes ambas aberraciones se encuentran particularmente extendidas … la sodomía animal, finalmente, tiene adeptos en varias regiones del África Negra»
págs. 66-67, en
Luis Mª Ansón, «La Negritud», Eds. Revista de Occidente, Madrid 1971.
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(13-09-2007)