Arabia Saudita, el mayor exportador mundial de crudo, salió en busca de la racionalidad perdida en el mercado petrolero, al convocar una reunión de productores, consumidores y compañías privadas para el 22 de este mes en Yeddah. El encuentro «discutirá el incremento en los precios del crudo, injustificados respecto de los fundamentos del mercado», dijo […]
Arabia Saudita, el mayor exportador mundial de crudo, salió en busca de la racionalidad perdida en el mercado petrolero, al convocar una reunión de productores, consumidores y compañías privadas para el 22 de este mes en Yeddah.
El encuentro «discutirá el incremento en los precios del crudo, injustificados respecto de los fundamentos del mercado», dijo el ministro petrolero saudita, Ali al-Naimi. La reunión espera producir «Dios mediante, resultados positivos que contribuirán a estabilizar el mercado petrolero internacional», agregó. Su homólogo de Venezuela, Rafael Ramírez, advirtió que la reunión en la occidental ciudad saudita Yeddah «no producirá ningún cambio en los niveles de producción», e insistió en la tesis según la cual «los altos precios no tienen nada qué ver con la oferta de petróleo, sino que son apuntalados por la especulación y el debilitamiento del dólar».
Arabia Saudita y Venezuela a menudo se ubican en los extremos favorables a incrementar o reducir la producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que además integran Angola, Argelia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria y Qatar.
«La verdad es que poco es lo que puede hacer la OPEP porque su protagonismo en el mercado hace muchos meses que le fue arrebatado por la bolsa de Nueva York», dijo a IPS Elie Habalián, ex gobernador venezolano ante la OPEP.
Sin embargo, «siempre es bienvenido el entendimiento entre productores y consumidores para favorecer el clima necesario para la inversión y para producir acuerdos en beneficios de los grandes perdedores, que son los países pobres importadores netos de energía», agregó el experto.
Al comentar las bruscas subidas de precios este año, Ibrahim al-Muhanna, un asesor de al-Naimi, dijo a la revista especializada Middle East Economic Survey (MEES) que «esos giros de hasta 11 dólares por barril (de 159 litros) en un día son inaceptables para nosotros. Eso puede herir la economía global y los intereses petroleros de largo plazo».
MEES sostuvo que Arabia Saudita considera elevar su producción en unos 300.000 barriles diarios, respecto de los 9,2 millones de unidades que extrajo en mayo. Un alza bajo el paraguas de la OPEP debería esperar por su próxima reunión, el 9 de septiembre. El ministro argelino de petróleo y presidente de la OPEP, Chakib Jelil, estimó que el mercado, que demanda unos 86 millones de barriles por día, está sobreabastecido en unos 500.000 barriles diarios. «A estas alturas, los fundamentos del mercado no están influyendo en los precios petroleros», subrayó Jelil.
La debilidad del dólar asociada a la crisis del mercado inmobiliario estadounidense ha empujado a los fondos de inversión a refugiarse en la compra de materias primas, desde petróleo y metales hasta alimentos, llevando los precios a niveles récord.
El 7 de junio, el crudo alcanzó su récord 28 en lo que va de año, al cotizarse el barril del marcador estadounidense West Texas Intermediate (WTI) en 139,12 dólares. Desde noviembre de 2001, cuando el barril de ese tipo de crudo se transaba en 17,45 dólares, los precios se han incrementado en 697 por ciento, según la agencia especializada Bloomberg.
Este viernes los precios del WTI y del Brent del Mar del Norte, referencia europea, descendieron casi dos dólares respecto de las cotizaciones del jueves y se vendieron entre 134,87 y 135,42 dólares el WTI, y entre 134,26 y 134,81 el barril del Brent.
Los promedios semanales fueron de 135,46 dólares para el barril de WTI, 134,75 dólares para el Brent y 128,85 dólares para la cesta de 13 crudos de la OPEP, informó el Ministerio de Energía venezolano.
Venezuela alcanzó un récord de 120,83 dólares para su cóctel petrolero, con crudos más pesados que los de sus socios en la OPEP y del que entrega con facilidades de pago más de 200.000 barriles diarios a vecinos de América Latina y el Caribe.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, declaró que «100 dólares nos parece un precio justo para el petróleo y no queremos que suba más».
La asistencia venezolana a Yeddah todavía no es segura, aunque Jelil comprometió el apoyo de la OPEP a esa cita. Importantes productores de petróleo que no son socios de la OPEP, como Rusia, Noruega, Brasil y México, ya aseguraron su participación.
También acudirán el secretario (ministro) de Energía de Estados Unidos, Samuel Bodman, responsables de la Unión Europea, de China, India y Japón, de la Agencia Internacional de Energía (creada por los países consumidores industrializados) y de grandes corporaciones energéticas privadas, según al-Naimi.
Entretanto, en países como Chile, Corea del Sur, Costa de Marfil, España, Francia, Hong Kong, India, Indonesia, Malasia, Nepal y Portugal se han registrado protestas de transportistas por el alto precio del combustible.
Los ministros de Finanzas del Grupo de los 8, las mayores potencias industriales, reunidos en Tokio este viernes, advirtieron que «los elevados precios de las materias primas, particularmente los del petróleo y los alimentos, plantean serios desafíos a la estabilidad del crecimiento mundial».
La economía global podría crecer este año 2,7 por ciento, frente a un crecimiento de 3,7 por ciento en 2007, ha advertido el Banco Mundial.