La multinacional Aracruz Celulose fue acusada nuevamente por un crimen ambiental. Esta vez, integrantes del Movimiento de los Pequeños Agricultores (MPA) denuncia que la empresa inició una deforestación en el estado de Espírito Santo. Según el MPA, la empresa se aprovechó de la atención a la copa mundial para comenzar la deforestación. En minutos, tractores […]
La multinacional Aracruz Celulose fue acusada nuevamente por un crimen ambiental. Esta vez, integrantes del Movimiento de los Pequeños Agricultores (MPA) denuncia que la empresa inició una deforestación en el estado de Espírito Santo.
Según el MPA, la empresa se aprovechó de la atención a la copa mundial para comenzar la deforestación. En minutos, tractores de la Aracruz habrían destruido más de tres hectáreas de mata.
Para impedir la continuación de la acción, trabajadores del movimiento bloquearon 20 de las 27 máquinas empleadas en la operación.
Según el coordinador del MPA, Elias Alves, el Ibama (órgano oficial responsable por el medio ambiente) no autorizó la deforestación, por lo cual puede ser considerada crimen ambiental.
«El propio Ibama admite que no existe la posibilidad de reforestar este tipo de Mata Atlántica. Por esto debe ser considerado como crimen. Nosotros estamos organizando una vigilia permanente en el local», dijo Alves, coordinador del MPA.
Presente en el Brasil desde 1967, la Aracruz es una multinacional de origen noruego que está acumulando acusaciones por violaciones ambientales y contra los pueblos originarios.(PULSAR/noticias do planalto)