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Argentina, Bolivia y Venezuela ponen en marcha la integración energética

Fuentes: La Jornada

Los mandatarios Néstor Kirchner, Evo Morales y Hugo Chávez firmaron el histórico compromiso

Bolivia, Venezuela y Argentina pusieron hoy en marcha un plan de integración energética que busca consolidar la industria estatal boliviana de gas y petróleo, pone las bases para la construcción del llamado «gasoducto del sur» y prevé la construcción de una planta termoeléctrica en la región cocalera del Chapare.

Los presidentes Evo Morales, Hugo Chávez y Néstor Kirchner firmaron los acuerdos sobre los hidrocarburos con el auspicio de la Organización de Países Productores y Exportadores del Gas del Sur (Opegasur).

«De esta manera, concretando proyectos trilaterales como los que visualizamos en la Opegasur, podemos ir dándole forma al esqueleto, a los músculos, a los nervios, a la mente, a la mirada, al corazón y al palpitar de la gran patria sudamericana», afirmó el mandatario venezolano durante la ceremonia realizada en Tarija.

El plan de integración incluyó la firma de convenios bilaterales entre Bolivia-Venezuela y Bolivia-Argentina, que significarán inversiones para La Paz por un total de mil 120 millones de dólares. Chávez se comprometió con Morales a apoyar dos iniciativas con valor de 670 millones de dólares.

El primer proyecto boliviano-venezolano dio paso a la creación de la empresa mixta estatal Petroandina, que realizará estudios de prospección y exploración de petróleo y gas en el norte del departamento de La Paz, en las inmediaciones del lago Titicaca y en el sur del territorio boliviano, en los departamentos de Chuquisaca, Tarija y Santa Cruz.

YPFB-Petroandina, Sociedad Anónima Mixta, estará conformada por las empresas Petróleos de Venezuela y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.

Otros 70 millones de dólares serán para financiar la construcción de la termoeléctrica en el Chapare -la región de donde proviene el presidente boliviano-, alimentada por gas natural, con una capacidad de generación de 100 megavatios al día.

Este convenio fue rubricado en la tarde del viernes en la localidad de Entre Ríos, en el trópico cochabambino, centro de Bolivia.

«Dijimos que queremos socios y no patrones, y hoy tenemos un socio», dijo Morales al tiempo que dirigía la mirada a Chávez, en una ceremonia que se realizó la medianoche del jueves en La Paz.

«Venimos a cooperar, no a adueñarnos de la riqueza de Bolivia», aseveró Chávez, quien precisó que 60 por ciento del capital de Petroandina corresponde a Bolivia y el resto a Venezuela.

Kirchner, en Tarija, firmó con Morales un convenio para que Argentina financie con 450 millones de dólares la construcción de una planta de separación de líquidos del gas natural, primer paso para su industrialización.

Morales y Kirchner lanzaron la licitación para el estudio básico de ingeniería de una planta extractora de líquidos del gas natural, parte de un proyecto de exportación de 20 millones de metros cúbicos de gas boliviano al noreste argentino, que abarca la provincia de Buenos Aires, donde habita 40 por ciento de la población del país y alberga la principal base industrial.

Durante la ceremonia oficial, Kirchner ofreció a Morales inversiones de la empresa petrolera estatal argentina Enarsa, en caso de que la brasileña Petrobras, la española Repsol o cualquier otra compañía no cumplan con sus promesas de gasto en los campos gasíferos de Bolivia.

«Querido Evo, mi teléfono va a esperar tu llamada», dijo Kirchner, quien en las últimas semanas ha enfrentado en su país una grave crisis de desabasto de energéticos, incluidos el gas, las gasolinas y la electricidad.

El mandatario boliviano, quien en mayo de 2006 renacionalizó los hidrocarburos del país, respondió a Kirchner que «esos campos en donde no inviertan los vamos a recuperar sin ningún miedo, porque no hay que tener miedo a empresas que no inviertan; no queremos empresas que sean como el perro del hortelano, que no come ni deja comer; tomaremos acciones para que esos recursos sean adjudicados y empezar a invertir y esos recursos energéticos sirvan para el Estado boliviano».

Los planes a los que Morales hizo referencia fueron pactados desde el año pasado, cuando las empresas petroleras con inversiones en Bolivia -Petrobras y Repsol, entre ellas- firmaron nuevos contratos de operación, tras la recuperación de los hidrocarburos por el Estado boliviano.

El ofrecimiento de esas compañías fue el de inyectar capitales por 3 mil 500 millones de dólares, pero esas entidades todavía no reportan sus operaciones.

«Hace cuatro o cinco años se decía que Bolivia no era viable. Ahora, con la recuperación de nuestros recursos naturales, vemos que no sólo es viable sino también confiable, que es posible conseguir inversiones», dijo Morales.

«Tenemos mucho que hacer y eso es la industrialización, para la que estamos empezando o garantizando el tema de la inversión», agregó el presidente de este país con reservas de gas estimadas en 1.37 billones de metros cúbicos.

En Tarija, Chávez subrayó la necesidad de fortalecer la conciencia de que es necesario construir, como lo proclamó Simón Bolívar, «una nación de repúblicas», una gran patria, «cuéstenos lo que nos cueste porque solamente entonces podremos decir que somos libres, independientes de verdad, dentro de la versión multipolar del mundo».

También en Tarija, Morales y Chávez firmaron un «memorando de entendimiento para una agenda energética futura», que permitirá implementar un complejo industrial de gas natural que conlleva fertilizantes, petroquímica, polietileno y la construcción de una termoeléctrica para consumo propio en Puerto Suárez.

Además, se indicó, Petroandina participará en la exploración de la franja petrolera del Orinoco, en Venezuela.

Lula concluye gira

En Panamá, por otro lado, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, concluyó una gira por Centroamérica y el Caribe que lo llevó también a Nicaragua, Honduras y Jamaica, en un esfuerzo por promover la producción de biocombustibles.

Lula y el presidente Martín Torrijos firmaron un convenio para la cooperación técnica en materia de biocombustibles.

Según el canciller panameño, Samuel Lewis, Lula propuso a Torrijos que su país sirva de centro logístico para la distribución de mercancías y de combustibles refinados, incluido el etanol.

Lewis informó que directivos de Petrobras expresaron su interés por instalarse en Panamá para aprovechar el canal, para cuya ampliación Lula ofreció la experiencia de empresas brasileñas en grandes obras de infraestructura.