La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, viajará a Caracas en los primeros días de marzo para firmar con su par venezolano, Hugo Chávez, una serie de acuerdos de intercambio, especialmente de combustible venezolano por alimentos y productos agroindustriales. Las previsiones son aquí que la presidenta puede reunirse con Chávez entre el 5 y el […]
La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, viajará a Caracas en los primeros días de marzo para firmar con su par venezolano, Hugo Chávez, una serie de acuerdos de intercambio, especialmente de combustible venezolano por alimentos y productos agroindustriales.
Las previsiones son aquí que la presidenta puede reunirse con Chávez entre el 5 y el 8 de marzo, en cuanto se ajuste bien la agenda, ya que viajará a República Dominicana para participar en la Cumbre del Grupo de Río el 6 de marzo.
La mandataria tiene una agitada agenda diplomática en los próximos días, ya que el 21 de febrero llega al país el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, con quien analizará acuerdos bilaterales y se pondrán al día respecto del Mercado Común del Sur (Mercosur) que este año deberá consolidar varios de sus fuertes logros de integración como el Banco del Sur, entre otros.
Además, ambos mandatarios se reunirán con el presidente de Bolivia, Evo Morales, el sábado 23 de febrero donde abordarán un tema clave como es el suministro de gas y otros que están referidos a la integración.
Otra previsión de esta semana es que se reinstaló en el país la Liga de los Estados Árabes y entre el 22 y el 23 llegarán cancilleres de varios de los países que la integran para establecer sus contactos con Argentina y también con el Mercosur.
Son importantes los acuerdos con Venezuela, que se estuvieron trabajando en la última semana con la presencia de ministros argentinos en Caracas, entre ellos el secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales de la cancillería, y el ministro de Planificación Federal Julio de Vido. A nadie escapa el fuerte mensaje político de este comienzo del año, trabajando en el tema de la integración.
Asimismo la presidenta Kirchner que ha sido fuertemente presionada por los medios y la oposición derechista para tratar de romper los vínculos con Venezuela y debilitar al Mercosur, da un paso fuerte.
De la misma manera es analizado como un mensaje también ante dos temas que se mantienen en escena con Estados Unidos. El caso de la valija con dólares que intentó ingresar al país un empresario venezolano estadunidense ligado a negocios oscuros en Miami, y la inteligencia de Estados Unidos en agosto de 2007, y que manejó un fiscal de Florida como un dinero supuestamente para la «campaña electoral» de la presidenta el año pasado, aunque sin ninguna prueba.
Esto creó un impasse en la relación Washington-Buenos Aires, y aunque hubo contactos diplomáticos, sigue existiendo una tensa expectativa aquí.
También está el caso de la controversia del gobierno de Chávez ante la acción de la petrolera estadunidense -directamente vinculada al gobierno de George W. Bush- ExxonMobil, que solicitó se congelara dinero de la estatal venezolana PDVSA en una cifra de 12 mil millones de dólares.
Chávez respondió terminando negocios con Exxon, lo que tuvo fuerte apoyo de movimientos políticos en toda Sudamérica, pero también los gobiernos de la región están señalando con sus acciones, que siguen en la integración con Venezuela y no es un mensaje menor en las actuales circunstancias.