Las condiciones superavitarias lo permiten, afirmó el jefe del gabinete de Kirchner
El presidente argentino Néstor Kirchner decidió otorgar una serie de pagos adicionales a jubilados y desocupados, así como aumentos indirectos en los salarios de empleados públicos y privados ante el extraordinario superávit fiscal que dispone el país.
El gobierno busca limar un superávit fiscal que es mayor al esperado y que es mirado con atención por los cientos de miles de acreedores de la impaga deuda del país, que le exigen que pague más de lo que ofreció.
»Estamos tratando de que Argentina, en la medida en que puede un poquito más, ese poquito más llegue a los hermanos y hermanas que más lo necesitan», dijo Kirchner en un acto en el interior del país, lo que provocó un fuerte aplauso del público.
El aumento de las asignaciones familiares -sumas fijas que cobran los trabajadores que tienen personas a su cargo- será de 50 por ciento tanto para los trabajadores públicos como para los privados. El aumento tendrá un costo fiscal de mil millones de pesos (unos 300 millones de dólares) por año.
El gobierno también anunció que todos los beneficiarios de subsidios por desempleo -que suman alrededor de 1.7 millones de jefes y jefas de familia- cobrarán en diciembre un pago extra por única vez de 75 pesos (25 dólares), que es la mitad del total que cobran cada mes.
El gobierno, que ya suma un año con alzas consecutivas en la recaudación de más de 25 por ciento cada mes, también anunció un pago extraordinario de 200 pesos a los jubilados.
Esos pagos a jubilados y desocupados tendrán un costo fiscal este año de mil millones de pesos. »Las condiciones superavitarias nos lo permiten», afirmó Alberto Fernández, jefe del gabinete.
»Estamos decididos a que esos mayores recursos (fiscales) que tengamos y podamos acrecentar permitan mejorar la distribución del ingreso», añadió Fernández, en rueda de prensa junto al ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
Kirchner informó que el superávit fiscal primario será de 4 por ciento del producto interno bruto (PIB). La meta pactada con el Fondo Monetario Internacional era de 2.4 por ciento del PIB (unos 10 mil millones de pesos), pero desde mediados de año el gobierno está anunciando mejoras salariales y pagos extra para recortar el ahorro fiscal a lo proyectado. Para 2005 el gobierno previó en su proyecto de presupuesto un superávit primario de 3.2 por ciento del PIB.
Desde la devaluación del peso, en enero de 2002, el gobierno aumentó en forma paulatina la jubilación mínima de 150 pesos (50 dólares) a los actuales 308 (102 dólares), y en agosto pasado otorgó 10 por ciento de mejora a quienes recibían pagos superiores al mínimo.
El gobierno espera que el anuncio tenga un efecto inmediato, porque calcula que esos recursos se trasladarán al consumo y apuntalarán la reactivación experimentada por la economía argentina en los últimos dos años.