El pueblo guna de Panamá ha conservado su independencia y su cultura durante siglos. Resistió ante la colonización española, hizo suyo un territorio frecuentado por piratas y navegantes y protagonizó luchas de resistencia indígena durante el siglo XX. Su última gesta ha sido muy diferente pero no menos significativa: ha conseguido que Nike cancele la salida al mercado […]
El pueblo guna de Panamá ha conservado su independencia y su cultura durante siglos. Resistió ante la colonización española, hizo suyo un territorio frecuentado por piratas y navegantes y protagonizó luchas de resistencia indígena durante el siglo XX.
Su última gesta ha sido muy diferente pero no menos significativa: ha conseguido que Nike cancele la salida al mercado de unas zapatillas en las que copiaba sus diseños tradicionales. Un logro que hace valer los derechos de todas las comunidades indígenas a nivel global.
UNA HISTORIA DE RESISTENCIA
El pueblo guna es conocido también como kuna, dule o gunadule. Actualmente reside en Panamá y Colombia, sobre todo en región autónoma de Guna Yala. Una estrecha franja de tierra de 373 km de largo largo situada al este del Caribe panameño junto a 365 islas de aguas azules y cristalinas.
Sin embargo, los gunas no han vivido siempre en esta región. Tras la colonización española se trasladaron al Darién, un territorio bastante inaccesible y dominado por la selva que comprende parte de lo que hoy es Colombia y Panamá. Allí mostraron autonomía en relación a los españoles y tuvieron relación con piratas y navegantes de Francia o Gran Bretaña. Mantuvieron sus propios líderes tradicionales y el control económico y político de sus grupos.
En 1925 (más de 20 años después de la creación de la República de Panamá) los gunas protagonizaron la Revolución Tule. Un alzamiento indígena en contra de las políticas del gobierno para occidentalizar su cultura y reducir su autonomía. Su lucha resultó fundamental para garantizar el empoderamiento de los grupos minoritarios del país. Un logro por el que los gunas son reconocidos en toda América Latina.
FRENTE A UN GIGANTE
El desencadenante de su última lucha fue la creación de una nueva versión del modelo clásico de zapatillas Nike Air Force 1. Se trataba de una edición conmemorativa para Puerto Rico «como homenaje a una gran cantidad de culturas en los últimos tiempos». Algo que hizo reaccionar a los indígenas panameños y colombianos, ya que el diseño de las zapatillas no tenía nada de puertorriqueño. Era una clara copia de las molas, uno de los elementos principales de la identidad ancestral de los gunas.
La mola es una forma de arte textil tradicional con diseños geométricos o figurativos llenos de color que representan la cosmovisión de los gunas. Durante generaciones, estos patrones han decorado faldas, camisas, mantas y objetos decorativos del pueblo indígena. Por eso cuando Nike comenzó a promocionar unas zapatillas con sus patrones en honor a Puerto Rico, el pueblo guna pasó a la acción para hacer valer sus derechos frente a la gran multinacional.
«Nosotros, quienes suscribimos este comunicado, representantes legales del pueblo guna (…) damos a conocer nuestro total rechazo al uso y comercialización de la mola guna por una empresa multinacional sin el consentimiento previo, libre e informado de nuestras comunidades, solo con el afán de generar millones de dólares a espaldas de nuestras madres, hermanas gunas que por siglos han preservado este conocimiento tradicional colectivo», expresaban en el ‘Comunicado de las cuatro naciones guna‘ en relación al problema.
Tras recibir numerosas quejas tanto del grupo indígena como a través de las redes sociales, Nike se disculpó públicamente y canceló la salida al mercado de sus zapatillas.
LA APROPIACIÓN DE LA CULTURA INDÍGENA
La batalla entre los gunas y Nike ha servido para abrir de nuevo un debate que está a la orden del día entre las comunidades indígenas. El hecho de que los casos de apropiación de su cultura son cada vez más comunes y que, a menudo, los indígenas no tienen medios para hacer valer sus derechos legalmente frente a las grandes corporaciones.
«El caso de mola guna no es único en el mundo, sino que miles de diseños y conocimientos ancestrales de los pueblos indígenas están siendo pirateados por empresas multinacionales o diseñadores de marcas famosas (…). Insisten en declarar que los conocimientos, arte, artesanía, medicina tradicional y otros no tienen dueños por no estar registrados en base al derecho comercial occidental. Ante este peligro los pueblos indígenas tenemos que unirnos mucho más y luchar por el respeto y protección de nuestros derechos colectivos», señalan en el Comunicado a la opinión pública nacional e internacional publicado por la Junta Ejecutiva del Congreso General Guna en su página web.
Los casos de plagio a elementos culturales indígenas no se limitan a la artesanía, sino también a elementos inmateriales como la música o las leyendas de tradición oral. Hasta hace unas décadas estos casos pasaban muchas veces pasan desapercibidos.
Sin embargo, esta situación está cambiando a medida que los indígenas tienen cada vez más acceso a internet y a las redes sociales. Algo que les permite estar informados y acceder a más vías para hacer valer sus derechos. En el caso de los Guna, su reivindicación ha valido para frenar una acción de una gran multinacional como Nike.
Fuente: https://www.nobbot.com/personas/pueblo-guna-contra-nike/