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Atascadas en «el libre mercado» por el gobierno federal, las finanzas estadounidenses están al borde del abismo. ¿Nacionalizar? ¡Fuck that!

Fuentes: Tlaxcala

Traducido por Jorge Aldao y revisado por Caty R.

Un vistazo a la prensa francesa hasta el 22 de agosto de 2008.

Más de un año después del estallido de la crisis conocida como la «de las subprimes» (9 de agosto de 2007) el mundo de las finanzas estadounidense ha vuelto a temblar con fuerza. En sismología hablaríamos de una magnitud 6 ó 7 en la escala de Richter.

El sector financiero ya ha perdido más de 300.000 millones de dólares. Según algunas estimaciones, las pérdidas globales relacionadas con la crisis de las subprimes llegarían a uno o dos billones de dólares.

Dos «Frankenstein» de las finanzas en el ojo del huracán

Los dos gigantes de la refinanciación hipotecaria, dos «Frankestein de las finanzas» como los ha llamado un representante republicano, Fannie Mae y Freddie Mac (1), están en apuros por la caída de los precios del mercado inmobiliario (2) y la falta de pago de los créditos. (Le Figaro , 21 de agosto). «Los dos ejes del crédito inmobiliario estadounidense durante casi cuatro décadas   se encuentran al borde de la quiebra»   (Le Monde , 22 de agosto) «El valor de su cartera de crédito se ha esfumado»   (Libération , 22 de agosto)

Según el diario Le Monde , estas dos sociedades privadas, controladas estrechamente por el gobierno federal, poseían o garantizaban unos 5,3 billones del total actual del crédito inmobiliario de EEUU, lo que equivale al 45% de dicho crédito inmobiliario. La primera ha visto retroceder sus acciones un 26,8% el miércoles 20 de agosto en Wall Street y la segunda un 22%. En un año, el valor bursátil de estos dos organismos se derrumbó un 93,7% y un 95,3% respectivamente. «Esto equivale a decir que en términos de su valor de capitalización ya no valen nada».   

Su propia deuda se calcula en 223.000 millones de dólares. Y la caída neta en   los pedidos de nuevos préstamos a tasas preferenciales, sobre los que se basan sus ingresos, no permite a ninguna de las dos organizaciones prever el reembolso de esta deuda de aquí a finales de septiembre. 

En efecto, el banco de negocios Goldman Sachs ha bajado considerablemente sus estimaciones de los resultados correspondientes al año 2008 para las otras joyas de las finanzas estadounidenses: Lehman Brothers, Citigroup, Merrill Lynch, Morgan Stanley y JPMorgan. Por su parte, la agencia Standard & Poor’s, la principal calificadora mundial de riesgos crediticios,   no espera que regrese la estabilidad por lo menos en un año.  

Según analistas citados por Le Figaro , otro diario (liberal) francés, su salvación podría estar vinculada a una posible nacionalización, cada vez mencionada con más frecuencia. ¿Por qué? Porque al principio, la crisis estuvo limitada a los créditos inmobiliarios concedidos a los deudores menos acomodados, pero rápidamente esa crisis tomó una nueva dimensión por el deterioro de los créditos concedidos a deudores hasta ese momento solventes y, según predicen los analistas financieros, podría extenderse a los créditos al consumo.

Ben Bernanke, presidente de la FED (Reserva Federal Estadounidense, equivalente a los bancos centrales de otros países europeos y latinoamericanos, NdeT) declaró el mismo viernes 22 de agosto : «Es uno de los momentos económicos y de política monetaria   más difíciles que jamás he visto». Sin aclarar las razones y sin nombrar a sus eventuales responsables. Aunque es verdad que quedaría mal que un alto funcionario republicano se pegara un tiro en el pie.

Por su parte, Warren Buffet y Pete Peterson, conocidos por no pasar necesidades,   ya que poseen miles de millones de dólares, han hecho sonar la alarma al pronosticar que se producirá un desastre económico si la deuda del Estado estadounidense, de 5,3 billones de dólares, sigue creciendo. Según ellos, el 70% de esa deuda está en manos de inversores extranjeros.

Para el Bussines Week , «Se trata del desastre financiero más grave desde la Gran Depresión» (3). Una obviedad.

El gobierno federal, responsable y culpable

¿Cómo se puede explicar semejante situación catastrófica? Sería demasiado fácil señalar con el dedo únicamente a los entrampados deudores estadounidenses. Los analistas (particularmente los de breakingviews.com), como expertos, proponen tres causas principales:  «La arrogancia de los dirigentes, las insuficientes regulaciones estatales y los conflictos de intereses». Y, cada vez, el gobierno federal aparece señalado con el dedo. Según Richard Beales, los «individuos todopoderosos» de la administración republicana «protegieron» a los patronos de Fannie y Freddie, pese a que conocían «los escándalos contables que aquejaban a los dos gigantes en los últimos años». Además, la administración «colaboró para   que las regulaciones no fueran demasiado estrictas». Todo ello con  consecuencias lógicas: en la bonanza, dirigentes y accionistas se llenaron los bolsillos, bebiendo y brindando por su buena salud. Al llegar los tiempos borrascosos siguen brindando, pero ahora beben la hiel de sus pérdidas abismales.

Finalmente, como el Estado federal está en la raíz del estatuto mixto de este modelo de banca -donde se enfrentan, por un lado, la garantía implícita del Estado y, por otra parte, las ambiciones privadas del «american way of life»-, a Richard Beales le resulta muy sencillo concluir: «En una época como la nuestra, Fannie y Freddie se convierten, más o menos, en instrumentos del gobierno estadounidense. Dicho estatuto es incompatible con una estrategia de préstamos prudentes y beneficiosos   para los accionistas. Pero ya hace mucho que, obviamente, Fannie y Freddie no juegan con las reglas habituales». Con la bendición del gobierno federal. Dicho de otra manera, los grandes asesores de Bush pusieron, ellos solos, los dedos en la trampa.

El libre mercado no se toca

Porque es su gobierno el que comenzó por dar el ejemplo, financiando a crédito una guerra ruinosa y una prosperidad basada en el endeudamiento: en el primer trimestre de 2008, el 98% del déficit de los pagos corrientes se financió por los fondos soberanos y los bancos centrales extranjeros. Para el semanario Le Nouvel Observateur (NObs), «la falta de supervisión de Wall Street no es accidental, sino la voluntad deliberada de una administración que desea evitar cualquier intervención en el juego del «libre mercado»». (24 de julio). Por su parte, la Casa Blanca y el Congreso financiaron sus déficits a golpes de miles de millones de dólares chinos, saudíes o japoneses, dando otro pésimo ejemplo de cómo endeudarse.

Pero Philippe Boulet-Gerocurt, corresponsal del NObs en Estados Unidos, añade: «responsabilizar de esta enorme crisis a un puñado de buitres de Wall Street y a algunas negligencias», no cambiará nada. ¿Entonces? «Si, por el contrario, Washington reconoce que jugó con fuego mezclando a la buena de Dios el capital privado y las responsabilidades de los servicios públicos y negándose a controlar a los lobbies financieros convertidos en maestros en el arte de «complacer» al Congreso», las bases de una revisión de la situación, a falta de una reconstrucción de la misma, estarían   más saneadas.

¿A punto de inspirarse en «la vieja Europa»? ¡Horror! ¿En el modelo sueco? ¡Una pesadilla, shocking! Peor: ¡Fuck!  

Si fuese necesario, provisionalmente, hacer un resumen para intentar comprender cómo «ellos» llegaron hasta aquí, debemos recordar lo siguiente: el dinero fácil, gracias a las políticas de la FED, que inundó de liquidez el mercado financiero a tasas muy bajas, unido a un lamentable menosprecio de los riesgos por la existencia de productos financieros aventurados y una regulación financiera claramente deficiente, o sea, un paquete puramente made in USA , ha demostrado que no funciona. O como dijo un analista: Estados Unidos ha contagiado su crisis a todo el mundo, como si se tratara de una vulgar ETS (enfermedad de transmisión sexual, NdeT).

Y esto todavía no ha terminado.

Los rumores de nacionalizaciones hacen temblar a los mercados financieros convencidos de que el plan de salvamento de las dos sociedades, adoptado por el Tesoro estadounidense y la Reserva Federal y firmado, a regañadientes, por el presidente Bush el 30 de julio, no será suficiente. Porque la situación de «Fannie y Freddie», como se les llama comúnmente de Los Angeles a Nueva York, que suenan como el nombre de un dúo de un mal music-hall, se agravará un poco más en las próximas semanas. Los interrogantes acerca de una eventual recapitalización de Lehman Brothers (-15%) acabaron precipitando los valores financieros al rojo. El banco coreano KDB confirmó, el viernes 22 de agosto, que estaba considerando el rescate de Lemanh Brothers. Esta nueva información vuelve a lanzar las especulaciones sobre la apertura del capital de los bancos estadounidenses en dificultades. Con un dólar muy devaluado en los últimos meses y una actividad muy disminuida, estos establecimientos se han convertido en presas fáciles para los grupos inversores extranjeros.

El miércoles 20 de agosto, durante todo el día, en Wall Street «se cuchicheaba sobre un rumor cada vez menos hipotético: el de una inevitable «nacionalización» de Fannie y Freddie» (Le Monde ). La víspera, un ex economista jefe del FMI, Kenneth Rogoff, declaró a la AFP que «debían ser nacionalizados». El ex presidente de la FED Alan Greenspan, ya había expuesto la misma idea en una entrevista en el Wall Street Journal del 13 de agosto.

El 23 de agosto, ningún establecimiento financiero estadounidense se encontraba, por lógica, en condiciones de intervenir y sólo los mercados tenían la solución para evitar una nacionalización tan temida como vergonzosa, por medio de una enorme recapitalización que se considera demasiado arriesgada en la situación actual, ya que nadie confía en estos dos «gigantes», ahora con los pies de barro. El diario Le Monde destaca, por otra parte, que una recapitalización con fondos soberanos extranjeros, chinos, rusos o árabes «que recientemente colaboraron mucho para el reflotamiento de bancos estadounidenses, en este caso parece inaceptable por razones políticas».

En general, se acepta que después de septiembre, la necesidad de fondos propios para intentar el salvamento de Fannie y Freddie estará en el orden de 10.000 a 20.000 millones de dólares (NT.1). Pero nadie los tiene a excepción del Estado, el único capaz de inyectar capitales frescos. De donde aparece de nuevo la solución (!) de la nacionalización (sic).

La desregulación en la picota

En realidad, la crisis financiera ha llegado a una gravedad que «pone en entredicho»  la desregulación liberal en el mundo anglosajón (Libération ). Recordemos que la nacionalización ya se convirtió en un hecho durante la crisis del banco británico Northern Rock, recuperado por el Estado para salvarlo de la quiebra y, por lo tanto, de su desaparición. El Banco de Inglaterra le proporcionó 25.000 millones de libras. Y todos   recordamos las imágenes de los clientes que, aterrados por la caída de su banco, se presentaban masivamente para retirar sus fondos.

La palabra nacionalización no se pronunció en aquel momento, y tampoco se escribió. Se prefirió utilizar la expresión «período temporal de apropiación pública».  ¿Y los accionistas? Todavía siguen esperando sus indemnizaciones. En Estados Unidos, la crisis del banco de inversiones Bear Stearns -que fue salvado de la quiebra por un reflotamiento de la FED, a través de la banca JP Morgan- originó… una toma de conciencia sobre un tipo de nueva regulación que habrá que definir. En primer lugar con un mayor control de los mercados. Pero, ¿cómo encararlo cuando se sabe que el actual gobierno republicano nunca estuvo tan cerca como ahora del corazón de los negocios?

Economistas, dirigentes políticos y expertos rehacen sus cuentas ante la imposibilidad de tomar la decisión de la nacionalización. Sin olvidar a los accionistas de Bear Stearns -entre otros accionistas perdedores- que habían comprado esas acciones hace un año: desde entonces   han perdido el 90% de su inversión.

«La profundidad y la duración de la crisis han preparado los ánimos. El pasado 15 de agosto, Barron’s , una revista de referencia de la comunidad financiera, encabezaba con «el final del juego para Fannie y Freddie» considerando inevitable una recapitalización   «por el gobierno y la administración de George Bush». Y sin miedo a romper el tabú, añadía, «sería casi una nacionalización»» (Libération , Nicolas Cori, 22 de agosto).

EL senador (republicano) por Kentucky, Jim Bunning, al leer que su gobierno corría al rescate de Fannie y Feddie, se preguntaba si no se habría «despertado en Francia»… Como si Francia fuera «socialista». Bunnig debería actualizar su información.

Además recordemos que una nacionalización -directa o indirecta- supone una factura que pagan en buena medida los contribuyentes. Los ahorradores podrían pagar la cuenta a través de la inflación.

¿Las finanzas estadounidenses están matando «el sueño americano»? ¿O es al revés?  

Los bancos devuelven miles de millones de dólares a los clientes estafados

Eso no es todo. Le Journal des Finances (JDF) escribía el 16 de agosto. «La creatividad de los bancos en relación con los nuevos productos financieros parece que no tiene límites. Tanto como no tiene límites su capacidad para hacer perder el dinero con estos nuevos productos cuyos riesgos nunca se valoran debidamente. La nueva caja de Pandora del sector se llama ARS, por Auction Rate Securities «

¿Que son esas ARS, que representan 330.000 millones de dólares y cuyo valor también se ha desplomado? Son obligaciones emitidas principalmente por las instituciones públicas estadounidenses y cuya tasa de interés se fija por un sistema de subastas periódicas, explica el JDF . Este sistema preveía garantizar la liquidez del mercado.

Pero la crisis del crédito bloqueó todo provocando el descontento de los emisores, así como el de los poseedores de esas obligaciones que han presentado denuncias (en Estados Unidos) contra las instituciones financieras que comercializaban este tipo de productos. Apremiadas por la justicia estadounidense, muchas de estas instituciones anunciaron que rescatarían masivamente las obligaciones de manos de sus clientes, siempre según el JDF . Algunos de esos bancos fueron acusados de informar mal a sus clientes sobre los riesgos que representaban las inversiones ARS. Treinta de esas instituciones estarían implicadas.

UBS (NT.2) debería rescatar un total que supera los 20.000 millones de dólares. Citigroup debería efectuar una operación similar por un monto parecido. Y Merril Lynch estaría involucrada en más de 10.000 millones de dólares. Además, estos bancos han aceptado pagar multas por varios cientos de millones de dólares. Otro riesgo importante: Las depreciaciones que estos bancos tienen que aplicar a sus obligaciones ARS (equivalentes de las SICAV (NT.2) monetarias) deben, asimismo, aparecer registradas   en sus balances.

Para terminar, es bueno saber que si EEUU ha evitado hasta ahora la recesión, es gracias a ese 40% de familias estadounidenses más acomodadas (con ingresos superiores a los 53.000 dólares anuales) que garantizan el 75 por ciento del consumo. Ah, si no fuera por los ricos…

Pensemos, de paso, que los menos acomodados o los más pobres, el 60% de las familias, no garantizan más que el 25% del consumo. Además de pobres, tacaños.

Ironías de la historia. El Estado ruso probablemente no sufrirá como castigo de Estados Unidos más que los coletazos de la crisis inmobiliaria estadounidense (Le Figaro).

A principios de año, Rusia atesoraba 100.000 millones de dólares (China 400.000 millones), es decir, un sexta parte de sus reservas públicas en obligaciones de Freddie Mac, Fannie Mae y el Federal Home Loan Bank. En el contexto actual, el banco central ruso redujo progresivamente esas inversiones a 600 millones. Mientras sus emisores no caigan en la quiebra, Rusia no habrá perdido nada. Y entretanto ha ganado con ello más de mil millones de dólares desde principios de año.

¿Y para terminar, provisionalmente? Por un lado las ETS (enfermedades de transmisión sexual) llegadas desde EEUU, por otra parte el BRIC (Brasil, Rusia, India y China) más los países ricos de Oriente Medio, de los que ahora dependerá el crecimiento mundial, y los intercambios Norte-Sur que están siendo igualados o sobrepasados por los intercambios Sur-Norte o Sur-Sur.

«Hemos entrado en una nueva fase de la historia de la humanidad. Después de diez o veinte años de «exuberancia irracional» Estados Unidos y Europa se   despertaron con resaca. Pero mientras ellos estaban de fiesta, los países emergentes han trabajado y ahora dirigen la orquesta» (Matthieu Pigasse, vicepresidente del banco Lazard).

El inevitable Jacques Attali (NT.3), el omnisciente experto francés, dice lo mismo: «Nosotros somos las cigarras   y ellos las hormigas»

Esta crisis ha demostrado, como mínimo, la imposibilidad de dejar que el sistema financiero se autorregule sin control y sólo al servicio de sí mismo para tener   ganancias únicamente en su beneficio. De ahí que la primera necesidad, evidente sin necesidad de ser Premio Nobel, sea poner en marcha normativas reguladoras sanas, no exclusivamente estadounidenses (ya lo han intentado…) sino como resultado de acuerdos internacionales.

Pero, ¿quien tomará la iniciativa de convocar una conferencia internacional, verdaderamente internacional y urgente? No hay respuesta. Pero es urgente. A menos que Jacques Attali… o Dominique Strauss-Kahn, oficialmente uno de los   mejor ubicados por ser el director gerente del FMI (que ha perdido su razón de ser) eh…, sí, esta aclaración es necesaria para quienes lo perdieron de vista… antes de que vuelva al «Hexagone» (NT.4) en 2012.

Y mientras tanto… que ruede la bola.

La mayoría, que tienen los ojos más grandes que la barriga, arquean el lomo y doblan el espinazo a la espera de tiempos mejores, que acabarán por llegar. El mercado Fregoli (4) jamás dejó de hacer milagros. ¿Para qué servirían entonces los buenos doctores Diafoirus? (NT.5) Y una novedad de este comienzo del siglo XXI (continuará en el próximo número) ¿Los fondos soberanos? ¡Attali, a informar!   

¿Hacer que los dueños de los bancos paguen sus locuras? De acuerdo ¿Que la crisis actual les dañe mucho? También de acuerdo. Pero mientras tanto, a partir de finales del próximo mes para muchos, no para los poderosos, sino para los demás, la píldora seguirá siendo amarga durante mucho tiempo. El pack económico de seis yogures a un euro, prometido por Danone a su regreso, no eliminará la amargura. Aunque sean de sabores.

La vida está llena de amarguras. Aprendemos que las alpargatas, que se usan porque está de moda el calzado de tela, se reconcilian con su glorioso pasado. Tanto las de Mauléon, Soule, de la provincia vasca, como las de St-Laurent-de-Cerdans, las catalanas. ¿Volver a empezar con buen pie?

Notas del autor

Más de dos millones de estadounidenses podrían perder sus viviendas de aquí a finales de 2009.

(1) Freddie Mac: Federal Home Loan Mortgage Corporation (1970), Fannie Mae: Federal National Mortgage Association (1938). Su función es volver a comprar los préstamos hipotecarios de los bancos comerciales para permitir que dichos bancos sigan concediendo más préstamos a tasas razonables.

(2) Más de 2,2 millones de ejecuciones hipotecarias han comenzado en 2007 en el territorio de Estados Unidos, según la firma de bienes raíces RealtyTrac (NT.7), encargada de inventariarlas. 250.000 viviendas ya están efectivamente embargadas (sólo en California 68.000, muy por delante de Florida). El mayor número de embargos (12.000) se encuentra en el condado de Los Angeles, de los que… ocho pertenecen a Beverly Hills y la misma cantidad a Malibú, mientras que en West Covina, sector de las clases medias y pobres, los embargos se cuentan por centenares. Según el senador demócrata Christopher Dodd, todos los días 8.400 familias más caen en la imposibilidad de pagar sus deudas hipotecarias. El número de estadounidenses que podrían perder su casa de aquí a finales de 2009 se estima en 2,8 millones.

(3) La comparación es una ayuda, utilizada para situar a grandes rasgos el estado de la economía estadounidense y mundial. Actualmente ya no se trata de un crack, sino de una crisis triple (Matthieu Pigasse): financiera, económica y psicológica (para los inversores que en los períodos de crecimiento asumen cada vez más riesgos y en épocas de recesión se asustan y frenan de sopetón.

Tomemos, por ejemplo, a GAP el gigante estadounidense de la moda. Piensen que las cifras de ventas de sus tiendas de ropa no dejan de bajar desde hace 3 años. Lo ignorábamos. Sin embargo sus ganancias continúan. En el segundo trimestre no pasó del 51%. No está mal, ¿no? Deberíamos haberlo adivinado. El viernes 22 de agosto las acciones de GAP incluso subieron un 4,58%. Y el grupo ha aumentado sus ganancias brutas del 34,3% al 38,2% de su volumen de ventas. Porque para quienes manejan las finanzas de GAP poco importa que los clientes se pasen a la competencia, lo esencial es que los administradores de GAP sepan proveer de dinero fresco a los accionistas en cualquier época. Ciertamente hay un daño colateral: Las tiendas donde habitualmente trabajan vendedores y vendedoras, cajeros y cajeras e incluso estilistas, cierran sus puertas. Y esto se llama «reducción de costes».

Notas del traductor

(1) Suponemos que hay un error en el texto y el autor quería decir de 100.000 a 200.000 millones de dólares. El 8 de septiembre, el diario español El País publicaba que «EEUU inyectará hasta 140.000 millones para salvar las hipotecarias. Bush evita la quiebra de Freddie y Fannie, que controlan la mitad del mercado».

(2) La UBS es el resultado de la fusión de la Unión de Bancos Suizos y la Sociedad de Bancos Suizos en 1998. Desde entonces el término UBS es utilizado como nombre corriente de la empresa. En el año 2000, con la adquisición del grupo estadounidense Paine Webber, la UBS se convirtió en el banco privado más grande del mundo.

(3) SICAV, Sociedades de Inversión de Capital Variable. En España, una SICAV es una Sociedad Anónima cuyo objetivo es invertir en valores mobiliarios y otros activos financieros.

(4) Jacques Attali, nacido en 1943, Doctor en Ciencias Económicas, estudió en la Escuela Politécnica, la Escuela de Minas, el Instituto de Estudios Políticos y la Escuela Nacional de Administración. Asesor del presidente François Mitterrand, fue el fundador y primer presidente del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, entre 1991 y 1993, creado para apoyar las economías en transición de los países ex comunistas.

(5) Hexagone. El periodismo francés   suele usar este término para referirse a su país, Francia, cuyas fronteras y costas tienen un perfil similar al de un hexágono.

(6) El autor hace referencia al Dr. Diafoirus, el médico más interesado en el lucro que en la salud de los enfermos, de la comedia de Molière, El enfermo imaginario .

(7) RealtyTrac es, además, el principal mercado online de viviendas embargadas.

Jorge Aldao y Caty R. pertenecen a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.