No hay revolución verdadera del trabajo creador sin revolución social radical. Los intermedios son falaces. En 1924 se publicó el primer Manifiesto del Surrealismo que inauguró un capítulo importantísimo en el pesar y hacer filosófico, estético y político del siglo XX. Tal manifiesto con vocación de programa se propone, sostenido por marcos teóricos revolucionarios, el […]
- No hay revolución verdadera del trabajo creador sin revolución social radical. Los intermedios son falaces. En 1924 se publicó el primer Manifiesto del Surrealismo que inauguró un capítulo importantísimo en el pesar y hacer filosófico, estético y político del siglo XX. Tal manifiesto con vocación de programa se propone, sostenido por marcos teóricos revolucionarios, el desarrollo del «Automatismo Psíquico» como método creativo para la liberación definitiva del espíritu y todas sus fuerzas de producción creativa:
- » SURREALISMO: sustantivo, masculino. Automatismo psíquico puro por cuyo medio se intenta expresar verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral. ENCICLOPEDIA, Filosofía: el surrealismo se basa en la creencia en la realidad superior de ciertas formas de asociación desdeñadas hasta la aparición del mismo, y en el libre ejercicio del pensamiento. Tiende a destruir definitivamente todos los restantes mecanismos psíquicos, y a sustituirlos en la resolución de los principales problemas de la vida. Han hecho profesión de fe de SURREALISMO ABSOLUTO, los siguientes señores: Aragon, Baron, Boiffard, Breton, Carrive, Crevel, Delteil, Desnos, Eluard, Gérard, Limbour, Malkine, Morise, Naville, Noll, Péret, Picon, Soupault, Vitrac.» El surrealismo al servicio de la revolución, tarde o temprano.
- No toda experiencia de Automatismo Psíquico es necesariamente producción creadora sin embargo parecería ser esta su fuerza orientadora y en no pocos casos su base y sentido. Esa iniciativa de expresar el pensamiento real, es decir, el pensamiento no amedrentado por las represalias de la explotación, no narcotizado con opio clerical, no domesticado con silogismos clasistas, no es ajeno a la historia contemporánea que Hugo Ball desnudó con su: «No pueden pretender que nos traguemos con gusto el desagradable pastel de carne humana que nos sirven. No pueden exigir que nuestra nariz temblorosa aspire con entusiasmo el hedor a cadáver. No pueden esperar que confundamos con heroísmo el embotamiento y la insensibilidad que cada día se revelan más funestos. Tendrán que admitir que hemos reaccionado de forma muy comedida, incluso conmovedora. Los panfletos más penetrantes no han alcanzado a arrojar suficiente desprecio y sarcasmo sobre la hipocresía generalizada».
- Aunque algunos autores gusten de reducir el Automatismo Psíquico a un ensayo de imitación del método freudiano de la «asociación de ideas», la práctica probó, hasta el presente, que el Automatismo Psíquico es mucho más que un método, acaso novedoso o terapéutico. Sostendremos aquí que se trata de una herramienta de producción creadora llena de interrogaciones y desafíos con un carácter doblemente revolucionario, dialéctico y transformador y una iniciativa de liberación definitiva no restringida al «arte».
- ¿Qué es el Automatismo Psíquico? ¿Qué influencia tiene en la producción creadora de imágenes contemporáneas? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuáles son sus debates y tensiones más ricas? ¿Cuáles son sus contribuciones? Intentar una aproximación crítica interesada en desentrañar las operaciones individuales y colectivas del Automatismo Psíquico es el interés principal para nuestro tiempo. Acaso ofrecer algunas respuestas no lineales a muchas de las interrogaciones que suscita el Automatismo Psíquico como método para la creación de imágenes en ámbitos diversos de la práctica humana.
- Aunque algunos autores, creadores, gusten de negarlo (incluso usándolo unos) el Automatismo Psíquico implica un dispositivo que se entromete con problemas de hondura mayúscula como el problema de la libertad del pensamiento, la libertad de la expresión y la crítica sobre las hegemonías de la razón burguesa. Se entromete en el debate sobre la realidad, el «pensamiento verdadero» y la ética. Y sobre todo la apuesta sobre un modelo de producción que, en su perfil creativo, supondría la emergencia de lenguajes y experiencias nuevos, transformados por el ejercicio de la libertad y como exponentes de las realidades interiores más prometedoras. Como la poesía, por ejemplo, fraguada en imperativos nuevos.
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Parece necesario seguir la ruta entre las definiciones del Automatismo Psíquico y sus aplicaciones más conocidas. Observar sus pasos y sus dilemas. Escudriñar los mecanismos mentales y sociales que se activan con su práctica y tratar de reconocerlos en las obras creadas.
- Seguir la ruta del Automatismo Psíquico desde su definición en el Manifiesto del Surrealismo hasta, por ejemplo, una de sus expresiones como en la película Un Perro Andaluz. Interesa aquí observar cualitativa y cuantitativamente la producción contemporánea de imágenes e imaginarios que, con el método del Automatismo Psíquico, proponen Salvador Dalí y Luis Buñuel. Se trata de «escritura automática» con imágenes fílmicas.
- Necesariamente el programa del Automatismo Psíquico busca contribuir a la producción creativa de una Filosofía de la creación de imágenes, desentrañando categorías con aplicaciones para, incluso enfrentarse con el problema del «entendimiento» a fuerza de debates con algunas producciones del Automatismo Psíquico. Incluso para saber si «entendimiento» es un requisito y en todo caso requisito de qué. Incluso para saber de qué «entender» se trata al servicio de qué ideas y si hay «otros» entenderes inéditos o en ciernes. Incluso para operar críticamente ese «entender» en un mundo que tiene a más de la mitad de sus habitantes en la pobreza y la miseria mientras el gasto mundial mayor se invierte en armas guerras y colonización. ¿Es eso entendible?
- Aquí no nos detendremos en una tipología exhaustiva sobre el alcance del Automatismo Psíquico, eso es materia de un trabajo posterior que pueda dar cuenta sobre la cantidad y calidad de la producción creativa contemporánea que, conscientemente o no, ha recurrido al Automatismo Psíquico para impulsar sus experiencias creadoras, en el campo del arte y fuera de él.
- Aquí, al menos se busca dar suelo firme al relacionar el problema de la producción creativa de imágenes y su relación con el Automatismo Psíquico como técnica concreta contemporánea. De cualquier manera pesa sobre este estudio la certeza de que se reúnen muchas dificultades y que los conceptos aludidos pueden hacerse huidizos y crípticos si no se logra asentar premisas metodológicas firmes. Pero sea el caso del concepto «creatividad», el de la «libertad» o cualquier otro involucrado en este estudio, hay territorios aun desconocidos y enigmáticos que, sin necesidad de fetichismos, resguardamos de las vulgarizaciones más frecuentes porque con ellas debatimos siempre.
- Es falso que el acto creativo sea inexplicable e incognoscible. La producción creativa, entendida como práctica humana que actualiza dialécticamente lo objetivo y lo subjetivo, es práctica social determinada por su historia, función e intereses de clase. Y eso no es poco o menos enigmático. La producción creativa está atada a las leyes generales del desarrollo [3] desigual y combinado, determinada por sus marcos teórico-metodológicos y por su grado de desarrollo, es producción determinada ideológicamente. No hay creación huérfana.
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Hoy la producción creativa de la humanidad, dicho en perspectiva y sin negar sus logros mejores, está plagada por los vicios del atraso histórico que vive y reproduce. Producción creadora alienada y no pocas veces alienante. Específicamente en su relación objetiva e indisoluble con el trabajo y en la dialéctica necesidad-satisfactor.
- Tal alienación creativa sobre la producción creadora, expresa las contradicciones del desarrollo social especialmente en la realidad concreta del debate capital-trabajo. Caracteriza el sistema de las relaciones capitalistas y la situación de las personas ante el trabajo y los productos del mismo; el carácter real de las relaciones sociales y el imperio de la degradación moral y física del trabajador, además, el estado alienado en que se encuentran las fuerzas creadoras capaces de liquidar las condiciones de su explotación. Al identificar la alienación del trabajo como base de todas las demás formas de alienación, incluidas las ideológicas, se comprenden las deformaciones de la producción creativa, las falsedades y virtudes resultado de las contradicciones de la vida colectiva real y de la alienación como característica concreta de las relaciones de producción del capitalismo (Fetichismo de la mercancía).
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Hoy las teorías y herramientas para la creatividad humana son más poderosas, eficaces, eficientes y están más concentradas hegemónicamente que en cualquier momento de la Historia. Hoy la mayoría de las maravillas tecnológicas y las conquistas humanas sirven para encerrar la creatividad en prisiones de miseria y esclavitud. La humanidad es cada día más pobre. Se frena el desarrollo, se destruyen las fuerzas productivas. Se destruye el estado de ánimo, estamos desconfiados, desesperados y desorganizados. No inutilizados.
- En su magnitud mayor, por ejemplo, la problemática de crear imágenes comprende al conjunto de representaciones acerca del mundo y la sociedad, a qué intereses responden, con qué aspiraciones o ideales de clase, en qué contexto social dado y cómo se guían y justifican los comportamientos prácticos. La problemática de crear imágenes, del tipo que sean, tiene base política, económica e ideológica, involucra, entre otros, problemas gnoseológicos, constituidos por contenidos falsos y verdaderos, juicios de valor, recomendaciones, expresiones de deseo… problemas sociales que exigen interrogar los intereses, aspiraciones e ideales de las clases y el lugar que cada clase imagina y ocupa respecto al poder y al sistema de relaciones de producción «… no se parte de lo que los hombres dicen, se representan o se imaginan, ni tampoco del hombre predicado, pensado, representado o imaginado, para llegar, arrancando de aquí, al hombre de carne y hueso; se parte del hombre que realmente actúa y, arrancando de su proceso de vida real, se expone también al desarrollo de los reflejos ideológicos y de los ecos de este proceso de vida.» Marx
- En la producción monopólico-imperial de la imagen reina un anecdotario pueril de la mediocridad. El proceso de vida real se diluye en moldes de representación prefabricados y publicitados como fajas ideológicas sobre cómo ha de representarse el hombre y el mundo que sólo es dueño de una conciencia imposible de modificar porque es parte de su fatalidad… su auto desconocimiento. Representación de la falsedad como verdad única. Terminada la Segunda Guerra Mundial triunfó un fascismo camuflado en monopolios productores de imaginarios que encontraron rentable la venta de conciencia falsa a precio de verdad única en la relación Imagen y poder. Sistema monopólico-imperial de creencias, donde la realidad misma se define como obra de subjetividades, interpreta y justifica las modalidades del poder esclavista como cosa dada fatalmente. «Cosa del destino», donde la realidad y su conocimiento importan nada porque no existen. En esta producción de imágenes e imaginarios reina la razón del capital con silogismos oxidados que, entre ilusiones de magia democrática, califican lo legítimo, bueno o útil del poder monopólico como camino único.
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Así, se rinde culto a la explotación con películas, canciones, modas… comportamientos de dominación, de obediencia hasta el misticismo. Es esta la problemática de la Imagen bajo el modo de producción monopólico-imperial en crisis que se dedica a idear tácticas de supervivencia permanentemente. Los pueblos mientras tanto, infestados de farándula e intermediarismo noticioso se ahogan en la miseria.
- Si la actividad creadora de la humanidad emerge contradictoriamente, como el trabajo y por el trabajo, de la tensión individual y colectiva entre las necesidades y sus satisfactores, si la actividad creadora se resuelve dialécticamente como desarrollo y éste a su vez se resuelve como producción creativa, siempre obediente a sus marcos ideológicos, está claro que la producción creativa es explicable y cognoscible por los términos de sus intereses… a qué sirve, a quién, cómo, dónde y cuándo. Si la producción creativa de la humanidad, en todos los ámbitos de la actividad social, representa a su Tiempo, es decir le da significado, está claro que en toda producción creadora existe una tensión interna que sintetiza las tensiones dialécticas de su ser y modo de ser con sus propósitos prácticos de clase. Está claro pues que el acto creativo no es episodio místico ni arrebato idealista extraterrestre de musas veleidosas. Está claro que el acto creador no es imitación de los dioses ni privilegio de ellos. Está claro que la producción creativa no es iluminación individualista ni dádiva del destino para provecho mercantil de algunos «genios». Está claro que el acto creador no es exclusividad de demiurgos, no es reservorio de iluminados, no es luz de «artista» iluminador mesiánico de los espíritus. Crear es un trabajo.
- Se trata de una práctica humana que evoluciona con la historia y para la historia. Que, a diferencia de algunos usos, debería liberarnos y desarrollarnos a todos. Se trata de una actividad humana colectiva e histórica, que se ha desarrollado de manera desigual, combinada e injusta, que se ha teñido con toda clase de misticismos chocarreros. Hay que contribuir a ubicar la producción creativa en su carácter terreno y transformador, inmediato… en las ciencias, las artes, los deportes, la enseñanza… en toda actividad humana concreta. Hay que emplazar un debate y una lucha contra los usos alienantes de la producción creativa para esclavizar, caracterizarla, denunciarla, combatirla. Hay que esclarecer el origen y propósito de los adjetivos más comunes asignados a la producción creativa, para debatir con ellos su compromiso con la libertad y contra la explotación humana. Hay que restituir al concepto creación su dimensión como trabajo humano concreto sin omitir el poderío magnífico de todos sus enigmas y promesas. Sin omitir su magnetismo, secretos y augurios en el campo concreto de las maravillas humanas. Magia objetiva de la vida concreta.
- Este enfoque filosófico sobre la producción creativa de imágenes con el Automatismo Psíquico pretende ser vigilante y prudente aunque radical contra la charlatanería postmoderna. Este estudio está inmerso y comprometido con la dialéctica de sus herencias científicas, estéticas, políticas. Lo que intentamos es «aprender a aprender». No en solitario. Nos mueve el interés mayor ser útil como herramienta de producción crítica para los trabajadores productores de imágenes e imaginarios y esto incluye a quienes lo estudian que también es un trabajo.
- Hay que comprometerse con la necesidad de construir relaciones de producción creativas liberadas de todo cuanto impide el desarrollo pleno de la humanidad hacia sociedades sin miseria, interesadas por la felicidad de todos. Es decir relaciones de producción creativa en todos los campos del trabajo humano para derrotar lo más odioso de la Historia que es la explotación del trabajo de la mayoría, la acumulación de la riqueza y la alienación de las fuerzas creadoras. ¿Es mucho pedir?
- En el Automatismo Psíquico está comprometida la liberación de todas las operaciones mentales. Desde luego no habrá libertad mental sin haber revolución social radical. El estado óptimo del Automatismo Psíquico acaso sea el socialismo mismo. Desde el comportamiento natural del cerebro hasta su culturización. Está comprometido el humor y el amor, el juego, los sueños, las emociones todas. Está comprometida la fantasía y la imaginación (producción de imágenes). Están comprometidos los sentidos y las pasiones. Están comprometidas todas las fuerzas de producción, el trabajo, el ocio y la creatividad.
- Parece necesario que la Filosofía se tome en serio el desafío de pensar dialéctico sobre el «ser y modo de ser» del Automatismo Psíquico, sus definiciones diversas, alcances y contradicciones, para desentrañar entre lo ocurrido con su práctica y lo que aun no pasa, el poderío concreto de un programa de búsqueda, lucha y transformación que, en simultáneo, impulsa la destrucción de todo mecanismo alienante y la liberación definitiva de la humanidad. ¿Es esto poco importante?