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Banca Monte dei Paschi pondrá a prueba el sistema de la UE para lidiar con bancos fallidos

Fuentes: The Wall Street Journal

  PHOTO: EUROPEAN PRESSPHOTO AGENCY BRUSELAS.- Si los inversionistas privados no logran salir al rescate del italiano Banca Monte dei Paschi di Siena SpA, la Unión Europea entrará en terra ignota. A principios de año se activó un nuevo sistema europeo para lidiar con los bancos fallidos, pero hasta la fecha no se ha puesto […]

 

PHOTO: EUROPEAN PRESSPHOTO AGENCY

BRUSELAS.- Si los inversionistas privados no logran salir al rescate del italiano Banca Monte dei Paschi di Siena SpA, la Unión Europea entrará en terra ignota.

A principios de año se activó un nuevo sistema europeo para lidiar con los bancos fallidos, pero hasta la fecha no se ha puesto a prueba. Monte dei Paschi, el tercer mayor banco italiano, necesita captar 5.000 millones de euros en capital, por lo que podría inaugurar el nuevo sistema.

¿Por qué simplemente no se deja que Italia rescate a Monte dei Paschi? Si lo hiciera, quebrantaría la legislación de la Unión Europea. La Comisión Europea podría llevar a Italia ante el Tribunal Europeo de Justicia, que podría ordenar al país devolver la ayuda estatal que hubiera dado al banco. Según las nuevas normas, con las que se pretende impedir que los gobiernos utilicen dinero de los contribuyentes para ayudar a bancos con problemas, las entidades deben imponer primero pérdidas a un conjunto de bonistas y sólo después puede inyectarse dinero público en ellos.

¿Y por qué no hace eso Italia? Una gran parte de la deuda junior que se cancelaría está en manos de particulares italianos. Monte dei Paschi vendió cerca de 2.100 millones de euros en deuda junior a sus clientes como productos de ahorro. Dejarles sin nada se considera políticamente inaceptable. Las normas de la UE establecen que el 8% del pasivo debe cancelarse antes de poder inyectar dinero de los contribuyentes en un banco, lo cual son muchos ahorros perdidos.

¿Hay algún modo de solucionar esto? Depende de lo estrictamente que las autoridades europeas quieran interpretar sus normas. La directiva de la UE que resume las reglas de desmantelamiento de bancos tiene una laguna: un banco puede recapitalizarse con fondos estatales si suspende una prueba de solvencia de su balance. Sólo se puede recurrir a este proceso, llamado «recapitalización preventiva», si el banco aún no ha quebrado. Los fondos sólo están disponibles temporalmente y los bonistas deben aceptar igualmente una quita. Justificar esta medida podría ser complicado, ya que la última prueba de solvencia de Monte dei Paschi se remonta a mayo.

¿Se pueden salvar los bonistas junior? Evitar dejar sin blanca a los bonistas junior exige otro salto y echar mano de unas vagas normas de la UE publicadas en 2013 que establecen que, en circunstancias excepcionales, los bancos rescatados pueden abstenerse de recurrir a los tenedores de deuda si eso pusiera en riesgo la estabilidad financiera del país.

Otra opción sería compensar a los bonistas junior hasta una cierta cantidad si se les quitan sus ahorros, lo cual exigiría demostrar que se les vendieron indebidamente las titulizaciones.

Opcionalmente, un nuevo Gobierno italiano podría argumentar que las normas de recapitalización interna de la UE son incompatibles con derechos fundamentales como el de protección de los ahorros que se mencionan en la Constitución italiana, con lo que se cuestionaría legalmente su aplicación a los bancos del país; pero esto podría también ser problemático y requeriría mucha voluntad política.

¿Quién se encarga de desmantelar Monte dei Paschi? En caso de que se considere que Monte dei Paschi va a quebrar o es probable que lo haga, se supone que el Consejo de Resolución Única de la UE es quien debe supervisar el proceso de recapitalización interna. Esta agencia funciona desde enero de 2015, pero aún no ha tenido que lidiar con la quiebra de un banco. La rama de supervisión del BCE, el Mecanismo Único de Supervisión, encargado de inspeccionar 127 bancos, también participa porque inicia el proceso declarando que si un banco está en proceso de quiebra o es probable que declare la bancarrota. Finalmente, la rama ejecutiva de la UE normalmente participará para determinar si el rescate constituye una ayuda estatal ilegal o no.

¿Entonces qué podría pasar? Las autoridades de la UE podrían verse en una posición complicada. Si se muestran duras con Monte dei Paschi y entran en conflicto con los particulares italianos que ven evaporarse sus ahorros, alimentarán aún más el sentimiento de que la UE es una institución autoritaria y distante. Pero si se muestran demasiado blandas, habrán creado un mal precedente. La idea es que el nuevo sistema demuestre que no se puede recurrir a los contribuyentes para salvar a los bancos fallidos. La mayoría de observadores del sector y banqueros esperan algún tipo de compromiso poco claro, que inflija algo de daño a los bonistas y compense en cierta medida a los inversionistas minoristas.

«Al final, todo es cuestión de un acuerdo político entre el Gobierno italiano, la Comisión Europea y los otros socios de la UE», señala el parlamentario europeo Marco Valli.

Fuente: http://lat.wsj.com/articles/SB10764119352683704576404582482742175238570?tesla=y