Recomiendo:
0

Banco Venezuela: Chávez al rescate de la banca española

Fuentes: Prensa Obrera/Argenpress

El anuncio de Chávez sobre la compra del Banco de Venezuela por parte del Estado debe ser analizado en el marco de la crisis financiera internacional. No es cierto que sea «una medida socialista» o que «la nacionalización del Banco de Venezuela dará un nuevo impulso a la reivindicación de los trabajadores de expropiación y […]


El anuncio de Chávez sobre la compra del Banco de Venezuela por parte del Estado debe ser analizado en el marco de la crisis financiera internacional. No es cierto que sea «una medida socialista» o que «la nacionalización del Banco de Venezuela dará un nuevo impulso a la reivindicación de los trabajadores de expropiación y control obrero» (Alan Woods, El Militante, 2/7/). Los banqueros españoles y venezolanos ven con buenos ojos esta negociación. Como indicó Juan Carlos Escotet, presidente de Banesco de Venezuela, la «nacionalización del Banco Venezuela (es) una simple transacción de compra-venta» (La Jornada, 3/8).

La crisis financiera que enfrenta la «madre patria» está fuertemente asociada al sector inmobiliario y a la crisis internacional. Una expresión de esa crisis es la bancarrota de Martinsa-Fadesa, la mayor inmobiliaria de España, con una deuda de 7.800 millones de dólares que representa el 20% de la deuda incobrable del sistema español (The Wall Street Journal, 13/8).

Ya en mayo, la morosidad bancaria se situó en el 1,46%, la tasa más alta desde noviembre de 1999; según Morgan Stanley podría llegar al record histórico del 6% (El País, 4/8).El resto de la economía está afectado. La inflación y el PIB rematan la situación financiera. Francisco Sánchez-Asiaín, presidente de UBS España, indicó que «después de esta burbuja, la economía va a sufrir un proceso de ‘desapalancamiento’ (reducción de activos) que va a afectar a empresas, bancos y particulares» (ídem, 9/8).

El Santander

El Banco Santander está moviendo sus negocios para obtener liquidez ante la crisis del sistema financiero español. The Wall Stree Journal (13/8) pronostica para la banca española un «escenario de pesadilla» con pérdidas, vinculadas con los préstamos, de un 50%. Según un anuncio del propio Santander, la crisis le ha provocado pérdidas netas de 493 millones de euros en apenas seis meses (El País, 8/8).

En el Santander, los créditos malos se han multiplicado por 2,5 veces en lo que va de año. Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado, apuntó que «es posible que este ritmo se atenúe en los próximos trimestres»… pero, según El País (3/8), «no parecía muy convencido».

El Banco Venezuela, como otros, compró bonos en dólares a la tasa oficial (2,15 bolívares fuertes por dólar) para revenderlos a inversores a la tasa del mercado negro (5,50 por dólar). Pero el Ministerio de Finanzas obligó a las entidades locales a deshacerse de sus notas estructuradas con bonos en dólares de terceros países (por ejemplo: Argentina, Brasil y Ecuador) antes del 19 de agosto. La legislación venezolana prohíbe a los bancos tener posiciones con garantía en divisas por un monto superior a 30% de su patrimonio. Ecoanalítica (28/7) indica que el 67,2% de las notas están en poder de cinco bancos que las compraron en el primer semestre de 2007 a un tipo de cambio promedio de 2,8 bolívares por dólar. El resto fue adquirido en el segundo semestre de 2007 por siete bancos a un tipo de cambio promedio de 5,4 bolívares por dólar, con la expectativa de una mayor devaluación. Pero el bolívar se apreció, provocando a los bancos una pérdida acumulada promedio del 13%. En este grupo de bancos está el Banco Venezuela, que registrará pérdidas igualmente por la reciente caída en el precio de los bonos que componen las notas estructuradas en su poder.

El primer intento de salida del Santander fue la oferta de compra que hizo el Banco Occidental de Descuento, quinto del país, cuyo propietario es Víctor Vargas-Irausquin, representante del entorno financiero de la «burguesía bolivariana», enriquecido con los bonos argentinos. Había negociado un preacuerdo para la compra del Banco Venezuela con el grupo Santander por 100 millones de dólares (65 millones de euros). Hugo Chávez no autorizó la operación y decidió nacionalizarlo.

La nacionalización en Estados Unidos y Chávez

El rescate por el gobierno norteamericano de los bancos Fannie Mae y Freddie Mac en Estados Unidos y del Northern Rock en Inglaterra -todos ellos en situación de insolvencia-, fueron nacionalizaciones. El rescate traslada el quebranto al Estado y éste a los contribuyentes; o sea, a los trabajadores. Estas nacionalizaciones bancarias son secuelas de una crisis.

La «nacionalización» del Banco de Venezuela tiene un mismo eje: el gobierno de Chávez está comprando una entidad financiera que muestra signos de debilitamiento. La calificadora de riesgos Fitch Ratings (20/9/07) ya calificaba de negativo el desempeño del Banco de Venezuela y pronosticaba un desempeño a largo plazo con tendencia negativa, debido a la expectativa de menor rentabilidad.

La compra del Banco Venezuela fue saludada por el rey de España, el presidente Zapatero y los financistas españoles y europeos, como una gran ayuda del gobierno de Chávez a la crisis financiera de España. Las entidades españolas necesitan conseguir 62.000 millones de euros más hasta fin de año para hacer frente a su endeudamiento (El País, 15/8). Están secos, no tiene liquidez.

Los grupos de izquierda y la nacionalización

La compra del Banco Venezuela ha sido vista como una medida «socialista». Alan Woods (El Militante, 2/7) dice que «los trabajadores de Venezuela y de todo el mundo darán la bienvenida a la nacionalización del Banco de Venezuela (…) La revolución venezolana ha comenzado a tomar medidas contra la propiedad privada».

Stalin Pérez, dirigente de Marea Socialista, dice que «como siempre estas propuestas del presidente Chávez me alegran, aunque no coincida totalmente con las formas en que se toman. Hubiera preferido que fuese expropiado directamente, pero bueno… es evidente que es un nuevo paso adelante (…) Tiene varias facetas; en lo que hace a la crisis internacional bancaria, por ejemplo, es preventiva» (Aporrea, 3/8).

Orlando Chirinos, dirigente de UNT, señaló que «avanzar en la nacionalización de los bancos, así sea mediante la compra de las entidades como lo hace el gobierno del presidente Chávez (es) positivo. La banca estatal puede ofrecer crédito a los campesinos, pequeños productores y comerciantes, más favorables que los de la banca privada, así como también pueden resultar favorecidos los pequeños ahorristas. Sólo que habría que añadir que es una medida limitada y de corte reformista si no apunta a la expropiación de todos los bancos privados, a garantizar que el sistema financiero sea 100% del Estado y que el propio poder del Estado pase a manos de los trabajadores, los campesinos y el pueblo» (Aporrea, 9/8).

Estas posiciones representan un plegamiento al nacionalismo burgués venezolano, que sigue a una política de acuerdos con el gobierno español y la burguesía bancaria española. La compra de este banco, una operación comercial, no representa «medidas contra la propiedad privada» ni pasos hacia el socialismo. Es ‘preventivo’ porque se trata de un rescate anticipado de este banco, no es más que un paliativo a la crisis financiera española. Para dar créditos a los campesinos existe la banca estatal (Banco Industrial, Banfoandes, Banco del Tesoro y Banco Agrícola), la cual se encuentra con problemas financieros. Banfoandes dedica el 49% de sus activos a inversiones en títulos valores y sólo el 22% a créditos de volumen pequeño (Reporte, 14/8). Así opera el Estado bolivariano. El Banco Industrial de Venezuela perdió 16 millones de bolívares en el primer semestre de 2008 y viene de perder 18 millones en el segundo semestre del año pasado y 40 millones en el primero. Un total de 75 millones de bolívares en un año y medio (Reporte, 16/7).

El movimiento obrero

Esta operación de compra no representa una nacionalización en el marco de las tareas del socialismo. Los trabajadores no podemos pagar la crisis de estos bancos, ni aceptar sus balances financieros y pagar una suma por el banco para ayudarlos con sus problemas de liquidez. La tarea es la nacionalización sin indemnización. Los trabajadores y el pueblo venezolano no deben pagar la crisis del sistema financiero español. El rescate anticipado es una medida que no tiene nada que ver con un proceso revolucionario.

Se plantea el control de los trabajadores del sistema bancario. Los bancos estatales no pueden dedicarse a la compra de bonos y producir ganancias con operaciones financieras de los dineros del petróleo.