Si completamos el comportamiento mafioso de las farmacéuticas (y bancos) con el empresariado-matonil, podemos ver con claridad que el contexto no es otro que el derecho al saqueo y el secuestro de la democracia, por mucho que nos dejen jugar a las elecciones y al teatro parlamentario, quizás por eso se usa con tanta frecuencia la expresión «trámite parlamentario»
INTRODUCCION
El funcionamiento de las corporaciones que mostraba Galbraith ya en 1973…
“…la corporación moderna controla los precios y los costes, organiza a los proveedores, persuade a los consumidores, guía al Pentágono, configura la opinión pública, soborna a los políticos y es, de otras maneras, una influencia dominante en el Estado”.
“Lo que necesita (la gran corporación) en materia de investigación y desarrollo, obras públicas, apoyo financiero de emergencia, socialismo cuando las ganancias dejan de ser probables, se transforma en política pública … Sus intereses tienden a convertirse en interés público”.
Galbraith, Memorias de un liberal impenitente. 1973
La contundente calificación de Stiglitz a ese funcionamiento…
“La llamada economía de mercado autorregulado puede evolucionar hacia un capitalismo mafioso -y hacia un Sistema politico mafioso- una preocupación que, desgraciadamente, se ha hecho real en algunas partes del mundo”.
J. Stiglitz. 2001. Prólogo a La gran transformación, de Karl Polanyi
¿Y AHORA DÓNDE ESTAMOS?
En el año 2009, el execonomista jefe del Banco Mundial, Simon Johnson, publicó un largo artículo titulado “El golpe (de Estado) silencioso” explicando el comportamiento de los bancos de Wall Street y en el que afirmaba “los intereses comerciales de la élite —financieros, en el caso de Estados Unidos— jugaron un papel central en la creación de la crisis, haciendo apuestas cada vez mayores, con el respaldo implícito del gobierno, hasta el inevitable colapso. Lo que es más alarmante, ahora están usando su influencia para prevenir precisamente el tipo de reformas que se necesitan, y rápidamente, para sacar a la economía de su caída. El gobierno parece impotente o no dispuesto a actuar contra ellos.” (https://www.theatlantic.com/magazine/archive/2009/05/the-quiet-coup/307364/)
En 2010, el premio Nobel de Economía J. Stiglitz señalaba en su libro “Caída Libre”, que “Los grupos de presión que determinan la política económica y social estadounidense incluyen las finanzas, la industria farmacéutica, el petróleo y el carbón. Su influencia política hace que adoptar políticas racionales sea prácticamente imposible (…) Pero en muchos temas clave, sus acciones han sido casi un atraco a mano armada. El peor ejemplo lo ha dado el sector financiero ”.
En 2011, Rafael Poch escribió un breve artículo titulado “Atraco Perfecto”, que ya he citado varias veces en lacasademitia, (https://blogs.lavanguardia.com/berlin-poch/atraco-perfecto) en el que explicaba con toda claridad que la denominada crisis de la banca no fue nada más que un atraco a las arcas públicas, perfectamente organizado, con el beneplácito de los gobiernos de los países atracados……que se convertían así, de acuerdo con lo que enseñaba Adam Smith, en “criminales atroces”, al traicionar a su propia comunidad, llegando finalmente a cambiar el artículo 135 de la Constitución Española para que la banca tuviese siempre el derecho o privilegio constitucional de ser el primero en cobrar las deudas pendientes, la mayoría de ellas generadas de manera arbitraria y ficticia pero igualmente “Constitucionalizadas” al amparo del artículo 104 del Tratado de Maastricht, una especie de Constitución Europea que nadie ha ratificado.
El 30 de Enero de 2021, Michael Brenner, publicó un muy breve artículo titulado “Monte de tres cartas, estilo Wall Street” mostrando el casino mafioso en el que se ha convertido la bolsa en EEUU (Fuera de este país es igual) y afirmando que, tras perder los grandes jugadores del casino norteamericano varios miles de millones de dólares por jugar a la baja y encontrarse con otros jugadores que parece que jugaron al alza y ganaron, los perdedores “Esos tramposos de cuello blanco que durante años han estado manejando el monte de tres cartas en Wall Street con impunidad. Ahora, su operación estaba en peligro, su «modelo de negocio» en peligro (y) corrieron a Washington para quejarse a sus seguidores, exigiendo protección para su derecho constitucional de saquear la economía estadounidense.”.
(https://consortiumnews.com/2021/01/30/3-card-monte-wall-street-style/)
Es interesante ver cómo la situación es similar pues se trata de reconocer el derecho constitucional de saquear a la economía y a las personas. Esta es la clave y este es el modelo de negocio por todo el mundo “civilizado y democrático”. Con las farmacéuticas pasa igual, como estamos viendo en Europa, con una UE a su servicio.
En 2014, el médico y profesor universitario Peter Gotzsche publicó un impresionante libro titulado “Medicamentos que matan y crimen organizado” en el que explicó el funcionamiento mafioso de la industria farmacéutica. Más concretamente “La industria farmacéutica es inmensamente rica y poderosa, y ha corrompido los sistemas de salud de una forma extraordinaria. Es una corrupción de largo alcance. Todo el proceso por el que nuestros medicamentos son investigados, aprobados y recetados ha sido corrompido. Esto implica manipular los datos científicos, pero también comprar a casi cualquier persona que pueda tener influencia en el sistema, incluidos los ministros de salud”. https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-11-03/la-industria-farmaceutica-es-muy-rica-y-ha-corrompido-por-completo-los-sistemas-de-salud_408758/.
Su lectura es muy útil para entender lo que está ocurriendo actualmente con el tema de las vacunas y el poder que tienen las farmacéuticas para exigir miles de millones de subvenciones públicas e imponer contratos y condiciones muy perjudiciales para el interés colectivo y para la vida de millones de personas, como rechazar cualquier tipo de responsabilidad por daños derivados de esas vacunas
o para cobrarlas varias veces a precios arbitrarios, como indica el eurodiputado Belga, Marc Botenga.
Esto es exactamente tener poder mafioso pues las farmacéuticas imponen sus reglas de juego, las pueden cambiar durante el partido y las pueden violar impunemente, y no a los pequeños consumidores sino a la UE que, obviamente, muestra qué es exactamente la UE y a quién sirve.
Pero en EEUU, la cosa no es muy diferente. Recientemente, Brett Wilkins ha publicado un breve texto titulado “Cómo las grandes farmacéuticas persiguen ‘beneficios asesinos’ a expensas de los estadounidenses”. (Es muy llamativo, para quien lo quiera comprobar, ver cómo el traductor de Google traduce “killer profits” por “beneficios increíbles”. Así se manipula todo).
(https://consortiumnews.com/2021/02/01/how-big-pharma-pursues-killer-profits-at-americans-exspene/)
De acuerdo con Wilkins, que cita un estudio sobre el comportamiento “empresarial matonil” de las farmacéuticas, titulado “Beneficios asesinos: cómo las adquisiciones de las grandes farmacéuticas destruyen la innovación y perjudican a los pacientes” (Aquí el traductor de Google sí traduce correctamente), hay tres aspectos, como mínimo, a destacar:
Las grandes compañías farmacéuticas no son responsables de la mayoría de los avances importantes en nuevos medicamentos. Más bien, la innovación se impulsa en las pequeñas empresas, que a menudo se derivan de la investigación académica financiada por los contribuyentes. Estos pequeños laboratorios son luego comprados por firmas gigantes después de que han asumido el riesgo necesario para desarrollar un fármaco de gran éxito;
En lugar de producir medicamentos que salvan vidas para enfermedades con pocas o ninguna cura, las grandes compañías farmacéuticas a menudo se enfocan en cambios pequeños e incrementales en los medicamentos existentes con el fin de acabar con las amenazas genéricas a sus patentes monopólicas otorgadas por el gobierno; y
Las fusiones en la industria farmacéutica han tenido un efecto negativo general sobre la innovación, tomando la poca competencia que existía en la industria y destruyéndola por completo.
Si completamos el comportamiento mafioso de las farmacéuticas (y bancos) con el empresarial-matonil podemos ver con claridad que el contexto no es otro que el de el derecho al saqueo y el secuestro de la democracia, por mucho que nos dejen jugar a las elecciones y al teatro parlamentario, quizás por eso se usa con tanta frecuencia la expresión “trámite parlamentario”.
En Canarias los “grandes empresarios” también tienen reconocido su derecho al saqueo de la economía y de los contribuyentes gracias a la RIC, la famosa Reserva de Inversiones de Canarias, que les permite no pagar una parte muy elevada de sus impuestos. La cuestión a plantear, tal y como hace el eurodiputado belga Marc Botenga, refiriéndose a las farmacéuticas, es ¿Por qué las empresas cuya investigación, desarrollo y capacidad productiva se financia con fondos públicos siguen siendo de propiedad privada?
Y aplicada esa pregunta a Canarias, la pregunta es es que si los empresarios se financian con fondos públicos, es decir, con impuestos que sí deberían haber pagado ¿Por qué la propiedad de sus empresas sigue siendo privada?
Y luego estos mismos que hacen políticas antisociales de ultraderecha, al plegarse al poder de las corporaciones, nos asustan con que viene la ultraderecha…
Federico Aguilera Klink es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de La Laguna, Tenerife, Canarias.